A los cuarenta y dos años de edad, Michael Brown ya había dedicado la mitad de su vida a lo que más le apasionaba; luchar por la justicia. Era el mejor detective de la ciudad de Zaphara. Había resuelto innumerables casos de homicidios y desapariciones como ningún otro.
Desde niño, su fascinación por desentrañar misterios era inconmensurable. Su madre, Cecilia Lewis, siempre terminaba agobiada por la cantidad de preguntas que le hacía. Si bien ella entendía que así era el comportamiento normal de un niño, estaba segura que su hijo sobrepasaba las expectativas. Simplemente no era normal.
Un día, exhausta de su perpetua incertidumbre, la madre decidió ponerle fin a todo eso de una vez por todas.
—¿Quieres saber la respuesta? —contestó la mujer a una de sus interrogantes mientras el inquieto Michael meneaba su pequeña cabeza de arriba a bajo—. Entonces esa será tu tarea. Tendrás que averiguarlo por ti mismo.
—¿Cómo? —respondió, intrigado.
—Primero tendrás que investigar acerca del tema —instruyó la madre—. Observa tu entorno y reúne toda la información que puedas. Cuando termines, confía en tus instintos y saca tus propias conclusiones.
—Pero...
—Pero nada. Haz lo que te digo y hallarás la respuesta.
—Está bien... —contestó el pequeño.
Lo que su madre no llegaría a comprender es lo mucho que aquellas palabras impactarían en él por el resto de su vida. A la edad de trece años, cuando regresaba a casa después de la escuela, Michael recibió la peor noticia de su vida, una que no lo dejaría descansar en paz por el resto de su existencia.
Su madre había sido asesinada.
Un charco escarlata le dio la bienvenida al abrir la puerta. La sangre se escabulló por sus zapatos apenas dio un paso al interior de la vivienda. Desconcertado, corrió con desesperación al epicentro de aquel río carmesí.
En un rincón de la cocina, su madre, inerte, reposaba en la laguna de sangre que seguía escurriéndose de sus heridas. Varias puñaladas en su pecho la habían desangrado hasta palidecer.
Michael quedó atónito ante aquella perturbadora escena. No sabía qué hacer. No sabía cómo había ocurrido. Ni siquiera pensaba que fuera real; se sentía fuera de su cuerpo. Sin embargo, luego de salir de su estado de conmoción, lo primero que se le ocurrió fue llamar a la policía.
Las autoridades llegaron con prontitud y removieron el cuerpo para su posterior investigación. Su padre estaba trabajando en ese momento. Al llegar, rompió en llanto junto a su hijo. Ambos estaban destrozados. ¿Cómo es que aquello había pasado? Tenía que ser una broma, una pesadilla.
En los años que vinieron, Brown y su padre decidieron abandonar la antigua casa e instalarse en una nueva para dejar atrás su oscuro pasado. La policía jamás logró hallar culpables.
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Coronavirus Zombie (completa)
Korku(LGBTQ+) George es transformado en zombie tras ser infectado por un nuevo virus, viéndose obligado a asesinar personas para poder alimentarse. ¿Logrará recuperar su humanidad? ═════════ Sinopsis: Al regresar de un viaje de negocios en China, George...