III-5: La mazmorra antihéroes

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Una mujer se adentró en la cueva. No una lóbrega y húmeda de goblins, ni una elaborada obra de enanos.

-Ampliada con herramientas y magia. -Dijo para sí misma.

Había oído rumores acerca de un mago oscuro que había sometido aldeas cercanas y se dispuso a hacer limpieza. Los goblins con lanzas que montaban guardia en la entrada estaban muertos.

-¡Ups!

Saltó un hilo activador de trampa que casi rozó. "Siempre hay trampas en las mazmorras. Debo concentrarme más."

Vestía tela con los muslos y brazos al aire, botas, y algunas piezas de acero ribeteado en oro; hombreras, pechera compacta con algo de escote, muñequeras metálicas para bloquear armas... Y una minifalda sobre el pantalón de tela.
Quería seguir viéndose femenina por lo que también se dejaba el cabello pelirrojo largo, pero se lo ataba en una coleta para que nunca le tapara los ojos.

-Jefe, tenemos una intrusa humana. Está sola. Ya ha pasado a los guardias de la entrada y cuatro trampas. Está a punto de encontrarse con la bifurcación triple.

El caballero soltó en la mesita el libro y se acercó a la bola de cristal número 5 que observaba el enano.

-No parece muy espabilada. No se complicará. Apuesto una plata a que sigue recto.
-Lo veo -respondió el enano-, una plata a que empieza por la izquierda por sentido de lectura.

La enana y los otros humanos vigilantes se abstuvieron de apostar.

-A la derecha, la derecha siempre es mejor. -Declaró tomando ese túnel sin dudar.

-Oooh. -Corearon los que no apostaron. El caballero y el enano pusieron dos platas en el bote de apuestas fallidas.

Camino abajo por el túnel unos troncos cayeron desde el techo; rodaron para atropellarla y la guerrera se dedicó a saltar entre las paredes laterales. Evitó con éxito la embestida.

-Es ágil. ¿Guerrera-Asesina? -Preguntó a sus subordinados el caballero.
-No creo que sea un guerrero. -Contestó el enano. -Va sola, y un buen guerrero iría con un armadura decente que no expusiera el 80% de su cuerpo.
-Es una mujer humana joven. -Le contestó su esposa enana. -Si sobrevive lo suficiente crecerá para dejar de ser idiota; entonces se retirará del oficio de aventurera o vestirá armaduras eficaces.
-Apuesto una plata a que morirá siendo idiota. -Propuso el caballero.
-No voy. -Respondió la enana. -Pienso igual.

La guerrera salió del túnel y entró en un espacio mayor con una escalera de caracol para subir un piso. Los troncos estaban acumulados contra una pared rocosa. Se puso a fisgonear los artículos de alquimia del piso inferior.

-No parece haber nada interesante. -Murmuró. -Ingredientes menores para pociones y ungüentos básicos; peltre, olla y horno. -Revolvió un poco todo.

En la sala de vigilancia el enano prosiguió:

-Parece tener nociones de alquimia, jefe.
-Lo estoy viendo... Estoy a tu lado.

La aventurera intentó abrir el cofre con ganzúas pero cuando comprobó que había un sello mágico usó su espada encantada; no se melló y golpeó la cerradura una y otra vez.

-Espada mágica. -Comentó el caballero.

Cuando finalmente abrió el cofre encontró sólo un anillo.

-Una plata a que se lo pone porque es idiota. -Dijo la enana.
-Una plata a que usa un hechizo de detección. -Dijo el enano.
-¿Guerrera, asesina y maga? -Preguntó su jefe. -Es excesivo. Voy con tu mujer.

La guerrera se lo puso.

-Parece que no hace ningún efecto. -Se encogió de hombros y sin quitárselo caminó por la escalera hacia el piso de arriba. El enano dio una moneda de plata a su mujer y a su jefe.

Leveling Incarnation (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora