Todo empezó en Enero del 2020, justo cuando regresaba de un viaje de negocios en China.
Mientras estaba en el avión, escuché como una azafata reportaba al piloto acerca de un problema con uno de los pasajeros. Al parecer había un ciudadano chino con los síntomas de un leve resfriado y fiebre.
Para ese momento no tenía idea de cuál era la «gran» urgencia de la situación; viajaba frecuentemente, por lo que era normal ver gente enferma en cada vuelo. Incluso conocía de personas que habían muerto de ataques al corazón y cosas peores. Un simple resfriado no era nada.
O eso era lo que pensaba.
Cuando la azafata informó al piloto, este reportó el caso ante las autoridades del país al que nos dirigíamos. Luego, por medio de los parlantes, nos comunicó que al aterrizar, entraríamos en cuarentena por tiempo indefinido.
La tripulación perdió el control.
Algunos lloraban despavoridos pensando que sería su fin. Otros avisaban a sus seres queridos y escribían cartas de despedida como si el avión se fuese a estrellar en cualquier momento. También estaba el tumulto enfurecido argumentando que necesitaban llegar a sus destinos lo más rápido posible.
Y entre ellos estaba yo, imbuido en indiferencia. No me importaba si esa estúpida cuarentena iba a ocurrir o no. Nadie me iba a decir en dónde tenía que quedarme. Tenía cosas más importantes qué hacer y no iba a perder mi tiempo con esta gentuza.
Apenas pude, me encerré en el baño, saqué mi celular e informé a mi jefe sobre el pequeño percance. Una simple llamada solucionaría mi problema. Él hablaría con sus amigos y encontraría una solución de último momento.
A medida que el avión aterrizaba, veía cómo las autoridades sanitarias estaban esperando en la pista de aterrizaje junto a un grupo de científicos o doctores y quién sabe qué más.
El piloto condujo la nave hasta un punto remoto aislado de la terminal de aviones. Varios vehículos con el equipo para estas emergencias se hallaba en la escena. La puerta se abrió y uno a uno empezamos a bajar por las escaleras.
Al parecer otras dos personas habían empezado a mostrar síntomas de un ligero resfriado cuando aterrizamos. Los que presentaban dichos síntomas se quedaban dentro del avión.
Yo y el resto logramos salir sin ningún inconveniente.
Mientras iba descendiendo de la nave, me percaté de unos túneles que cubrían todo el camino hacia pequeñas tiendas en donde se supone que nos tenían que revisar. Fui acompañado hasta una de las improvisadas carpas en donde me esperaban dos hombres con máscaras y trajes blancos que recubrían todo su cuerpo.
—¿Tienes lo que te pedimos? —dijo uno de los hombres.
—Sí —respondí mientras sacaba de mi bolsillo un anillo tallado en diamante—. Pero primero necesito que me saquen de aquí —exigí.
ESTÁS LEYENDO
Coronavirus Zombie (completa)
Horror(LGBTQ+) George es transformado en zombie tras ser infectado por un nuevo virus, viéndose obligado a asesinar personas para poder alimentarse. ¿Logrará recuperar su humanidad? ═════════ Sinopsis: Al regresar de un viaje de negocios en China, George...