15. La prueba.

124 7 0
                                    

Solo estaba segura de algo en este momento y es que estoy comenzando a ponerme borracha pero aun estoy consciente de lo que estoy haciendo, y por otro lado creo que perdí a Kenia desde que me dejó en la barra y eso fue cuando llegamos.

La fiesta era genial, había un dj que sonaba las canciones más fenomenales que había escuchado, muchos chicos lindos de los cuales tenía sus números en mi celular por alguna extraña razón, chicos drogandose por todos lados, algunos teniendo sexo y otros pasándola bien. Había visto a un amigo de Connor seguramente lo recuerdan, Travis, habíamos conversado un poco y después desaparecio.

Por alguna extraña razón se me había figurado ver a Thomas por aquí, seguramente en el estado en el que estaba comenzaba a alucinar o eso quiero creer, realmente no le tome importancia ya que estaba mas concentrada bailando con Chris, lo sé, pero vamos al menos una cara conocida.

-Cariño jugaremos a la botella. - Dijo mi amiga en cuanto aparecio jalandome por toda la pista de baile. Solo me quedó sonreírle al chico con el que bailaba a lo que el me contestó de la misma forma.
-Oh vaya, hasta que te veo. - Dije antes de beber algo del vaso rojo que tenia.
-Tenía que arreglar algo antes con Steve. - Dijo gritando mientras subíamos unas escaleras.
-Supongo que la pasaste bien. - Dije riéndome.
-Claro que si nena. - Dijo volteandose para ver mi rostro a lo que solo pasó sus manos por mi nariz, eso quiere decir que estoy perfecta, no necesito retocar mi maquillaje. Es algo que mi amiga y yo habíamos decidido hacer, ya que casi siempre salíamos a fiestas y teníamos que vernos fenomales.

Estabamos en alguna segunda planta o algo parecido, la música se seguía escuchando y aún seguía habiendo gente aquí, pero claro está que mucho menos que en la planta baja. Nos sentamos en un circulo y de repente sentí como todo el alcohol que había bebido había salido de mi sistema, no había alucinado, Thomas estaba aquí, frente a mi, viéndome con una sonrisa burlona, seguramente se está burlando de la situación, tendría que estarme cuidando y el chico está casi igual de ebrio que yo.

-No hace falta decir de que trata el juego, solo les recuerdo que la tapa manda y el otro obedece. - Habló un chico morocho con un vaso rojo, haciendo girar una botella de vodka vacía, la botella apuntó a un chico que tenía un par de tatuajes saliendo por su cuello y una chica pelirroja, todos gritaban y silvaban, su reto fue beber un shot de tequila sin las manos, al parecer este juego iba a ser tranquilo.

La botella giraba y giraba, a este punto varios chicos y chicas ya habían pasado, algunos con retos fáciles y otros algo subidos de tono. Igualmente los vasos rojos se rellenaban con un líquido color ámbar que empezaba a hacer efecto en el sistema de todos, a decir verdad todos la pasábamos genial.

-Sigo yo. - Hablo Thomas animadamente. Aunque seamos sinceros todos estábamos animados gracias al tequila.

La botella dio varias vueltas y para ser sincera hubiera preferido que esta no se deteniera. Esto estaba jodido, esta vez la tapa había acabado en la persona que la había girado y la otra parte en mi. Maldita sea.

-¡Yo tengo el reto! - Hablo el morocho que había comenzado este desastre.
-Habla. - Dijo Kenia.
-Tienes siete minutos en el cielo con Thomas. - Habló el chico con una cara de descaro, por algo creo que esto está planeado o quizás es el destino.
-¿Que? - Dije sobresaltada.
-Vamos nena, es un reto fácil. - Dijo el chico divertido.
-Comprendre si no quieres hacerlo, eres una niña aun. - Dijo Thomas divertido. Este idiota se estaba burlando en mi cara y obviamente no lo voy a permitir.
-Lo haré. - Hable decidida.
-Nos tienen que traer una muestra de que la pasaron bien. - Maldita sea, estoy segura que este hombre está loco.
-¿Como que? - Dije con cara de asco.
-Un chupon en la parte del cuerpo que quieran, pero tiene que ser en ella. - Dijo el chico bebiendo de su vaso rojo.
-Hecho. - Dijo Thomas.
-Cuando ya estén dentro de la habitación empieza a contar el tiempo. - Dijo el morocho.
-Dios te bendiga amiga. - Dijo Kenia formando una cruz imaginaria.

