Luego de mi segundo escape, que había sido a un pequeño poblado cerca de la ciudad con menos de 300 habitantes y mucho terreno para explorar, volví a casa tras haber sido encontrada por mis padres y los de Quentin, incluyendolo. Tal parece que fui vista como un mal ejemplo o algo similar. Seguimos frecuentando en la calle pero ya parecía fastidiarle a Quentin.
Después de pasar por todo eso, luego de un par de años, unos 2 o 3 para ser exacta, Quentin y yo nos distaciamos. Empezamos dejando varios días sin vernos para jugar y esas cosas, y ya después la distancia fue total. Nunca supe porqué. Pero de la nada ya nos dejamos de hablar y dejamos de salir totalmente. Pensé que ya no le agradaba y aunque me sentí mal por ello, no forzamos nada. Así ocurrió y ya. Como si de la noche a la mañana me hice completamente invisible para él.
Seguíamos asistiendo a la misma escuela, en el mismo curso, éramos compañeros en todo pero ya no frecuentábamos. Solo nos saludábamos de vez en cuando en los pasillos de la escuela o cuando nos veíamos desde la ventana de nuestras habitaciones que casualmente conectaban una con la otra, y muy precisamente, era fácil visualizar al otro del otro lado de la calle.
En ese tiempo, luego de que me alejara de Quentin, me hice muy cercana a Lacey, la chica que vivía a unas 3 calles de la mía, quien ya venía viéndola desde la guardería pero nunca nos hicimos cercanas hasta ese entonces cuando faltaba muy poco para entrar a la secundaria. A lo cual yo le traía un temor enorme.
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Margo.
Short Story《Claramente estoy consciente de que no soy lo que las personas creen. Soy mucho más que todo eso... También estoy consciente de que no soy la Margo que todos creen. Soy más que la Margo Roth Spiegelman que todos conocen.》 Esta historia es, un tanto...