Ushuaia
54 ° 48′23 ″ S, 68 ° 12′10 ″ O
Sergei Kravinoff nunca había sido un hombre fácil de rastrear. A pesar de que les había contado a todos en Hydra sobre sus nobles ancestros en Rusia y su enorme riqueza, poco era lo que se conocía sobre él. De cualquier modo, no se necesitaba saber nada más, ya que su reputación como un agente sádico y despiadado le precedía.
La mayoría de las personas en la organización lo conocían simplemente como Kraven el Cazador.
Los penetrantes ojos oscuros de Kravinoff, su cabello negro, comúnmente atado en una coleta apretada y su voluminosa figura eran parte de su característico aspecto, pero nada de eso era tan distintivo como el resto de su atuendo habitual. Durante la mayoría de sus misiones, el hombre solía usar masivos abrigos de piel, así como collares hechos de garras y colmillos que provenían de sus presas. Muchos de sus colgantes eran fácilmente reconocibles como parte de rinocerontes, hipopótamos, grandes felinos y una amplia variedad de osos. Sin embargo, algunos de ellos tenían una fuente aún más oscura.
Como indicaba su apodo, Kraven era un cazador experto que había aprendido personalmente del Activo algunas de sus habilidades más legendarias durante sus años juntos. Aparentemente, Kravinoff fue quien transfirió al Activo de la rama soviética de Hydra y cuando se trataba de destruir, nadie era tan paciente y de sangre fría. El Cazador se había abierto camino hasta los rangos más altos de la organización matando a sus adversarios y traicionando a sus colegas por igual, hasta que obtuvo el puesto de manejador del Activo del propio Alexander Pierce.
Kravinoff era adicto al poder, y nada era una mejor muestra de supremacía que empuñar el arma definitiva de Hydra, y por un tiempo, demostró ser el mejor para sostenerla. Cada vez que iba a una misión o ascendía a un nuevo rango, El Cazador adquiría un nuevo colgante de hueso o dientes.
Sin embargo, hacía trece años, Kraven quedó atrapado en una explosión durante una misión en Ruanda, y su puesto quedó vacante. Para entonces, el Agente Rumlow ya era uno de los contendientes más serios para el trabajo, y nunca se detuvo hasta convertirse en el nuevo manejador del Soldado. Las tareas fueron brutales, y Rumlow tuvo pesadillas por años, pero Winter había valido cada segundo de tortura y dolor.
Brock descendió de su vehículo, un Toyota Hiace blanco, y avanzó los últimos pasos hasta la puerta de su refugio más reciente; Una cabaña de madera en el lado más alejado del puerto. El resto de sus nuevas pertenencias habían quedado ocultas en su base en Montevideo y después de que Arturo Zambrano alquilara el vehículo y el pequeño lugar por un mes, se instaló en Ushuaia.
"Un buen lugar para compartir con Wint". Reflexionó Brock. El clima era bastante frío y estaba vestido como cualquier pescador. Botas de nieve, jeans azules desgastados y una camisa de franela gris. Un cálido chaleco negro y un gorro de lana complementaban su atuendo. Parecía bastante común, considerando la cantidad de personas que llegaban a ese lugar en busca de aventuras y peces enormes. Rumlow se reunió con su nuevo arrendador, un anciano sin interés en conversar, y pagó el alquiler completo por adelantado.
Cuando recibió las llaves de su cabaña y vio al hombre alejarse, el ex espía recordó el día en que Alexander Pierce lo promovió tras la muerte de Kravinoff. Aquella ocasión aceptó el puesto humilde y profesionalmente, y recordó cómo de alguna manera, su principal preocupación habían sido los incontrolables latidos de su corazón. Tal vez, Hydra podría incluso rastrearlos y sospecharían que estaba demasiado feliz de estar con Wint. Sonrió ante el recuerdo.
Aquel día, después de recibir la noticia, Brock había esperado en la habitación donde se estaba preparando el Activo para su próxima misión, y cuando los técnicos los dejaron solos por un momento, se adelantó y sacó de sus pantalones tácticos una pequeña barra de chocolate. Muchas veces, especialmente durante sus recientes misiones juntos, Wint parecía recordar su voz o su rostro cuando se reencontraban, y los dulces siempre parecían ayudabar. A veces, sus ojos estaban casi lúcidos. Rumlow vivía para esos días.
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Latitud Cero
Romance¿Y si Brock Rumlow tuviera razón? ¿Qué pasaría si Bucky y el Activo no fueran la misma persona? Pero más importante: ¿Y si Rumlow -ese monstruo- realmente amara al Soldado del Invierno ?, reflexionó Steve. Una búsqueda desesperada de respuestas, una...