Estábamos en una habitación de un chico al parecer, todo era en color gris con negro y blanco. Pero mi atención cambió de la habitación al chico que se paro frente a mi.

-Hailey no vamos a hacer nada, podemos buscar algo aquí para hacerte un chupon. - Dijo Thomas, vaya este chico parece más al que tenía ayer en mi casa.
-Házmelo tu. - Las palabras habían salido de mi boca antes de poder detenerlas, ¿que demonios acabo de decir?.
-¿Estas segura? - Dijo Thomas, por lo menos no tuve que decirle dos veces.
-Es un reto. - Dije encogiendome de hombros.

El chico no lo pensó dos veces y vio directamente la clavícula, estoy segura que es el lugar que va a escoger y claro que lo hizo. Mi niñero empezó a succionar y a morder esa parte, estoy segura que una muy buena marca si va a dejar. Cuando termino se levanto y le dio un sorbo a su bebida y me vio fijamente, maldita sea esto esta sonando como un cliche de novela de amor.

-Listo. - Dijo Thomas viéndome fijamente, carajo esto de estar alcolizada no me ayuda en nada.

Sin pensarlo dos veces me lance a sus labios, el no tardó en reaccionar y lo hizo de igual forma; el beso no era para nada dulce, simplemente era todo lo contrario. Nos estábamos besando como si nuestra vida dependiera de ello, Thomas mordía mis labios y sinceramente era todo muy apasionado; de un momento a otro termine sentada a horcadas sobre el, todo estaba tan caliente o simplemente era que hacía calor aquí.

-Hailey, los chicos ya no deben tardar en hablarnos. - Dijo entre jadeos, para ser tan real parece que sus labios eran adictivos o tal vez era el sabor convinado de vodka y tequila que hacía no poder separarme de él.
-No pasa nada. - Dije separandome un poco, también aproveche para tomar un poco de aire.

Thomas volvió a besarme y de una sola vuelta estaba de espaldas contra el suave colchón, me besaba de una forma tan desesperada y jodidamente caliente que por un momento pensé que perdería mi virginidad en este lugar.

Si así es amigos soy virgen, ven que andar en muchas fiestas y besarse con algunos chicos no te hace ser una zorra, solo hay que vivir el momento.

-Se acabó chicos. - Escuchamos la voz del chico morocho que había comenzado este juego.

Me detuve y por un momento la realidad vino a mi, ¿que carajo hice?. Me separe de él y me pare de la cama como si tuviera un resorte en el trasero y vi su cara, estaba todo manchado de labial rojo y con cara de confusión. Camine hacia el espejo que estaba a un lado de la cama y vi que estaba igual y con un chupon muy grande en la clavícula, estaba muy rojo y ya tenía algunos puntitos color vino.

-Tenemos que salir. - Dije firme y cortante cuando ya había limpiado el labial de mi cara y había acomodado un poco mi cabello. Thomas no dijo nada y salió atrás de mi.
-La prueba. - Habló el chico. Gire mi cabeza y moví un poco mi cabello dejando a la vista la prueba de lo que habíamos hecho, a lo que todos silvaron, aplaudieron e hicieron mucho ruido. Mi amiga solo me veía con una cara de confusión que la reconocería a kilómetros.

Sin decir nada me fui de ese lugar, no se que demonios paso por mi cabeza, quiero creer que fue el alcohol y la impresión del momento.

Definitivamente soy un desastre.

El niñero resignado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora