Jacob
Estaba empezando a creer que venir no fue una buena idea, aunque al ver su sonrisa de reojo estaba cambiando un poco ese pensamiento.
Nunca tengan pareja, pueden llegar a ser demasiado persuasivas.
Mejor dicho, un poco manipuladoras.
—Cuando dijiste que sabias donde vivía, pensé que hablabas de alguna de tus compañeras chillonas — me da una mirada seria — ¡Dios!, Es verdad y hablan de estupideces, deberías hacer tus trabajos sola.
—No soy como tú, creo firmemente en el compañerismo — la miro escéptico.
Eso no fue lo que me dijo hace una semana cuando su compañera no hizo su parte del trabajo. Debo acotar que fui yo quien la ayudo a terminar, aunque no entendiera mucho sobre el tema a tratar.
Salió bien, así que tan mal no nos fue.
—Mejor no diré nada al respecto— sonríe — en primer lugar, ¿cómo conseguiste la dirección?, porque intenté buscar y no encontré nada.
—El que poco busca, poco encuentra — ni siquiera le presto mucha atención a lo que me dice— Pues me metí en algo que se llama Google, coloque su nombre y eso me llevo a nada — frunzo el ceño y ríe — Oh Jakecito, ¿Dónde dejaste tu sentido del humor hoy?
—En la cama, donde compartimos algo más que besos — desvía la mirada y se retuerce un poco — prosigue con tu relato.
—Bueno, no salía la dirección de su casa sino de otro lugar, fui hasta allá conversé con un par de personas y luego entendí que no me iban a dar la dirección porque parecía un poco psicópata. Así que recurrí a un experto y en menos de 10 minutos ya tenía la dirección que deseabas Jacob Bonito.
Analizo toda la información que me da, no sé cómo puede hablar tanto sin cansarse.
— ¿Estas queriendo decir que contrataste a un hacker para eso? — Asiente — estás loca, puedes tener problemas legales.
—No a cualquiera, al mejor — sonríe— Ryan es muy bueno — no me sorprende que haya sido él. Sabe mucho de todo y aun así nadie sabe mucho de él. Supongo que Emma sí— además le dije que, si me ayudaba, mamá le haría el favor de preparar su plato favorito y acepto.
Conecta mi teléfono al auto y empieza a sonar la música chillona que le gusta, está obsesionada con el Kpop, espero el mes que viene tenga otro gusto musical.
— ¿Crees que tendrás que pelear con Enzo para ser la madrina de la pelirroja?— muy pocas veces he notado a Camila seria, hoy es una de esas veces.
—Yo llegue primero— afirma — además el inglés falso no fue a la fiesta de Elah, así que me entere primero.
Analizo la información y sonrío.
—Si mal no recuerdo nuestros queridos amigos antes de volver pasaron por Londres... — Camila gira su cabeza casi haciéndole la competencia a la chica del exorcista — así que pudo recibir la noticia antes que todos.
—No... no... ¡No! — busca algo en su bolso — si ella le dijo a él antes que, a mí, la voy a matar y no me importa si Erick llora su perdida por años.
Me concentro en manejas mientras ella se encarga de llamar a Mackenzie para reclamarle lo que tal vez solo son suposiciones.
~*~
Si, no eran suposiciones, Enzo tuvo la primicia del compromiso.
¿Me molesta?, para nada.
No puedo decir lo mismo de mi acompañante, que no solo le colgó a su mejor amiga, sino que se ha mantenido callada en lo que restaba por llegar.
ESTÁS LEYENDO
Un Inesperado Amor Libro 1.5
Ficção AdolescenteCamila Matthews es conocida por su gran capacidad de entender a las personas, siempre soñó con ser una gran psicóloga, solo que el rencor a su padre no le ha permitido perseguir lo que ama. Su vida no era ni mejor ni peor que otras, pero algo cambia...