Suroeste

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64 ° 08'10.46 '' N, 21 ° 56'00.30 '' O

Reikiavik

-Estamos aquí en representación de la ONU. La muerte de Karl Kraus es un asunto de seguridad internacional y utilizaremos su anfiteatro. -Nakia declaró sin más a la policía local, y nadie pensó siquiera en detenerla. Además, cuando la mujer fue seguida por un pequeño ejército africano, su rey, dos amenazantes agentes especiales y el Capitán América en persona, todos los empleados abandonaron la morgue y los dejaron definitivamente solos.

Mientras el rey y su guardia buscaban pruebas, Natasha y Nakia comenzaron a traducir los archivos oficiales de la investigación. A su vez, Sam y Steve avanzaron hasta el final de la sala y retiraron la manta que cubría el cadáver de Kraus, que yacía sobre una mesa de laboratorio. 

Por un segundo, todos permanecieron en un silencio ominoso.

Las noticias no habían exagerado. Toda la piel había sido removida con precisión quirúrgica y entre la red roja de músculos y grasa de lo que alguna vez fue Karl Kraus, solo los labios permanecían perfectamente intactos.

Steve fue el primero en notarlo. En ese instante, miró brevemente a su equipo.

-¡Oh Dios! -Sam siseó, y las arcadas se apoderaron de su pecho.

-¿Estas bien? -Preguntó Nat. El otro asintió y señaló el baño más cercano. Cuando se alejó, el Capitán Rogers fue tras él.

Una vez en el baño, Sam encendió el dispositivo de comunicación segura.

-¿Qué pasa, Steve? -Susurró.

-Algo anda muy mal. ¿Por qué querría Buck los nombres de esos oficiales?

-Venganza; ya lo sabemos. Posiblemente Kraus fue uno de esos tipos que torturaron a Barnes. -Sam respondió.

-No. Quiero decir, ¿Por qué se arriesgaría a acercarse lo suficiente como para desollar a Kraus? Buck puede evitar ser visto fácilmente. Si él quisiera a alguien muerto, simplemente podría usar sus habilidades como francotirador. Si además deseara hacerlo sufrir, podría haberlo envenenado, pero torturó al hombre... Él quería que hablara . Pierce está muerto y las personas en la lista son altos oficiales de Hydra. Buck está buscando información sobre algo, pero ¿qué... y para qué? -Reflexionó Steve.

-Buen truco, Wilson; fuiste muy creíble. -Natasha afirmó, mientras se reunía con su equipo en el baño. -No te preocupes por nuestros amigos. Aparentemente, algunos archivos en posesión de Kraus sugieren que era parte de una red de tráfico de marfil, piedras preciosas y vibranium. Tenemos tiempo. -Luego, hizo una pausa. -Pero, Steve... Recuerdo mi entrenamiento en la Habitación Roja. Borra tu humanidad. Te rompe, y lo que Hydra le hizo a Barnes fue aún peor. Si yo fuera él, haría lo mismo. Evitemos las expectativas.

Steve se reclinó contra la pared y suspiró levemente. -No Nat. No pienso que sea tan simple.

-¿A qué te refieres, Steve? -Inquirió Sam.

-Cuando teníamos siete u ocho años, Bucky solía llegar antes que todos los demás niños en la escuela. El recogía manzanas de nuestro jardín escolar para entregármelas. Nuestro maestro le dijo alguna vez que comer fruta fresca podría ayudar mejorar mi salud; él siempre veló por mi, me protegió hasta el día en que se marchó a la guerra. Tal vez eso no hizo ninguna diferencia, pero nunca dejó de intentarlo, él... No solo es fuerte y rápido. Buck es el hombre más amable que conozco, y no puedo creer que haya hecho esto sin una buena razón.

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