III-6: El Coliseo bajo la montaña

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-¿Qué es esto?

Bajó unos escalones y se encontró pisando arena. Unas potentes luces mágicas se encendieron y parecía medio día en el exterior. Le rodeaban gradas de piedra con espectadores que empezaron a vociferar. Los protegía una enorme barrera mágica translúcida. Muchos eran soldados, guerreros, magos, asesinos. Otros parecían aldeanos comunes y corrientes. Incluso vio algunos niños con sus madres.

-¿Pero qué...?

Una puerta parecida a la de un castillo pero más pequeña se abrió frente a ella inclinandose hasta posarse en el suelo. Un grupo de gladiadores caminaron hacia el centro y se detuvieron. Cada uno tenía distinto equipamiento de ataque y defensa. Una poderosa voz se oyó en todo el coliseo:

-¡Señoras y señores, niños y niñas, tenemos aquí al primer aventurero solitario del año! ¡Una mujer humana! ¡Démosle un fuerte aplauso de bienvenida!

Se oyeron algunos aplausos educados y muchos abucheos y silbidos.

-¡Pero si la mayoría sois humanos! -Gritó ella. -¡He venido a detener al mago oscuro Arcturus y poner fin a su tiranía! ¡Venid conmigo y seréis libres!

Un estruendo de carcajadas le sorprendió y enfureció a partes iguales.

-¿Os habéis vuelto todos locos o controla vuestras mentes? -Volvió a gritar.

La voz respondió por ella.

-Aquellos que deseen abandonar al amo Arcturus son libres de irse con la intrusa.

De nuevo abucheos.

-¿Nadie entonces?

El fuerte espíritu de la aventurera la abandonó. Casi dejó caer su espada cuando la bajó hasta tocar el suelo. Estaba cabizbaja. Recordó a la sirvienta huyendo de ella y se sintió avergonzada por asaltar así el hogar de esa gente.

-Completamente desanimada. -Evaluó la enana.
-Si nació bajo la Estrella del Héroe los cielos no la protegen ahora. -Informó el caballero. -Al no estar cumpliendo un Destino del Héroe puede ser derrotada.
-No puede haber nacido como Elegida. -Se quejó el veterano cojo. -Nacen muy pocos cada siglo y siempre antes de una Gran Crisis Predestinada. El amo no ha pronunciado profecías últimamente.
-¿Y por qué no podría ser ella una de este siglo? -Preguntó el enano. El hombre, sin respuesta, sólo refunfuñó.
-Sólo es precaución. Parte del plan de defensa. -Dijo el caballero.

-¡Si eliges continuar deberás ganarte el derecho venciendo en el coliseo! -Le desafío la voz. -Aunque ya que has venido sola, será un todos contra todos si tienes miedo! El vencedor se alzará con el título de Campeón del Segundo Piso.

Los guerreros se exaltaron visiblemente y algunos profirieron gritos de guerra desafiantes.

Algo dentro de ella se encendió. Recuperó el ánimo y el fuego en su mirada. Alzó su espada contra ellos y contestó.

-¡Que sea todos contra todos!

Los gladiadores se miraron. Los vigilantes también. No se esperaban eso.

-Se suponía que había que desmoralizarla, quitarle el Favor del Destino, y provocarla para que no pensara con claridad en un todos contra uno. -Dijo el caballero. -Esto no pasa nunca. Y no coincide con su personalidad.

Los gladiadores se separaron y tomaron posiciones en círculo sobre la arena. La distancia entre ellos y los dos más próximos a ella era la misma.

-Comenzad cuando queráis. -Les retó. La voz contestó.

-¡En el nombre de Arcturus, que empiece el combate!

Ella no se movió. Ellos fueron al centro, se tomaron la medida e hicieron algunos amagos de luchar.

Leveling Incarnation (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora