sᴇᴄᴜᴇsᴛʀᴀᴅᴀ ᴘᴏʀ ᴀᴋᴀᴛsᴜᴋɪ ↝ ᶤᵗᵃʰᶤᶰᵃ-ˢᵃˢᵘ ✓

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Disclaimer: los personajes no me pertenecen, son de Mashashi Kishimoto. Y el fic mucho menos me pertenece, todo es obra de crazygurl12, yo solamente lo traduzco para que llegue a más lectores.

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Hinata miró a Itachi mientras se sentaba a un lado de la cama. El hombre tiene los brazos cruzados, el rostro pensativo como siempre. Están en la misma habitación en este momento —como ordenó Pein— y, honestamente, Hinata no se encontraba tan incómoda con el Uchiha. En Akatsuki, él y Kisame son esos miembros en los que ella puede confiar de que no le harán nada pervertido.

Y considera el beso de Itachi más como un acto, aunque tiende a sonrojarse cada vez que lo recuerda. Extrañamente, todavía puede sentir el calor de sus labios contra los suyos, haciéndola reprimirse mentalmente por esos pensamientos... Y ya se reprendió a sí misma muchas veces, haciéndola preguntarse qué diablos le pasaba.

Itachi se quitó la capa, la dobló y luego la dejó en el suelo. Luego siguió su camisa de red. Hinata parpadeó cuando vio su mitad superior desnuda y luego fingió no ver. En su lugar, trató de enfocar su mirada en el viejo colchón de la cama. Estaba un poco polvoriento, así que empezó a acariciarlo con las manos.

-Hinata… - Fue Itachi.

-¿S-sí? - Ella chilló. Ella estaba equivocada. Se siente incómoda, más bien, desde el momento en que se quitó la camisa. Moviendo lentamente su cabeza hacia la dirección del hombre, se tragó la inquietud y luego lo miró. No quiere que Itachi sospeche que algo anda mal...

Luego me sentí bastante tonta.

Itachi ya estaba usando una camiseta diferente. Obviamente, se quitó la prenda superior para ponerse una nueva. Era una camisa negra de manga larga con cuello alto que le llegaba hasta la barbilla. -Duerme en la cama. Yo tomaré el piso.

-P-puedes usar la cama. Estaré bien en el piso. - Ella ofreció.

-No. - Itachi respondió simplemente.

Antes de que Hinata pudiera decir algo, hubo un fuerte golpe en la puerta, seguido de una fuerte oleada de poderoso chakra. Cuando lo sintió, Itachi sonrió. Sabía que era Kisame... y el hombre tiburón obviamente no enmascaraba su firma de chakra a propósito.

Intercambió miradas con Hinata, quien le dio una débil sonrisa y se encogió de hombros. -Es Kisame-Nii. - Hinata se levantó de la cama y caminó hacia la puerta. Vuando la abrió, la gran figura de Kisame se cernió sobre ella. -K-Kisame-niisan.

En lugar de hablar con Hinata, Kisame señaló al Uchiha con su dedo azul. -Amantes o no. Un toque y te mato.

-¡Nii-san!

-Ella es mi amante. - Itachi dijo con calma.

-Ella es demasiado… inocente para que jueguen y la usen, Itachi. ¿Por qué no vas y le pagas a algunas putas dispuestas si quieres sexo? - Hinata se estremeció ante las fuertes palabras que salían de la boca de Kisame. En realidad, se sentía un poco culpable por ocultarle la verdad a Kisame... después de todo, el hombre la trata como a una hermana real.

-¿Por qué de repente eres tan galante? - Preguntó el Uchiha, su expresión totalmente opuesta a la de Kisame. -Son las órdenes de Pein, Kisame... y sé que nunca cuestionas sus órdenes. Y Hinata es de Akatsuki... ella puede cuidar de sí misma.

-No cuestiono las órdenes de Pein ni subestimo las habilidades y destrezas de Hinata... Pero también recuerdo que me uní a esta organización porque quería cambiar los males del mundo Shinobi... y ahora, me di cuenta de que proteger a esta chica es el primer paso en ese camino de cambio. - Kisame miró a Hinata. -Si pasa algo malo… grita, Hinata-chan.