III-2: El camino equivocado

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Valyssia dejó sus recuerdos a un lado. Su nuevo amo la llamó desde el dormitorio superior. Soltó la escoba y acudió en un parpadeo.

-Lava y viste apropiadamente a Motoko. Nos vamos de viaje y quiero que luzca como una dama.
-¿Iré yo también, mi amo?
-Fuera del dormitorio puedes llamarme por mi pseudónimo local. Aquí me hago llamar Paolo.
-Así lo haré, Paolo.
-Desde el primer momento te desenvolviste con más soltura que las demás. ¿Tienes práctica como sirvienta? ¿O experiencia como esclava?
-Yo...
-Es igual, perdóname. Ese es un asunto desagradable. Como has podido comprobar yo trato bien a mis mujeres. Y respondiendo a tu pregunta: Sí, vendrás. Motoko, tú, Levy, Sheidy y su gemela.
-¿Qué hay del retardador?

El mago le había puesto un bloqueo parcial al tatuaje sobre su corazón. El antiguo hechizo que la ataba al anillo que ahora llevaba Kyllian podría matarla bajo ciertas condiciones. Su nuevo amo se había asegurado de debilitar el control ajeno para que no chocara con el suyo, y al mismo tiempo multiplicar el plazo de tiempo en caso de que el anillo fuera destruido o se alejara demasiado.

-Esa es una de las razones del viaje. -Le mostró su espléndida sonrisa. -Debo consultar una biblioteca muy especial para cancelar sin peligro la magia de aquél hombre. Es una lástima que esté muerto, podría ir y exigirle que te liberara. Ya no eres suya, y yo era quien le suministraba los artículos clave.

Valyssia odiaba a aquél hombre. Pretendía ser diferente, especial y encantador. Pero sólo era otro cerdo más con una fachada brillante. Era un hipócrita sin escrúpulos.

Enjabonaba la espalda de Motoko en la bañera cuando decidió preguntarle sobre su encarcelamiento.

-Todavía no sé qué pensar. -Le respondió. -Tengo prohibido salir de casa sin su permiso, pero dentro soy libre. Nos cuida a su manera, en cierto modo es paternal. Tenemos comodidades y una vida tranquila. Nos hacemos compañía y estamos entre amigas con mucho tiempo libre, y nos lo pasamos bien.

"Y acabas de probar los placeres de la carne y quieres más." Pensó Valyssia.

-Sólo llevas aquí cuatro días. ¿Cómo ha conseguido manipularte? -Le susurró al oído. Ella la miró extrañada.
-No creo que me manipule.

Valyssia volcó un cubo de agua caliente sobre Motoko por sorpresa.

-Es cierto que mi anterior esclavista era peor, pero ambos son esclavistas. Nunca lo olvides. Te ha robado tu libertad. Incluso juega con tu mente por lo que veo.
-Pero él es bueno. Y para los estándares de este mundo, es muy bueno.

La byllian retrocedió.

-No me digas que te estás enamorando de él.
-¿Y qué pasa si es así?
-Espero que sea tu sangre caliente la que habla. Espero que sea muy bueno... en la cama; y que eso sea lo que te confunda. Por tu bien lo espero.

Motoko estrujó la esponja frente a su pecho, molesta.

-¿Fue bueno para tí que no aceptaras la situación con tu anterior "esclavista"? ¿Qué tal te sentó pasar cuatro años odiándolo?
-No digas estupideces, niña.

Las dos guardaron silencio.

* * *

Valyssia cepillaba su pelo cuando Motoko rompió el silencio.

-¿Por qué ya no necesita coronas para nosotras salvo una?
-Porque su poder es limitado. Ha elegido tenernos a nosotras, y de entre las gemelas ha elegido a la asesina. Si la corona fallara en algún momento, sería la desechable para él.
-¿Es la más débil?
-Eso creo.

Sacó del armario un vestido celeste y blanco con falda hasta los tobillos y escote pequeño y vistió a Motoko.

-¿Qué hacen aquí las mujeres cuando sangran?
-Usan trapos de tela como ropa interior. El problema son las moscas.
-Pues dentro de poco voy a necesitar unos cuantos...

Leveling Incarnation (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora