Capítulo 15

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Camila


Daba saltos con mis botas de lluvias amarillas, me gusta la lluvia. Muchas personas dicen que cuando llueve es porque el cielo está triste pero tengo mi propia teoría.

La lluvia viene cuando las pobres nubes están cansadas de estar gordas y quieren bajar de peso. Cuando le dice eso a mi hermana Lu empezó a explicarme de una forma muy científica que mi teoría era estúpida, ese día lloré y papi dijo que tenía una mente muy especial.

Papi...

Ayer salió en la noche muy raro, llevaba con él algunas cajas y ropa. Tal vez tenía que ir a trabajar. Mami dice que volverá pronto pero la escuche llorar de nuevo y sus ojos estaban muy rojos.

Lu está encerrada en su cuarto desde anoche y no desea hablar con nadie. Yo solo me puse a jugar con los charcos de agua con el permiso de mi mami.

Un salto...

Dos saltos...

Tres saltos...

Y justo ahí escucho como algo se rompe, entro corriendo a la casa y las lágrimas salen cuando escucho lo que mi hermana dice con rabia.


­— ¡Papa se fue por tu culpa!, no volverá jamás Lu llora pero sin emitir ningún ruido, en cambio yo me cubro la boca para que no se escuchen mis sollozos.

Lucy, mi niña no es...

Te odio, ¡lo prefiero mil veces a él! La expresión de mi mami es la misma que pongo yo cuando me quitan mi helado, de dolor.

Mi hermana desaparece de la sala y escucho como su puerta es lanzada hasta crear un sonido muy fuerte que me asusta.

Mami... me acerco hasta ella y acaricio su mano Tranquila que yo te elegiré a ti siempre Disfruto del abrazo de oso que me da y trato de olvidar su llanto...


Trato de controlar mi respiración, siento que en cualquier momento me dará un paro cardiaco. No me gusta recordar la época en donde mi mama sufrió a causa de un matrimonio fallido y el odio irracional de mi hermana mayor.

Intento despejar mi mente de esos pensamientos dolorosos, no tardó mucho en colocarme un abrigo y salir de la habitación. Camino hacia el único lugar donde puedo conseguir algo que me calme la ansiedad, la cocina.


Cuando llego no me sorprende ver el cuerpo de Erick Miller husmeando por todo el lugar.


— ¿Qué haces? — pregunto curiosa.

—Me has dado un susto de muerte Camila — coloca una de sus torpes manos en el pecho, justo donde se encuentra su corazón.

—Muerto vas a estar si alguien se entera que te quedaste en el cuarto de la señorita Mackenzie — imito a la perfección el tono del loco de William alias el robot y me gano una sonrisa del Miller.

—No te alteres, esta como que muy temprano — dice como si lo que dije anteriormente no fuera de su importancia.

—Eso es lo que te iba a decir yo, ¿Qué haces despierto a las 4:00 am? — cuando empieza a sonreír como un estúpido no me hace falta pensar mucho cual es la razón de su sonrisa.

Espero alguna respuesta de su parte, pero el niño se ha ido de este planeta y ni me quiero imaginar en que estará pensando, lo menos que deseo es traumarme.

Un Inesperado Amor Libro 1.5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora