7. ¡Que haces con el, zorra!.

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Las semanas eran torturantes, cada vez faltaban menos días para que llegaran mis padres y a ser sinceros preferiría lanzarme de un barranco a soportarlos. Connor había llegado de Nashville y era la única razón por la que he sobrevivido, aunque casi no lo veo puedo decir que estoy feliz de haberlo visto de nuevo.

Las cosas con Thomas cada vez empeoraban más, cada vez que lo veía quería asesinarlo o suicidarme yo, aún no puedo entender porque me beso y porque yo le seguí el beso, no sé qué pasaba por mi cabeza, les diré que quiero arreglar las cosas con el, aún estoy acostumbrándome a convivir menos con el y quiero decirles que lo extraño, a pesar de que Connor aún está aquí, Thomas todavía está a mi cuidado.

Y en cuanto a mi, he seguido yendo a las carreras clandestinas, ¿razón? es mi única distracción, he llegado más tarde a mi casa de lo que puedo contar con las dos manos, he salido a fiestas y me he quedado hasta altas horas de la madrugada platicando con Logan; Kenia ha insistido que fuera al médico, estoy perdiendo peso y estoy más pálida de lo normal, hace una semana la profesora de gimnasia nos peso, y el resultado no fue muy bueno, medir un metro con sesenta y cinco centímetros, pesar cuarenta y ocho kilogramos, es una razón para preocuparse, pero por más que me lo diga a diario no iré al peor lugar del mundo.

iMessage.
De: El hermano más hermoso del mundo.
Amor mío, hoy no podré verte, el director nos convoco a una junta del equipo de baloncesto, al parecer iremos a un torneo, paso a verte antes de dormir, te amo hermana. ❤️

Mi hermano no va a verme el día de hoy, a ser sinceros no tengo ganas de ir a la preparatoria, pero en la noche me invitaron a una fiesta y a eso no puedo negarme, son la clase de cosas que hacen que me olvide de mis problemas, aparte es viernes, no hay ninguna excusa para que me quede encerrada en mi gran casa.

—¿Ahora quien de esos chicos va a ser tu víctima? - Me preguntó Logan que veía que miraba muy atenta a los chicos que practicaban algunos trucos.
—Ninguno, no se me hacen tan buenos. - Dije divertida, aunque uno parecía que me quería comer con la mirada, no iba a caer tan fácil.
—Si claro, por cierto aquel chico que resultó ser mejor amigo de tu niñero ha venido varías veces por aquí, y me ha preguntado por ti. - Dijo Logan.
—Oh cielos, sabes, no quiero saber nada de el, hoy en la noche iré a la fiesta de una de las zorras de la preparatoria, me invitó así que puedo encontrar buen material ¿no crees? - Dije sonando más perra de lo que me hubiera gustado escucharme.
—Debiste haberte escuchado, sonaste como una de ellas y pues puede que lo encuentres, solo recuerda que no siempre todo sale como lo planeas. - Me dio miedo como lo pronunció.
—Eres un idiota, me dio miedo como lo dijiste, parece que estas tramando algo. - Dije entre risas, solo de ver la cara de Logan rompí en carcajadas.
—Solo jugaba Hailey, amiga deberías irte, el chico que te miraba como si fueras un filete viene hacia acá. - Dijo Logan, así que me despedí de él con un beso en la mejilla para tomar mi patineta e irme en ella a casa, había pasado la mayor parte del día con mi amigo que apenas tenía tiempo para arreglarme.

La casa de la chica estaba abarrotada de personas, parecía que iba a explotar y la música se escuchaba desde la entrada de uno de los fraccionamientos privados más importantes, varias personas estaban a punto de desmayarse a causa del alcohol, afortunadamente eso no va conmigo.

—¿Quien pensaría esto? Hailey Foster en la fiesta de Olivia Cote. - Dijo Mía, una de las chicas que me tiene envidia desde que entramos a la preparatoria, así que imagínense como me tiene en estos momentos.
—Porque no disfrutar los momentos. - Dije con una sonrisa falsa mientras bebía lo que sea que había en el vaso rojo.
—Nena, ¿bailas conmigo? - Apareció Joel, uno de los chicos más atractivos de la preparatoria, si aunque no lo crean, Joel siente atracción por mí desde que entre a esa escuela, apuesto que eso no se lo esperaban.
—Vamos guapo. - Y como si no se me hubiera hecho suficiente, le guiñe un ojo a Mía, no cabe duda que me gano el odio de las personas a pulso.

Mis caderas se movían al ritmo de la música contra Joel, el vestido rojo fuego que traía se subía a más de la mitad de mi muslo, el cabello de mi nuca se pegaba a causa del sudor y por primera vez en mi vida los pies no me dolían, caminaba como si usara zapatillas deportivas con unos tacones de más de diez centímetros; no sé cuántos vasos llevo, perdí la cuenta y el alcohol estaba comenzado a hacer efecto.

Camine hacia la segunda planta con un poco de dificultad, entre al baño a hacer las necesidades fisiológicas de todo ser humano y cuando salí, sentí como la sangre bajo a mi pies, Thomas estaba afuera del baño viéndome como si hubiera visto un fantasma.

—Hailey no deberías de estar aquí. - Dijo Thomas que tuvo el valor para hablar primero.
—¿Como porque debería de hacerte caso? - Dije cruzándome de brazos.
—Soy tu niñero. - Respondió obvio.
—No lo parece, estos días no he sabido nada de ti. - Bien el alcohol esta haciendo que hable de más.
—Tu sabes las razones por las que estamos alejados. - Dijo con un tono de ¿decepción?.
—Si, por idiota. - Maldicion, debería de callarme.
—Thomas, cariño, ¿donde estas? - Se escuchó una voz subiendo las escaleras.
—Al parecer te buscan. - Dije tratando de moverme de ahí, lo que menos quería era que pensaran que estoy con el.
—No tengo nada con ella. - Dijo tomándome de la cintura.
—Thomas, no tienes porque darme explicaciones. - Dije tratando de zafarme de su agarre, pero creo que fue demasiado tarde.
—¡Que haces con el, zorra! - Gritó Olivia por toda la segunda planta.
—No tengo nada con este idiota. - Dije zafándome completamente de él, lo que menos quería era armar un espectáculo, porque para ser la segunda planta había demasiadas personas.
—Si yo vi como te estaba agarrando de la cintura, no te hagas la que no sabe nada. - Dijo Olivia como loca, Thomas no decía ninguna palabra parecía que estaba en shock.
—Olivia no tengo nada con el, así que hazme un favor y quítate de mi camino. - Dije tratando de pasar, a este punto las personas que estaban abajo estaban muy atentas viendo esta escena de celos, donde desgraciadamente me están involucrando.
—Hago lo que quiero, estoy en mi casa maldita zorra. - Bien, la función acaba de comenzar.

Sin pensarlo dos veces me lance hacia ella, jalaba sus horribles extensiones pelirrojas y rasguñaba su horrible cara, Olivia Cote no era muy buena defendiéndose, solo gritaba como loca y movía sus piernas frenéticamente, hasta este punto todos los chicos de primer grado que le tienen ganas ya vieron su lencería, el vestido que usaba ya lo tenía muy arriba y si seguía moviendo las piernas se le vería más, claro que no pensó en eso y lo seguía haciendo, su piel bronceada se está tornando de un color carmesí gracias a los retortijones que está haciendo contra el suelo, y yo aprovechaba para golpearle la cara, seguramente su nariz operada se va a volver a enchuecar.

Paré en el momento que unos fuertes brazos se envolvieron en mi cintura para levantarme de la chica popular del colegio, me arrastraron hasta un Audi que conocía bastante bien para darme cuenta quien me había separado de ella era Thomas. No me quedaron ánimos para pelear con el, así que sin más me quede dormida en el asiento del copiloto.

El niñero resignado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora