DIEZ

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La tarea difícil no era el "ser amiga de todos", ya que yo ni siquiera movía un dedo para lograr eso. Las personas simplemente querían y buscaban acercarse lo más a mí, cosa que al principio rechazaba, pero que terminé aceptando, como ya vengo aceptando anteriormente. Yo no quería ser amiga de todos, y mucho menos por el hecho de ocupar un puesto o una especie de rango en esta extraña jerarquía que la gente se inventó para hacer "la popularidad". Pero llegué a dicho puesto por sí sola. Ya que yo no pedí eso ni mucho menos lo quería, pero yo sólo tomé el papel que me dieron y seguí el guión como había visto que lo hacían en las películas.

Aunque todo no era color rosa. Yo me creía que lo era, pero nunca lo era. Sólo era lo que los demás quisieran de mí y no lo que yo quería.

Me volví una chica de papel, viviendo de apariencias y queriendo cosas que realmente no quería, adopté personalidades que no eran la verdadera yo, pero que venían y aparecían dependiendo las personas con las que estuviese.

Todos conocían a Margo, pero realmente nadie conocía quién era Margo.

Todos sólo veían a la chica cool, que tenía la preparatoria entera en sus manos; que salía a fiestas, que no había lugar donde no se presentara y que era amiga de todos, incluyendo todos los populares. Y, para variar, era la envidia de las chicas por salir con los del equipo de fútbol y beisbol. Pero eso era todo, no había nada profundo en ello. Un simple trato o una simple condición que acepté con todo sólo por algo que no quería pero que me dieron.

Es como cuando de pequeño pedías un Pony y lo que te daban era una muñeca con 500 vestidos y demás, y tú fingías ser feliz con eso cuando por dentro pensabas en que querías el Pony, hasta que ya olvidabas el Pony y realmente terminabas adaptándote totalmente a esa muñeca.

Algo así sucedió conmigo. Yo pensé que mis estadías en esos sitios serían pasando desapercibida, recibiendo bullying como los demás, siendo juzgada y criticada por ser "nadie" entre la multitud. Pero en vez de eso me ocurrió todo lo contrario, lo único que si obtenía eran las críticas, pero de igual forma eran por lo contrario, por el hecho de ser la amiga de todos, ó como me denominaba yo misma: 《la chica de papel》. Cosa que al final me hizo adaptarme a un rol que nunca hubiese querido... pero que creo que me terminó gustando.

Margo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora