Jacob.
Ayer en la noche cuando llegue todo estaba en silencio y le agradecí a Dios que mis abuelos no estuvieran despiertos, dudo mucho que hoy me salve pero tengo esperanzas de que estén ocupados.
Sonrío al leer el mensaje por 5ta vez, Camila tiene el don de hacerme sonreír muchas veces, eso no me había pasado antes. Es interesante, para no decir perturbador.
Castaña Agresiva:
Hey rubio, llegamos sanas y salvas.
Pd; Cuídate ese ojo.
Trato de no reírme por cómo se agendo, también es muy divertida y parece no molestarle lo serio que soy. Pensé mucho en que responderle pero al final de tanto pensar me quede dormido y no me parece correcto responderle hoy el mensaje de ayer.
Lo pienso un poco y escribo.
Yo:
—Hola... buen día, ayer me quede dormido. Lo siento.
Castaña Agresiva:
—Oh... ¡Hola!, tranquilo rubio gruñón. ¿Cómo te sientes?
Sonrío, se sigue preocupando por mi bienestar y no es algo que debería hacer ya que no es mi familiar. Eso quiere decir que lo hace desinteresadamente.
Ahora estoy divagando, ella me pone nervioso.
Yo:
—Duele, pero veré si consigo unos analgésicos sin que mi abuela se entere, sino pegara el grito en el cielo.
Respondo divertido y veo como está escribiendo, espero ansioso su respuesta.
Castaña Agresiva:
—Uy tienes que decirme la reacción de tu abuela, debo dejarte. El ambiente aquí no es el mejor y hay que hacer el desayuno, sobrevive a la reacción de tu abuela. Chauuu Rubio gruñón.
La decepción me invade, no sé pero quiero seguir hablando con ella. Dudo un momento en si llamarla o no, pero desisto de la idea y termino contestándole.
Yo;
—Trata de no quemar la casa Castaña Agresiva, hasta luego.
Noto como lee mi mensaje pero no responde, así que esa es mi señal para levantarme y tratar de que mi abuela no me vea.
Me levanto de la cama sin muchos ánimos y me dirijo hacia el baño, orino, me lavo los dientes y por ultimo me lavo el rostro con cuidado. Intento no mirarme con horror, mi ojo está muy morado e hinchado necesito una crema para que baje la hinchazón y algo para el dolor.
Me pongo a pensar donde estaba el botiquín con todas las medicinas y recuerdo que está en la habitación de mi abuela, reviso la hora son las 8:00 am en estos momentos seguro estará en el jardín podando sus plantas.
Me coloco una camisa limpia y salgo de mi habitación para ir a la suya, camino con sigilo y cuando llego abro la puerta sin hacer ruido.
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Un Inesperado Amor Libro 1.5
Ficção AdolescenteCamila Matthews es conocida por su gran capacidad de entender a las personas, siempre soñó con ser una gran psicóloga, solo que el rencor a su padre no le ha permitido perseguir lo que ama. Su vida no era ni mejor ni peor que otras, pero algo cambia...