DOCE

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A pesar de lo "normal de las cosas", algunas se pusieron intensas.

Lacey no paraba de decirme cosas. Me criticaba como nunca y no desperdiciaba ningún momento para decirme algo ofensivo.

Desde la semana pasada, que habíamos salido de compras, ella, otra amiga nuestra llamada Becca y yo. Pero toda cosa que me probaba, Lacey lo desaprobaba totalmente. Me tenía etiquetada ya de "gorda". Becca le pidió varias veces que dejara de hacerlo pero ella insistía. Y okey, dejamos que ella hiciera lo que quisiera y nosotras continuamos en lo nuestro, dejando para otro día mis compras y dándole la atención a Lacey, ya que Becca y yo asumimos que así quería.

No paraba de hablar sobre el baile y de lo mucho que quería ser la reina. Allí comprendí que esa era su herida. Ya que a Becca y a mi nos postularon, y a ella no. Cosa que nos encargamos que hicieran apenas pude. Pero que no resolvió nada.

Unos días luego, Becca y Lacey se volvieron contra mí. Indirectamente pero lo hacían y comenzaron a comentar mal sobre mí a todos. Quizás buscando fama para ellas. No me importó en lo absoluto. Seguíamos frecuentando todos como de costumbre pero la química no era la misma.

Varias personas de mi grupo más cercano me informaron sobre algunos chismes que corrían pero que nadie se atrevía a decirme, cosa que yo no le creí y que me pareció muy absurda pero que de alguna forma terminé dándome cuenta por mí misma.

Y así descubrí que algo ocurría...

Margo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora