17. No lo haré mamá.

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Realmente había pasado una noche terrible, encima de que no podía dormir por los constantes golpes en la puerta que seguramente eran por mi hermano, tenía resaca de cigarro, si es que eso puede ser posible, aunque lo dudo mucho.

-Joder Hailey, abre la maldita puerta de una vez. - Dijo Connor con una voz firme pero se podia escuchar algo de cansancio en ella.
-No. - Conteste por primera vez.
-Vamos, ya estoy cansado de estar aquí. - Hablo con algo de flojera. Justamente iba a contestar con algo parecido cuando mi teléfono volvió a sonar, otra vez era Noah, así que cancele la llama por milésima vez.
-Hailey hazlo por favor. - Se volvió a escuchar mi hermano, a este punto parece que va borracho, incluso ya me estaba dando risa.

Decidí dejarlo hablando solo por más tiempo, así que fui directo a la ducha, tenía que salir para ir al colegio; aunque el colegio es el lugar a donde menos quiero ir, pero prefiero ir a cualquier otro lado donde no exista la voz de Connor.

-Nena, traes una carita que no la soportas ni tu misma. - Dijo Kenia en cuanto me vio entrar al colegio, ella estaba perfecta como siempre y yo el desastre en persona.
-Tuve una noche espantosa. - Dije caminando hacia mi taquilla.
-Se nota, ¿Thomas? - Carajo, otro problema sin resolver.
-Ni me lo recuerdes, aunque esta vez fue Connor y Noah. - Dije buscando los libros que iba a necesitar para la clase.
-¿Que hizo el hijo de puta de Noah? Puedo patear su trasero nena. - Dijo con demasiada seriedad mi amiga.
-No quiero recordarlo, por cierto también traigo una resaca, no soporto la cabeza. - Dije cerrando la puerta de la taquilla.
-Vamos a clase, después nos vamos. Creeme que tampoco tengo muchas ganas de estar en clases hoy. - Dijo Kenia tomando mi mano.

Después de la clase de la aburrida anciana, logramos escaparnos del colegio, aunque realmente fue algo fácil. Nos encontrábamos en mi casa y para mi buena suerte ya no estaba el gato mauyador de mi hermano.

El calor en Los Ángeles era espantoso y sólo queríamos refrescarnos, así que habíamos decidido pasar la mañana y algo de la tarde en la piscina; le había prestado uno de mis bañadores a Kenia y tengo que admitir que se le veía mejor a ella, problemas de tener un cuerpo con forma de saco de papas, ya estábamos listas para bajar pero una voz hizo que me detuviera y me quedara en el corredor con mi amiga detrás.

-Joder Connor, no puedes negarte a esto, esta vez no. - Escuché una voz bastante familiar, acaso es... ¿Mamá?.
-No lo haré mamá. - Esta vez era mi hermano, imposible no reconocer esa voz que me había martillado la cabeza toda la noche.
-Si no lo haces, nuestra familia estará en riesgo. Y ni hablar de tu padre. - Dijo mamá, que sólo escuchaba resonar sus tacones de un lado a otro. Mire a mi amiga y ella tenía una cara de confusión peor que la mía.
-¿Que pasa con papá? - Preguntó Connor.
-Tu padre perdió la mitad de nuestra fortuna en un proyecto para beneficio de Los Ángeles, aparentemente todo iba bien, lo estábamos manejando desde el viaje de negocios. - Habló.
-¿Qué pasó después? - Dijo mi hermano.
-Al parecer el gobernador hizo malos controles y terminó perdiendo ese dinero y por lo consiguiente también nosotros. Ahora solo nos queda conseguir la ayuda de la familia del niñereto que le dejamos a tu hermana, que ha decir verdad no soporto más a Teresa. - Dijo con un tono de fastidio. Mi cara seguramente era un poema, algo traman mis padres y esta vez estoy yo involucrada, estoy segura.
-Mamá no dejaré que Hailey este envuelta en esto, lo haré yo. - Mencionó Connor.
-Connor cariño, tu hermana es la más indicada para esto. No hace falta que te diga que la familia Lee es de las millonarias en esta industria y quizás por debajo estamos nosotros, bueno estábamos. Así que Hailey tiene que casarse con ese niño. - Dijo mamá con un tono estricto. Maldita sea, ¿que le pasa a esta mujer?.
-No lo permitiré mamá. - Dijo mi hermano y después se escucharon que abrieron la puerta de la casa.
-Mira niño es una orden de tu madre, no creo que quieras dejar de tener lo mejor, espero que convenzas a Hailey o lo terminaré haciendo yo. Y no le menciones ninguna palabra de que estoy en la ciudad, tu padre y yo nos estamos quedando en el piso que le regalo tu abuelo a tu padre, por cierto tengo una noticia que darles, pero lo haré cuando nos presentemos aquí como recién llegados del viaje. - Habló mamá y como consiguiente se escucho la puerta cerrar.

No tenía idea de qué estaba pasando, quería llorar pero al mismo tiempo gritarle en la cara a Connor que ya se todo su asqueroso plan.

-¿Cariño estas bien? - Pregunto Kenia tomandome de los hombros, de seguro estoy más pálida que un papel.
-Escuchaste eso, mi madre es un mounstro. - Dije asqueada.
-Solo está buscando su conveniencia, o mejor dicho la de la empresa familiar. - Habló mi amiga con cara de fastidio.
-Tengo que hablar con Thomas. - Dije levantándome del lugar donde estaba sentada.
-Hailey no lo hagas, por lo menos no por ahora que las cosas están extrañas entre ustedes. Si tu madre se llegara a enterar que se besaron lo tomará todo a mejor. - Dijo mi amiga.
-Tienes razón, pero tengo que hacer algo. No voy a quedarme de brazos cruzados. - Hable decidida.
-Solo planea bien todo. Ahora vamos a la piscina que me muero de calor. - Dijo Kenia jalandome del brazo.

A nuestra tarde calurosa se le había unido Logan, Lucy y mi hermano, lo había perdonado por la cosa desagradable que había visto, pero sólo esperare a que el me diga lo que le dijo mamá, si no acabare explotando y diciéndoselo por mi cuenta.

La estábamos pasando muy bien, estar con ellos hacia que la mayoría de mis problemas desaparecieran, no tenía que preocuparme por mucho, aunque beber limonada no era lo que quería, tenía que hacerlo porque mi hermano aún cree que soy una bebe.

-Aun no entiendo como es que Lucy no ha salido corriendo de tu lado. - Dije entre risas, justo nos contaba como las olas de la playa lo habían dejado en calzones en una salida con la familia de su novia.
-Este chico me hace muy feliz. - Dijo riéndose al mismo tiempo que lo abrazaba y le daba un beso corto en los labios.
-Definitivamente me dan envidia, de la buena, claro. - Aclare antes de que se hiciera una controversia.
-Ya encontraras a alguien que valga la pena para ti lindura. - Dijo Logan.
-Espero. - Dije con una media sonrisa.

Connor estaba tratando de coquetear con mi amiga, la cual parecía que quería soltarle un puñetazo en la nariz, solo me daba risa porque conocía bastante bien a los dos, mi hermano es el tipo de chico por el que la mayoría de las chicas de muere y mi amiga es preciosa y siempre tiene a diferentes chicos pero ninguno es enserio. Así que verlos a los dos era divertido.

-¡Hailey! - Esuche un grito por la casa.

Thomas no, por favor no.

El niñero resignado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora