sᴇᴄᴜᴇsᴛʀᴀᴅᴀ ᴘᴏʀ ᴀᴋᴀᴛsᴜᴋɪ ↝ ᶤᵗᵃʰᶤᶰᵃ-ˢᵃˢᵘ ✓

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Disclaimer: los personajes no me pertenecen, son de Mashashi Kishimoto. Y el fic mucho menos me pertenece, todo es obra de crazygurl12, yo solamente lo traduzco para que llegue a más lectores.

-ooo-

Hinata comenzó a retorcerse de nuevo y Kisame levantó una ceja. -Ella está luchando contra tu trance de nuevo. - Mirando a la Hyuga, notó que las venas en el costado de su sien estaban saliendo. -Itachi... ¿te estás volviendo fácil con ella? Nunca he visto a nadie resistirse a tu Tsukuyumi así.

Itachi apretó su agarre sobre la Hyuga, sabiendo que uno estaba equivocado y ambos podrían caerse. Actualmente, están detrás del pájaro gigante de Deidara, volando muy por encima de las nubes. El viento era fuerte y su cabello de cola de caballo se movía con él, sus largos mechones cubrían sus ojos de la vista.

Deidara se cruzó de brazos, sus ojos también estaban puestos en la Hyuga. -Forma artística. - Comentó, su mirada aterrizó en el pecho de la niña.

-Nunca supe que eras un pervertido. - Kisame dijo secamente.

Deidara se encogió de hombros, su cabello rubio cubría la mitad de su rostro. -No veo con frecuencia una mujer... y cuando lo hago, generalmente son kunoichi, tratando de atravesarme la cara.

-Triste verdad. - Kisame estuvo de acuerdo, aunque no había ningún indicio de tristeza en su voz; en cambio, hubo una malvada mirada. -Por eso tenemos que matarlos.

Deidara sonrió con picardía. -Sí... mátalos de la manera más espantosa.

Itachi puede sentir que Hinata tiembla, sus ojos parpadean inexpresivamente mientras trata de alejarse del mundo de los sueños en el que la metió. Incluso en la inconsciencia, su Byakugan se activó, lo que solo significa que estaba perdiendo chakra por segundo, y pensar que su estado actual todavía esta débil.

-Deidara. - Llamó Itachi, sus ojos escondidos detrás de su cabello oscuro. -Tíranos al suelo.

-¿Por qué?

Kisame frunció el ceño. -No me digas que vas a deshacerte de nuestro viaje, Itachi. Esto es mucho más rápido que caminar y conveniente para evitar a los ninjas y rebeldes por igual.

-Hn.

-Itachi... te tomaría dos noches llegar a nuestro escondite a pie. - Kisame le recordó a su compañero. -Y eso si no tienes problemas en el camino.

-Tengo que traer a la Hyuga de vuelta a la conciencia antes de que se mate a sí misma por no drenar su chakra. - Itachi razonó con calma. -Y si lo hago por encima de este pájaro de arcilla, ella podría saltar o hacer algo que podría lastimarse a sí misma, haciendo que nuestra misión sea un fracaso.

-Cierto... ella es el premio aquí. - Deidara estuvo de acuerdo, lamiéndose los labios al darse cuenta de cuánto poder podían dar esos ojos blancos. -Oh, qué haría si pudiera poner mis manos en esos ojos...

-Kisame, ve delante de mí. Trata de despejarnos el camino mientras lo haces. - Itachi no esperó a que nadie respondiera mientras saltaba en el aire con la chica todavía colgando sin fuerzas sobre su hombro, temblando.

Kisame sacudió la cabeza, sus ojos siguieron el aterrizaje de Itachi en el suelo. -Maldito Itachi...

-El tipo es razonable pero todavía lo odio. - Deidara dijo, frotando sus palmas juntas. -Lástima que todavía esté planeando matar a su hermano pequeño por insultar mi maravilloso arte. - Su rostro se volvió astuto. -Todavía estoy esperando mi oportunidad contra Uchiha Sasuke, sabes... .

-Itachi no te dejará. - Dijo Kisame, aburrida. -No lo dejó vivir y fue alimentado por el odio todos estos años para que pudieras matar al joven Uchiha. Está reservado para el hermano mayor... además, los Uchiha son más fuertes que tú, así que vive con eso.