00° 00'00.00 "S, 78° 48'00.91" W
Mindo
Steve lo miró como si fuese alguna criatura mágica. Estaba seguro de que si parpadeaba, su otra mitad se desvanecería frente a él.
-Bucky... -Por un segundo, las palabras desaparecieron de su mente. Por fin, el amor de su vida estaba allí, mirándolo a los ojos. La misma nariz, con aquel ángulo imposiblemente exquisito; los mismos labios rosados; la misma voz hechizante que lo atormentaba en cada sueño. Era tan bello.
El capitán Rogers corroboró cómo después de casi un siglo, la piel de su amado todavía era marfil y plata a la luz de la luna, y su propio corazón amenazaba con saltar de su pecho. "Bucky está aquí... Bucky está aquí... Bucky está aquí..." Su mente repitió.
-Te grabaron en el edificio de la ONU. -Logró articular.
-Lo sé. Nakia es una de las mejores, pero he entrenado a suficientes espías wakandianos para conocer sus debilidades. Ella siempre ve lo mejor en las personas, y es bastante ingenua para ser una espía. Sin embargo, tuve éxito. -Afirmó el hombre.
-¿A qué te refieres, Buck?
-Quería que lo supieran. Quería que me encontraras, y finalmente lo hiciste.
-¿Por qué?
Steve no había sido el mismo hombre. Durante más de un año, los celos y el dolor se adueñaron de su corazón. Hubiera muerto gustoso, solo por abrazar nuevamente a Bucky y nunca dejarlo ir, y sin embargo, hizo todo lo posible para evitar asustar al hombre frente a él. No se trataba de sí mismo, sino del otro, así que ni siquiera se movió.
-No puedo hacer esto... Él está asustado... Ya no es solo Bucky... Ama a Brock... Ama a Brock... ¡Dios! Ama a Brock Rumlow.
-Te mostraré todo ahora.
El hombre descendió del quicio de la ventana y avanzó. Lento y deliberado. Se despojó de la sudadera con capucha de color vino y levantó la manga de una camiseta negra. Y cuando sus ojos se encontraron, Brock Rumlow ya no le importaba más a Steve.
-Necesito que tengas esto. -Buck desplegó ligeramente las placas de su brazo robótico y usó las yemas de sus dedos para abrir una minúscula hendidura entre sus cables, justo detrás de la capa superior de metal. Con cuidado, sacó de la estructura una pequeña cápsula y la puso sobre la mesa. -Aquí está toda la evidencia que necesitas para destruir a Hydra, entonces tú y tus amigos estarán a salvo. El mundo estará a salvo.
-Aún te preocupas por mí. -Reflexionó Steve, casi ausente.
-Siempre lo haré, punk imprudente. Bucky le mostró su vieja sonrisa torcida por un segundo, y eso fue todo lo que Steve necesitó para colapsar.
-Lo siento, Buck... Lamento mucho lo del tren. Lamento todo lo que te pasó... ¡No pude ayudarte! -Exclamó.
-No fue tu culpa. -El otro sacudió la cabeza lentamente. -Tú siempre haces lo correcto. Por otro lado, yo mismo hice cosas horribles y merezco ser castigado por ellas, pero primero necesito hacer algo importante.
-Déjame ayudarte. -Pidió Steve, tratando de recuperar su compostura.
-El nombre en la lista. La Hidra Suprema. Finalmente sé quién es, y no puedo simplemente matarle. Me temo que es demasiado para mí. -Murmuró. -Además, debo difundir la información del chip antes de ir en su búsqueda, pero aquí están todos los demás. Los archivos secretos de altos diplomáticos y empresarios infiltrados; Todos ellos son de Hydra. Sé que tú y los vengadores los llevarán ante la justicia. Sin embargo, yo ya eliminé a los más peligrosos. -Bucky declaró, mientras apoyaba su brazo izquierdo en la pared de madera, visiblemente exhausto.
ESTÁS LEYENDO
Latitud Cero
Romance¿Y si Brock Rumlow tuviera razón? ¿Qué pasaría si Bucky y el Activo no fueran la misma persona? Pero más importante: ¿Y si Rumlow -ese monstruo- realmente amara al Soldado del Invierno ?, reflexionó Steve. Una búsqueda desesperada de respuestas, una...