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-Steve, enciende tu televisor ahora. Canal 3. -La voz de Sam sonaba mortalmente seria.

Las noticias mostraban imágenes de fuego y polvo escapando de un edificio derrumbado en Viena. La ONU, pensó Steve. Conocía el lugar y había estado allí más de una vez. De hecho, el Capitán América estaba al tanto del evento que había estando ocurriendo antes del incendio. El rey de Wakanda transmitiría un mensaje internacional. La participación del gobernante africano sería la oportunidad perfecta para que los grupos radicales crearan caos y enviasen un mensaje de terror. Eso no era nuevo; el hombre había estado en el ojo público debido a su postura firme contra los grupos supremacistas, y parecía ser una persona decente. Sin embargo, Steve deseó no poder encontrar una conexión entre el mensaje, el incendio y Bucky.

-¿Nat está bien?, Preguntó Steve, visiblemente preocupado. Apenas, unas horas antes, Natasha había llamado a Steve y Sam para informarles sobre la búsqueda de Bucky. De nuevo, nada relevante.

-Por supuesto, Cap. Ella fue quien me informó, pero ha estado ocupada tratando de obtener información sobre el incidente.

Natasha se había infiltrado en la ciudad para encontrar un vínculo entre los grupos extremistas, mercenarios y las facciones restantes de Hydra, pero por lo que se sabía, cualquiera de ellos podría haber colocado la bomba antes del mensaje.

-¿Cómo está conectado Bucky con la explosión?, -Cuestionó el Capitán América.

-Sabemos que estuvo allí, Cap. Él está grabado en video. Te lo estoy enviando.

¿Era eso posible? Bucky había evitado las cámaras y los detectores durante décadas. ¿Cómo podría suceder eso ahora?

Steve deslizó sus dedos, expectante sobre la pantalla de su tableta virtual y el video comenzó a reproducirse. El formato 4D era extrañamente nítido. En realidad, esta tecnología era completamente diferente a todo lo que había visto; ni siquiera Stark la tenía. El video contenía casi cinco segundos de imágenes de presidentes y altos funcionarios firmando papeles y estrechándose las manos en el salón principal de las oficinas de la ONU, pero incluso entre la multitud algo era indudablemente cierto. Él estaba ahí.

Bucky. 

Su Bucky. Vivo y saludable. Caminando entre ellos. Vistiendo un traje gris y una corbata negra. Su cabello había sido cuidadosamente atado en un moño y sus ojos lucían agudos e impresionantes. Dios. Bucky se veía tan hermoso como siempre. Su mera imagen le quitó el aliento a Steve.

-¿Dónde está él ahora?, -Preguntó el Capitán América. Su mandíbula se apretó por un instante.

-No lo sabemos, pero Nat ya está interrogando a los testigos. Debemos estar preparados para el peor escenario posible. -Repuso Sam.

-¿Crees que... crees que él lo hizo?

-A nadie le importará lo que yo crea allá afuera. Fue terrorista una vez, Steve. Necesitamos estar seguros antes de actuar.

Un terrorista. Steve sintió que el planeta se desmoronaba bajo sus pies. Si Bucky estuviera involucrado, todo el mundo lo perseguiría. De hecho, algunos países habían comenzado a considerar que las "personas mejoradas" eran más peligrosas que útiles, y este sería un momento perfecto para que esos gobiernos mostraran sus verdaderos colores. No les importaría la inocencia de Bucky. En el fondo de su corazón, Steve estaba seguro. Su amado no podría haberlo hecho. Era una víctima, no un perpetrador. Ya no.

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