Samuel y Ruben han ido a los mismos colegios desde que aprendieron a caminar. Lo raro es que nunca se habían topado, no hasta el pequeño incidente en su tercer año de bachillerato.
Ruben tira la comida de Samuel por accidente y se ofrece a recompen...
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Otro día, ¿la escuela siempre esta llena de tanta gente? A veces todo se siente tan falso e irreal...
Ser "popular" es una gran carga, no sé sabe quien estará para ti cuando todo cambié, ¿y si terminó solo? Odio la soledad, esa sensación me mata, pero al mismo tiempo estar rodeado de tanta gente incrementa mi ansiedad. Miguel dice que siempre contaré con él, pero ¿con cuántos más puedo contar?
Alejandro es un gran amigo, sin embargo, jamás hemos tenido tanta cercanía. El es más cercano a mi querido mejor amigo, y cuando digo cercano, me refiero a muy cercano. Ambos lo niegan, pero se que tienen algo entre manos, y lo descubriré... Algún día.
Estaba en el estacionamiento de la escuela esperando a Miguel -Mangel para los amigos. Cuando ví a la distancia a David. Genial.
-¿Qué tal todo? ¿la princesita esta esperando a alguien?- se burló David. Lo odiaba. Con todo mi ser, siempre intentando humillarme.
-Veo que aún no superas que sea mejor que tú- bufó mientras yo comenzaba a caminar lejos.
-Ambos sabemos que sí fueras mejor que yo, Irina seguiría aquí. Ni siquiera ella te pudo soportar, ¿o si Doblas?- sabía lo que estaba intentando. Quería provocarme. Pero yo sabía su punto débil.
-Al menos me conseguí a una chica- y en segundos, él David que todos conocían, él que lanzaba golpes a lo loco, había aparecido.
-Jódete Doblas, al menos yo lo acepto y no me escondo detrás de mi popularidad- dijo mientras intentaba tirarme al suelo, lo cual logro sin esfuerzos ya que yo, era un debilucho -Y no vuelvas jamás a meter a mi novio en esto, o te ira peor.
Asentí repetidas veces desde el suelo, intentando recuperar el aire. Mierda. Mangel se acercó a mí, intentando ayudar.
-Pero Ruben, compañero, ¿qué paso?- solo me queje por no poder moverme bien, Alex llegó corriendo en el momento en que logre pararme.
-Estoy bien, no se preocupen, pequeña discusión- Mangel tenía arrugado el entrecejo, Alex iba a hablar pero continue- Y ustedes, dejen de ver, ¿qué mierdas les importa?- esta vez me dirigí a los alumnos que se habían quedado a ver todo espectáculo.
Mangel rodó los ojos y comenzó a caminar casi a zancadas para llegar hacía el interior de la escuela. Alex le siguió e imite la acción del mismo ya mencionado.
-¿Por qué no me sorprende? Si Ruben Doblas siempre se mete en problemas, es su "instinto"- de camino a clases Mangel se la paso reprendiéndome- ¡¡Dile algo Alex!!... ¿Alex?
Alex no estaba prestando atención, se había quedado embobado viendo a travez de una de las ventanas del aula que estaba al lado de la nuestra.
-¿Qué pasa Alex?- me acerqué a ver que era lo que estaba viendo-
Por el cristal- que ahora se encontraba lleno de gente intentando ver, logre visualizar a un chico de cabellos cafés castaño, ojos marrones oscuros, piel bronceada siendo acorralado y golpeado por unas tres o cuatro chicas y chicos. Alto... ¿Ese no era el chico de la cafetería? ¿Cómo se llamaba?
-¿Samuel?- Mangel y Alex me voltearon a ver, el ultimo mencionado había palidecido.
-¿L-lo co-conoces?- pregunto casi sin aliento Alex.
-Es el chico del que les hable, el de la cafetería, ¿recuer- pero Alex no me oyó, acababa de correr dentro de aquel aula para sacar de entre todos los alumnos a Samuel.
Samuel y el salieron rápido para dirigirse a los baños. Mangel parecía igual de confundido que yo. Unos segundos después nos encontrábamos entrando a el mismo baño.
Y ahí pude verlo, ahí tirado, asustado. Samuel. Samuel llorando. Samuel llorando y sangrando. Sus orbes marrones irritados, su cabello despeinado; todo su rostro lleno de heridas y una expresión de miedo. Al verme entrar cubrió su cara con ambos brazos.
Alex no tardó en sentarse a su lado y pasarle un brazo por los hombros en un intento de reconfortarlo.
-Esta bien, ya estas bien, estas seguro- Le hice señas a Alex preguntando que había pasado, pero él solo negaba, y su mirada decía <<no es el momento>>.
Mangel parecía un poco incomodo. Al parecer a mi amigo no le gusta que Alex abrazara a otros. Sonreí inconscientemente, Mangel me miró con mala cara, sabía lo que pensaba.
-¿Estas bien?- pregunte al chico que estaba en el suelo sollozando.
-Bravo Ruben, te mereces un premio Nobel al chico más inteligente, porque, ¿no es obvio que el chico esta de maravilla?- dijo sarcásticamente Mangel, quien cada vez se mostraba mas irritado por que Alex estuviese tan cerca de Samuel.
-¡Estaba intentando cortar la tensión e intriga del asunto! Perdón por no ser sutil como tú, que es obvio que no estas celoso- sabía que al pronunciar esas ultimas palabras cavaría mi tumba, Mangel abrió la boca pero la cerró en cuanto escuchamos una risa.
Volteamos a ver hacía un Alex sonrojado, y, a su lado, se encontraba el dueño de la mas dulce y hermosa risa que jamás había escuchado. Al parecer a Samuel le había hecho gracia el escándalo que yo y Mangel habíamos creado.
Que hermosa risa, era como una orquesta compuesta por los dioses.
Y no me percaté de cuanto tiempo me había quedado mirándole hasta que este mismo carraspeo.
-Estoy mejor, pudo haber sido peor... gracias por preguntar- me dió una pequeña y tímida sonrisa. Esa... esa era la sonrisa más bella que había visto. A pesar de que su rostro estaba casi demacrado el rosado de su nariz y mejillas que conservaba le quedaban de maravilla.
Me di cuenta de que ahora todos me miraban.
-Ya... bueno, ¿has vuelto a tirar tu almuerzo?- Samuel soltó una breve carcajada mientras negaba.
Alex y yo curamos como pudimos las heridas de Samuel. Pobre... Se veía una buena persona, no creo que él se mereciera todo eso. Sin embargo el ambiente era, cada vez, más incomodo. Entonces sonó la campana. Y agradecí a Dios por eso. Alex y Mangel caminaron juntos hasta la salida de los baños y nos esperaron. Ayude a Samuel a levantarse.
Mientras me lavaba las manos Samuel se me acercó.
-¿Sabes? Hace años que no le importaba a nadie, eres muy lindo y atento, gracias...- dicho esto camino hasta la salida, se excusó y caminó hasta su clase.
¿Acababa de coquetear conmigo? Valla que he perdido la practica en esto.
Buenas, espero que les halla gustado este cap :3
debo decir que de verdad ame escribir este capitulo, simplemente amo a Rubius, se me hace una persona muy noble e ingenua UwU
