Samuel y Ruben han ido a los mismos colegios desde que aprendieron a caminar. Lo raro es que nunca se habían topado, no hasta el pequeño incidente en su tercer año de bachillerato.
Ruben tira la comida de Samuel por accidente y se ofrece a recompen...
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Tal vez él creía que no me daba cuenta, pero que estuviese pasando tiempo con Samuel no significaba que había olvidado a mi mejor amigo.
Miguel siempre se torturó más de lo que debía. ¿Por qué toda la gente que me rodea es así?
Le quería mucho, todos lo hacíamos. Miguel era esa persona que siempre te apoyaría, incluso si le afectase para mal tu decisión, él siempre te apoyaría.
Era leal. Honesto con otros, pero nunca consigo mismo.
Torpe a veces, mas siempre arreglaba nuestros desastres.
Tenía miedo. Miedo a volver a encariñarse como lo hizo con aquel de seudónimo Lolito.
Y a pesar de todo, siempre te sacaba una sonrisa. Incluso en tus peores momentos... Mangel y yo vivimos tantas cosas juntos, que imaginar una vida sin él sería una locura.
-Sønn, date prisa, que tenemos una cena pendiente con tus tíos -dijo mi madre intentando alisar mi cabello, lo cual era completamente inútil.
-Ya te dije que no iré, mamma, sabes que no me gusta ir con ellos -ella hizo una mueca y voltee los ojos- Tengo planes.
-Claro, con esos buenos para nada que llamas amigos -resopló, buscando una excusa para que la acompañase- ¿y tu primo qué? Él es mejor influencia para ti...
-No. No iré con David, mamma. Por última vez, no hablaré con él o con mi tío -sonó más brusco de cómo lo planee, pero eso bastó para que mi madre me dejara, frustrada, salió al patio trasero y me dejo solo.
Aproveche para salir de la casa, no sin antes dar un portazo al cerrar la puerta. Satisfecho al recordar que eso sacaba de quicio a mi madre.
Caminé hasta el parque que quedaba a las afueras de aquella residencia privada en la que vivía.
Respiré el aire libre.
Cómo amaba salir los viernes por la tarde, cuando el sol aún no se metía, solo para recostarme en el pasto y ver a las aves volar mientras escuchaba música.
Los planes de hoy no eran diferentes. Iría a aquel parque, jugaría un rato en los columpios y después, cuando el atardecer comenzara, me relajaría.
-Eh, Rubs, compañero -una voz familiar se hizo clara conforme avancé, volteé a todos lados buscando de donde provenía- ¡aquí!
Finalmente, cuando mire hacía la izquierda- justo donde el parque se encontraba, ví a Miguel y Alex con dos personas más detrás de ellos.
Alex era quien me estaba llamando, alzaba sus manos en el aire haciéndome señas para acercarme. Y así lo hice.
-Hola... ¿qué hacen aquí? Pensé que tenían tarea que hacer -ambos compartieron una mirada llena de culpa y se apartaron, dejando ver a Samuel juntó a un chico alto, con piel clara, ojos cafés marrón y pelo puntiagudo- ¿Y este quién es o qué?
Una sonrisa se formó en los labios del desconocido.
-Soy Francisco, pero me puedes llamar Frank, un gusto conocerte -tendió su mano en forma de saludó, la tomé, un poco cohibido con la situación.
-Umm... Hola, soy Ruben... -un silenció incomodo se formó. La curiosidad me carcomía por dentro, así que cuando no pude contenerme más, pregunté- Eres el ex novio de Alex, ¿verdad?
-Si... supongo que ya te había hablado de mí -Samuel rió. Asentí apenado- Ya, bueno, que lo arreglamos todo -tomó la mano de Alex y la entrelazó con la suya.
Creí ver el rostro de Miguel oscurecerse. Sacudí mi cabeza, eliminando esos pensamientos. Miguel jamás se vería afectado por algo así. Él parecía estar muy feliz por Alex. Tal vez extrañaba tener a alguien como Alex tenía a Frank. Sí, era eso. Estaba cien por ciento seguro.
-Me alegra oírlo, ¿por qué vinieron? -me dirigí esta vez hacía Mangel, quién era él único que sabía a donde iba los viernes.
-Samuel quería verte, dijo que tenía algo importante que decirte, y ya sabes, si viene uno viene todo el paquete incluido -dijo Miguel, rió levemente y se fue a sentar en una mesa.
Por primera vez en toda aquella mini conversación, le presté total atención a Samuel. Venía vestido con unos shorts caqui y una camiseta con estampado de flores amarillas.
Se veía tan lindo así. El amarillo le quedaba bien, resaltaba sus ojos.
-¿Qué pasa? -me acerqué a él, quedando a centímetros. Samuel bajo la mirada, apenado y con un sonrojo notable en sus mejillas.
-Y-yo... -escuche su risa nerviosa.
-¿Sí? -dije alzando su mentón para que me viera. Amaba cuando nuestras miradas se conectaban de aquella manera- Te escucho...
-¿Q-quieres salir c-conmigo? -cerró los ojos, como si esperara que algo le golpeara.
Le solté. ¿Estaba diciéndolo enserio? Sonreí. Esta vez yo solté una risa nerviosa.
-M-me encantaría -un brillo nuevo, que nunca antes había visto, se formó en sus ojos. Jugó con sus dedos un rato y después volvió a hablar.
-Pensé que dirías que no... -le mire confundido- Bueno ya sabes, por lo que comienzan a decir de ti a causa de que te juntes conmigo... no lo sé, pensé que...
-No seas tonto Samu, ¿recuerdas cuando te dije que me gustabas? -asintió- No sé cuantas veces lo tenga que repetir, pero lo decía enserio...
Sus brazos rodearon mi cuello. Se apoyo en mi pecho. Reí levemente. Era tan tierno. Mis brazos se posaron en su cintura. Deposite un beso en su nuca.
Algo que había notado cuando me acercaba a Samuel era que siempre olía a jazmines y vainilla. Y Dios, cómo me enloquecía aquel olor.... Podría quedarme así toda la vida.
Y este es el fin, igual y hago una segunda temporada, quién sabe....
Pero por el momento creo que lo dejare así, perdonen, no creo poder seguir, al menos no por un tiempo, las cosas que me están pasando son demasiado frustrantes...
No olviden que los amo <333
Que es broma ;)
No me maten pls xd <3
Que hoy voy a subir un nuevo fic luzuplay, vallan a leerlo y díganme que les parece :b
