—Mamá no puedes hacerme esto. - Dije siguiendo a mamá por los grandes pasillos de la preparatoria, las pocas personas que estaban por ahí nos miraban divertidas.
—Claro que puedo hacerlo, por algo soy tu madre. - Dijo caminando rápidamente.
—Eso no es justo. - Dije abriendo la puerta del auto de mi madre.
—Hailey esto no está en discusión, hablaremos en casa. - Okay esto dejo de ser un simple juego.Mientras íbamos camino a casa hablaba con mi hermano Connor, aveces me gustaría ser como el, es el típico chico guapo, inteligente y deportista, mientras que yo soy la chica que se mete en problemas pero tiene grandes amistades, aunque mamá debería de estar agradecida que no llevo tan mal promedio.
—No puedo creer que hayas hecho eso Hailey, ya estoy cansada que siempre me estén llamando de la preparatoria. - Gritó mamá cuando cerré la puerta de nuestra casa.
—Lo siento, yo no me puedo quedar callada, se me hizo injusto que la profesora me haya sacado de la clase por hacer una pregunta de la clase pasada. - Dije rodando los ojos.
—Pues gracias a no saber comportarte tienes dos semanas de castigo. - Contestó mamá.
—Discúlpame por no ser el prototipo de hija perfecta. - Y así es como mama y yo tenemos una pelea diaria, aveces odio que tengamos el mismo carácter.
—Vendrán a cenar unos amigos de nosotros, espero que estés lista antes de las siete de la noche. - Dijo mi madre caminando hacia su oficina dejándome con la palabra en la boca.Él hambre se me había esfumado completamente, así que con todo mi orgullo subí directo a mi habitación, mi hermano no tardaría en llegar, siempre viene después de la universidad y por las tardes desaparece de la casa.
Llamada.
—¿Ahora que hiciste Hailey? - Contestó mi mejor amiga Amber por la línea telefónica, desgraciadamente es la única manera de comunicarnos, gracias a que a mis padres se les ocurrió la idea de mudarse de ciudad, realmente extraño San Francisco.
—Estoy castigada por dos semanas. - Dije frustrada, estaba cansada de siempre estar castigada, seguramente mamá no encuentra una mejor solución.
—Hailey debes de aprender a controlarte. - Contestó Amber con el típico tono de autoridad.
—Tratare, pero por ahora se me ocurrió una idea. - Dije antes de colgar la llamada, luego daré explicaciones.Tome mi celular y algo de dinero por si lo llegaba a ocupar, baje cuidadosamente las escaleras y salí por la puerta trasera, ya lo sé, mi mejor plan era escaparme de la casa sin que se dieran cuenta y vaya que cuando me lo propongo puedo ser muy audaz, ya estoy afuera de la casa y mamá no se dio cuenta.
Camine con dirección a la playa, afortunadamente mi casa no quedaba tan lejos de esta, así que no fue mucho trabajo; Los Ángeles era un lugar muy lindo pero a la vez muy caluroso, en las tardes me gusta venir a pensar o algunas otras veces venir a pasar el rato con mi patineta, sé que suena raro que una mujer aprenda a hacer algo así, pero gracias a las personas que conocí aquí es más fácil.
—¡Maldicion fíjate por donde caminas! - Dije en voz alta a un chico que chocó contra mi, por suerte no traía alguna bebida sino se hubiera derramado.
—Lo siento, no era mi intención. - Contestó apenado el chico, ahora que lo veo no es tán feo, al contrario es muy atractivo.
—Para la otra ten más cuidado quieres. - Dije poniendo cara de fastidio.
—Por cierto soy Thomas. - Dijo guiñándome el ojo.
—No te pregunte tu nombre. - Dije caminando hacia el área de patinetas.
—Conseguiré el tuyo de todas maneras guapa. - Gritó a mis espaldas a lo que solo respondí con mi dedo de en medio, tan amorosa como siempre.Camine directo al puesto de uno de mis amigos, renta patinetas para las personas que están aprendiendo o simplemente a los que se les olvidan, así como me acaba de pasar a mi, porque tengo que tener una memoria tan pésima.
—Hailey, pensé que nunca volverías. - Dijo mi amigo Logan, es una de las personas más valiosas que pude haber conocido, el fue la primera persona en hablarme en la preparatoria, lo más triste es que ya no vamos en las mismas clases gracias a que es un año mayor que yo, es muy raro que lo llegue a ver en la preparatoria.
—Pues aquí me tienes Logan, ¿qué tal si vamos a patinar? - Pregunté recargándome en su pequeño puesto.
—Buena idea, Jhosep te dejo a a cargo, ya sabes si papá viene le dices que tuve una emergencia. - Olvide mencionar que este puesto es del papá de Logan, solo lo tiene castigado por las tardes, entonces tiene que venir a cuidar, al igual que su hermano.Patinamos por una hora, incluso estuvimos practicando algunos trucos, aunque primero termine en el suelo, aprendí algunas cosas. Después Logan me llevó por un helado y por último me acompañó a mi casa, aunque esto termino siendo una misión suicida ya que me ayudó a subir por el árbol que da directo a mi habitación porque mamá estaba en el salón con mi hermano, por suerte la vi antes de cometer el error de entrar por la puerta principal.
—Pensé que nunca regresarías. - Bueno aquí es cuando quiero lanzarme de un barranco, ni la casi fractura de mi pierna derecha valió la pena, mamá se dio cuenta que me escape.
—Pues aquí estoy. - Falsedad ante todo.
—Cariño deberás darte prisa, los invitados estarán aquí en una hora. - Habló mamá, hasta escalofríos me dieron, jamás la había escuchado hablar de esa manera cuando me tiene castigada, por lo general son solo gritos.
—Buena idea. - Dije haciendo cara de fastidio, debería ser actriz esto me sale tan bien.Ya sabia la rutina, ducharme, cambiarme, arreglar mi cabello, maquillarme, saludar a los invitados, hacer como que me importa lo que hablan mientras está la cena y tener una sonrisa falsa en mi cara como si hubiera nacido con ella, despedirme con un beso en la mejilla y salir huyendo de ahí antes de que mamá diga que los acompañemos a la puerta. Lo mismo de siempre, así que me daba igual, tenía que ser la hija que tanto habían deseado, aunque sea por una noche.
—Hailey, los invitados están aquí. - Gritó mamá desde el inicio de la escalera, así que me di prisa antes de que me regañara por no bajar cuando ella me lo indicó.
—Hola Sarah me da tanto gusto verte de nuevo. - Saludó a mamá una señora como de su edad, ya saben clase ante todo.
—Es mutuo Teresa, tanto tiempo sin verte. - Le devolvió el saludo mamá.
—¿Y está hermosa jovencita quién es? - Preguntó la señora viéndome como si fuera un gran anillo de oro, ¿acaso me puse más base de lo normal y estoy blanca?.
—Es mi hija Hailey. - Dijo mamá con una sonrisa más falsa que el billete de tres pesos.
—Mucho gusto. - Dije con una sonrisa aún más falsa que la de mamá, parece competencia de quien tiene la sonrisa más falsa que el peluquín de Donald Trump.
—Le encantaras a mi hijo, Thomy ven aquí. - Llamó la señora a un chico.Esto no puede estar pasando.
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El niñero resignado.
Ficción GeneralHailey es una chica amigable, que prefiere meterse en problemas y tener carreras de motocicletas al igual que andar en patineta. Mientras que Thomas es un chico atractivo, y digamos que no duda sacarle provecho a eso, una gran fila de chicas está tr...