TRES

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Al final del día y del asunto, me tocó darme cuenta por mí misma que realmente eso no importaba, y que no tenía ningún sentido darle tanta atención e importancia, que sólo era una basura de estereotipo que todas buscaban y todas querían. Y que yo no era parte de ese "todas". Que quizás no estaba tan mal llevarle la contraria a todo eso.

Porque aunque yo siempre pensara en contra a todo eso, por otro lado pensaba mucho en eso y en pórque no lo intentaba, en que quizá no lograría mucho por mi misma. De lo cual siempre una vocecita dentro de mí me decía muchas veces y casi en todos los casos “estás bien así”, y quizás era cierto, como quizás no. Yo sólo buscaba convencerme de ello a toda costa, aunque siempre yo misma me contra-atacaba con un "¿y si realmente no estoy bien así?".

A medida que fui creciendo lo fui entendiendo mejor. Ya renegaba menos a todo eso. Me terminó dando igual. Y no me daba miedo dar a conocer mi opinión sobre el tema.

De igual modo, me resigne a que quizás tendría que acostumbrarme a ser excluída. A ser la rara del grupo. Y a "sentirme bien así".

Margo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora