NUEVE

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Al pasar de los días y los meses, ya estaba en la preparatoria. Y, como era de esperarse, todo cambió drásticamente, otra vez.

La gran mayoría tomó caminos distintos y cambiaron de prepa, incluyéndome. Ya que desde pequeña mis padres y los Jacobsen fueron muy amigos, ambos decidieron matricular a Quentin y a mí en  la preparatoria Jefferson, claro que Quentin con sus amigos, y yo con Lacey, que era mi mejor amiga desde la guardería.

Hacía el papel de nueva, otra vez. Sólo que en otro lugar. En ese lugar llamado preparatoria. Y al parecer eso enloqueció a más de uno, y de la nada me volví popular nuevamente, incluso mucho más popular e lo que era en la secundaria.

Me hice amiga de otras chicas, cosa que surgió por nada más que compartíamos y nos tocaría compartir por un tiempo el nivel de popularidad en ese sitio, y ¿qué acaso eso es lo que se hacía? Porque yo quedé en un modo en el que sólo aceptaba los términos y condiciones y me situaba allí mientras. Mientras que a mí llegaban más gente, gente con un nivel de popularidad similar y sólo se iban agregando sin yo pedirlo ni contradecirlo. Y no sólo chicas, sino también de muchos chicos del equipo de futbol.
No me agradaba ser parte de toda esa gente hueca. No es que me sintiera más que ellos, sólo no estaba tan cómoda allí. Pero seguía allí y no había forma sana de salir de dicho puesto.
Yo no había hecho nada para llegar a eso, así que asumí que tampoco había algo que hacer para salir de eso mismo.

Y no me quedó de otra que asumir que ese volvería a ser mi método de supervivencia dentro de aquel edificio.

Y de igual manera, nuevamente era amiga de todos.

Margo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora