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Disclaimer: los personajes no me pertenecen, son de Mashashi Kishimoto. Y el fic mucho menos me pertenece, todo es obra de crazygurl12, yo solamente lo traduzco para que llegue a más lectores.

-ooo-

Hinata abrió los ojos.

-Oh, bien. Ahora estás despierta querida. - Una voz de mujer le hizo girar la cabeza a la kunoichi. Lo que vio la sorprendió. Una anciana, arrugada por los años y encorbada por los huesos débiles. La anciana sostenía un bastón mientras que el otro sostenía un pequeño tazón de arcilla. -¿Tienes hambre? Hice sopa.

¿Una anciana?

Hinata miró a su alrededor y se dio cuenta de que estaba dentro de una habitación. Estaba en la cama y había un escritorio junto a ella, donde se colocaban cuencos medio llenos y vasos medio vacíos. Había una ventana, ubicada al pie de la cama que estaba muy bien cerrada.

-¿D-Dónde estoy? - Preguntó, aturdida y desconcertada al mismo tiempo. Lo último que recordaba era ser estrangulada por un fuerte agarre y estar gritando a toda volumen bajo la fuerte lluvia.

La anciana le sonrió, tranquilizadora en su rostro. -Estás dentro de mi humilde hogar. Estaba lloviendo afuera y estabas atrapado dentro del bosque con tu esposo. No sé qué sucedió exactamente, pero estabas inconsciente cuando tu hombre te trajo aquí.

Hinata palideció. -¿E-Esposo?

La anciana asintió. -Sí, cariño. Mi casa está ubicada más cerca del bosque, así que decidió pedir ayuda... la tormenta es muy fuerte y ambos necesitaban refugio. - Dando un paso hacia ella, la mujer sonrió. -Mira... son una pareja tan encantadora... eres tan hermosa y tu esposo es muy, muy guapo. Estoy seguro de que sus hijos también serán muy hermosos.

Hinata tardó unos segundos en asimilarlo todo. Mirando hacia abajo bajo las mantas que la envuelven desde el pie hasta la cintura, sus ojos se abrieron cuando ya no estaba usando su ropa... sino algo más. Era un vestido viejo y andrajoso, demasiado corto para ella. Si no fuera por las sábanas, sus muslos serían muy visibles en este momento.

-Oh, Gomenasai por la ropa... es mía. Soy muy baja en comparación con tu estatura. - La mujer explicó. -Es todo lo que puedo ofrecer querida, mi ropa no te quedará... uhm, especialmente en el área del pecho.

Hinata parpadeó.

La mujer sonrío. -Nunca he tenido una figura tan curvilínea incluso cuando era joven.

Hinata miró a su alrededor otra vez, sin siquiera tratar de molestarse por lo que decía la anciana. Todo lo que sabía era que ella necesitaba alejarse de aquí. Ella realmente tiene un mal presentimiento sobre quién es su supuesto "esposo".

-Baa-chan. - La heredera hizo un gesto a la mujer. -¿Tu casa... está ubicada más cerca del bosque? Pero esta es una ciudad, ¿verdad?

La mujer asintió con la cabeza. -Un pequeño pueblo... terriritorio de un daimyo.

-Me puedes ayudar—

-Estas despierto. - Se escuchó otra voz e hizo que el corazón de Hinata saltara como loco. Se congeló en la cama y sus ojos parpadearon hacia donde estaba el dueño. Ella conoce esa voz... eso fue lo último que escuchó antes de que la estrangulara hasta dejarla inconsciente.

Es Itachi.

-¿Puedes darnos un momento, Baa-san? Necesito hablar con mi esposa. - Itachi le preguntó a la anciana que le sonrió y salió corriendo de la habitación, llevando los platos usados ​​en una bandeja grande. Dándoles una sonrisa final, cerró la puerta de madera con un suave golpe.

sᴇᴄᴜᴇsᴛʀᴀᴅᴀ ᴘᴏʀ ᴀᴋᴀᴛsᴜᴋɪ ↝ ᶤᵗᵃʰᶤᶰᵃ-ˢᵃˢᵘ ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora