1.1K 80 2
                                    

Morioh. Pequeño pueblo que se encuentra lloviendo justo cuando acabo de volver luego de cuatro años tras el incidente de Kira y su muerte que parecía haber sido escrita por el mismo destino.

Después de todos esos problemas voy pensando en el divorcio que acabo de pasar hace días atrás, las cosas no son como antes y solo quisiera olvidarla por querer olvidar a alguien más, es casi imposible.

Así que, ¿con esos ojos me mirarás? Luces tan confuso, tienen un brillo peculiar. No, en realidad a penas me miraste, sino me habrías reconocido, sería un buen reencuentro después de años.
Déjame adivinar, como eres tan predecible y más de lo que tú puedes pensar pero si te lo digo de seguro estallarás por lo sensible que eres, ¿nuevas ideas? Eres tan obsesivo que ni te has dado cuenta del clima que de seguro debieron haber anunciado por todos los medios que se te olvidó llevar paraguas. Tu cabello está empapado y estás a la vez tan molesto contigo mismo porque ahora cubres tu cámara con todo lo que puedes. Tu ropa está apegada a tu piel y puedo ver desde aquí tu tierna piel pálida, tan pálida como la mía. Eres explosivo pero te ves desesperado buscando refiugio, deberías mirarte.

Pareces molesto por algo más, no estás solo. Miraste atrás y claro, estaba el pobre de Koichi yendo tras de ti con un paraguas. No parecen haberse visto todo el camino, al parecer solo fue la mitad del camino y haría más sentido pensar eso. «Te lo dije» te reprocha decepcionado hacia ti, por eso estás tan furioso. Tiene dos paraguas y fue tan amable para guiarte a su hogar. Él fue tan amable en comprar uno más para ti porque dudo que estarías frente a mi si te lo hubieras topado justo a la entrada de su hogar pero recordando lo poco de este pueblo te conviene ir a su casa por refugio que ir directo a la tuya. Eso o que te pegue una neumonía y otras cosas más.

Mis pasos caminaron vagos con tal de tomar un taxi, cafa paso que doy chapotean con la lluvia y del paraguas que sostenía con una mano se escuchaba cómo chocaba contra las gotas que caían de las nubes. No entiendo como nunca te diste cuenta de mi presencia, no fui discreto, quería que me miraras tú y Koichi.

Es tan vacío ver cómo se llena un charco de agua, es tan difícil cuando no tienes a nada ni a nadie que te complete.

ComplétameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora