Samuel y Ruben han ido a los mismos colegios desde que aprendieron a caminar. Lo raro es que nunca se habían topado, no hasta el pequeño incidente en su tercer año de bachillerato.
Ruben tira la comida de Samuel por accidente y se ofrece a recompen...
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Me desperté sintiendo algo pesado en mi pecho. Abrí los ojos y lo ví. Samuel. Samuel estaba dormido, con su cabeza apoyada en mi pecho. Sonreí. Jugué con su pelo. Sentía su respiración. Veía como los rallos de luz iluminaban su rostro.
Jamás había encontrado tal perfección, aún con resaca, podía decirlo.
-¿Qué tanto miras? -preguntó aquel hermoso chico. Me imaginé como sería despertarse así todos los días, junto a él. ¿Por qué Guillermo lo dejó?
-Nada, es que eres hermoso, es todo -rodó los ojos y se levantó. Me quejé al no poder pararme del todo.
-Eso te pasa por beber de más -le mire frunciendo el ceño.
-Isti ti pisi pir bibir di mis -recibí un almohadazo en respuesta a mi imitación barata de Samuel. Saqué la lengua en señal de que no me dolió.
Cuando me logré levantar, me abalancé hacía él y lo lleve a la cama nuevamente. Le di pequeños besos en su mejilla.
-¡Para! Puff.... jajaja... Me haces cosquillas, para, JAJAJAJA -Samuel apenas y podía hablar, lo único que hacía era reír, música para mis oídos.
Daba manotazos al aire y intentaba separarme, pero no le dejaba. Me iba a encargar de hacerle feliz, especialmente después de todo lo que pasó la noche anterior.
Cuando finalmente paré, Samuel tenía la cara roja. No sé si de tanto reír o de haberle besado de mas. Acaricié su torso por debajo de la camiseta que llevaba puesta. Le ví morderse el labio. Levanté por completo su camiseta. A pesar de todo, no podía despegar mis ojos de los suyos. Comencé a repartir besos por todo su torso. Él solo tomaba mi cuello y se aferraba a este.
-¡Oigan! ¡Que no están solos! -gritó Mangel, saliendo de entre unas cobijas que habían en el suelo. Samuel dió un respingo.
-Perdón... Ahora estamos a mano, ¿no? -Mangel se sonrojo después de lo que dijo Samuel. Sonreí. Me alegraba que ya se estuviesen llevando mejor. Aunque sea un poco.
-¿A qué se refiere? -le pregunte a Miguel cuando Samuel se encontraba en el baño.
-Me encontró liándome con Alex, nada importante -si hubiese estado tomando algo, me habría ahogado- Ademas, no es como si me viese como algo más...
Le miré. Parecía afectado por lo que él mismo había dicho. Negué con la cabeza.
-Ambos sabemos que no puedes usarlo de esa manera y después hacerte la víctima -me miró con mala cara- Las cosas como son, como diría Raul.
-Lo sé... lo sé. Algún día... algún día lo lograré. Lo superaré, sin lastimarlos. Lo prometo.
Lo último lo dijo más para sí mismo. A Mangel le quería mucho, pero jamás le mentiría. Lolito había partido a un lugar mejor hace un año, y de todos, a Mangel le dolió mucho más.
