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Millie había nacido tan solo diecisiete días después que Sadie Wolfhard y de acuerdo a sus padres, habían sido mejores amigas desde el momento en que habían sido colocadas en la misma cuna cuando Lady Brown requirió a Lady Wolfhard para su visita ...

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Millie había nacido tan solo diecisiete días después que Sadie Wolfhard y de acuerdo a sus padres, habían sido mejores amigas desde el momento en que habían sido colocadas en la misma cuna cuando Lady Brown requirió a Lady Wolfhard para su visita periódica de los jueves por la mañana.

Millie no estaba segura sobre el por qué su madre había traído a una
bebé de dos meses cuando había habido una niñera perfectamente
capaz de cuidarla en Aubrey Hall, pero sospechaba que tenía algo que
ver con que ella rodara de adelante hacia atrás en la improbable edad
de seis semanas.

Lady Brown y Lady Wolfhard eran amigas devotas y leales, y Millie
estaba bastante segura de que darían su vida por la otra (o por los hijos
de la otra), pero tenía que decirse que siempre había habido un fuerte elemento de competencia en su relación.

Millie también sospechaba que su impresionante destreza en el arte
de volcarse tenía menos que ver con su genio innato y más que ver con la punta del dedo índice de su madre contra su hombro, pero como señalaba su madre, no había testigos.

Pero lo que fue presenciado -por ambas madres y una criada- fue
que cuando Millie había sido colocado en la espaciosa cuna de Sadie, ella se había estirado y agarrado la pequeña mano de la bebé, y cuando sus madres intentaron separarlas, ambas comenzaron a aullar como almas en pena.

La madre de Millie le contó que había estado tentada en dejarla allí en Crake House por la noche; era la única manera de mantener a las dos bebés calmadas.

Esa primera mañana fue, sin duda, un presagio de lo que vendría, Millie y Sadie eran, como le gustaba decir a sus nanas, dos gotas de agua, dos gotas muy diferentes que tenían mucho cariño hacia la otra, donde Millie tenía miedo, Sadie tenía cuidado, no timidez, solo cuidado.

Ella siempre observaba antes de saltar, Millie también observaba; solo que tendía a hacerlo de una manera algo más superficial, y luego saltaba alto y lejos, a veces superando a Gaten y Noah, quienes habían sido más o menos forzados a hacer amistad con ella después de que se dieran cuenta de que Millie A) los seguiría hasta los
confines de la tierra excepto que B) probablemente llegaría allí antes que
ellos; con Sadie -luego de una cuidadosa consideración del peligro
ambiental-, sobre sus talones.

Y así fue que se convirtieron en un cuarteto, tres niños salvajes y una
voz de la razón, escuchaban a Sadie ocasionalmente, lo hacían verdaderamente, probablemente, la única razón por la que los cuatro habían llegado a la edad adulta sin lesión permanente, pero como todas las cosas buenas, llegó a su fin y unos años después tanto Gaten como Noah se fueron de casa, Sadie se había
enamorado, casado y mudado, ella y Millie intercambiaban cartas con
regularidad, pero no era lo mismo, aun así, Millie siempre llamaría a Sadie su mejor amiga y, por lo tanto, cuando se encontró en Crake House con un esguince en el tobillo y nada que ponerse a excepción de pantalones de hombre y una camisa bastante polvorienta y un abrigo, no tuvo ningún reparo en asaltar el armario de su amiga en busca de prendas adecuadas para una cena familiar.

because of miss brown; fillieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora