15

110 19 19
                                    

–¿Ya te vas?

Él asiente con la cabeza teniendo un bolso a mano. Tiene que salir de Morioh para dar una entrevista fuera del país. Es allí donde mis preocupaciones aumentaron.

–¿Necesitas que te ayude en algo? –insistí una vez más.

–Ya hablamos de eso anoche.

–Si, "hablamos" –hice una entrecomillas con mis dedos.

Se sonrojó con tal solo recordarle lo que habíamos hecho anoche.
Lo acorralé contra la puerta con tal de besarlo pero él me detuvo, no quería dejarlo ir y era muy difícil imaginar las cosas que podrían pasar si no estoy con él. Ya pasó una vez con un buen amigo, no quiero que pase con él. Rohan me empuja bruscamente hacia atrás, no entiendo su agresividad tan repentina, solo quería besarlo antes que se vaya de casa y no lo vuelva a ver en cinco días más.

–¿Así que así inició todo anoche? –cuestiona cruzado de brazos– No somos ni siquiera pareja y ya te pones así. Jotaro, no soy un bebé.

Intenté tomarlo entre mis brazos pero me lo impidió empujando nuevamente mi pecho y obligado que retrocediera.

–Rohan, no puedes...

–¿No puedo, qué? –me interrumpe– No soy Kakyoin. Ya que tanto lo mencionas, tanto lo quieres vete con él porque pierdes tiempo conmigo.

Nunca debí mencionárselo, ni siquiera su nombre para que sea mencionando en vano pero entre nosotros pareciera como si él deseara que estuviera muerte ahora que menciona que vaya tras Kakyoin sabiendo que de seguro quiere que vaya tras él y pida perdón pero cómo si Rohan está provocando mi ira, ya se me agota la paciencia.

–¡Ya cállate, él está muerto! –exclamo furioso– ¡No eres ni la mitad de fuerte que él fue! ¡Eres irritante!

No lloró pero si mostró decepción en sus ojos, no intenté retractarme, no tenía por qué hacerlo cuando él provocó mi ira.

–En estos cinco días quiero que te largues de mi casa, no quiero llegar y ver tu rostro por aquí –me da la espalda, abre la puerta, toma el bolso y me mira por última vez a los ojos–. Tenga un buen día, señor Kujo.

Cierra de un portazo la puerta y me deja completamente solo. Se escucha que saluda a alguien más, parece la misma voz de quien había estado el día en que me besó, no era Josuke pero aún así lo confundí porque era usual verlo casi todas las mañanas que podía. Al asomarme por la ventana pude ver a alguien más, alguien que recuerdo por las palabras de mi tío y Koichi, solo alimentaba mi ira.
Cuando Rohan se va él me queda mirando con esa sonrisa burlona. Creo que nunca debí haberle dicho eso y menos cuando hay alguien más que busca algo de él.

ComplétameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora