*Advertencia, este capítulo puede contener partes sensibles, si continúan, leen bajo su propia responsabilidad*
Millie no era estúpida, había sabido cuando decidió esperar a Finn en su dormitorio, que esto podría pasar pero no era el por qué lo había hecho, no era el por qué se había colado en la habitación tan silenciosamente, girando el mango de la puerta con facilidad practicada para que se deslizara a través del mecanismo de cierre sin un ruido, no era el por qué se había sentado en su silla, escuchando por sonidos de su regreso y no era el por qué se había quedado mirando su cama todo el tiempo, dolorosamente consciente de que era donde dormía, donde su cuerpo yacía más vulnerable.
No, se dijo, había venido a su habitación porque necesitaba saber a dónde había ido, por qué la había dejado en Wintour House, y estaba preocupada, sabía que no dormiría a menos que él estuviera en casa.
Pero había sabido que esto podía suceder.
Y ahora qué estaba sucediendo...
Finalmente, podía admitir que lo había querido todo el tiempo, la había apretado contra él y ella no manifestó sorpresa, no fingió indignación, fueron honestos con el otro; siempre lo habían sido y echó sus brazos alrededor de él, devolviéndole el beso con cada delirante respiración.
Fue como la primera vez que la había besado, pero era muchísimo más, sus manos estaban en todas partes y su bata era delgada, el material mucho más sedoso y fino que su vestimenta diaria, cuando ahuecó su parte inferior, ella sintió cada dedo apretándola con una desesperación que hacía cantar a su corazón. No la estaba tratando como una muñeca china, la estaba tratando como a una mujer y le encantó.
Su cuerpo presionado contra el de ella, cuerpo a cuerpo, sintió su excitación, estaba llevando a Finn Wolfhard a enloquecer con deseo y fue emocionante, y la hizo valiente.
Quería mordisquear su oreja, lamer la sal de su piel, quería escuchar la forma en que se aceleraba su respiración cuando arqueó su cuerpo contra el suyo y quería conocer la forma exacta de su boca, pero no por la vista, por el tacto. Quería todo de él y lo quería de todas las formas posibles.
—Finn —gimió ella, amando el sonido de su nombre en sus labios.
Lo dijo de nuevo y luego otra vez, usándolo para marcar cada beso.
¿Cómo había pensado siquiera que este hombre era rígido e inflexible?
La forma en que la estaba besando era fuego en persona, era como si quisiera devorarla, consumirla.
Y Millie, que nunca le había gustado mucho dejar que nadie se hiciera cargo, se encontró con que preferiría que él tuviera éxito.
—Eres tan, increíble, hermosa —dijo, sin manejarlo del todo bien para decirlo como una oración adecuada, su boca estaba demasiado ocupada con otro propósito para unir las palabras sin problemas—, tu vestido de esta noche... no puedo creer que usaste rojo.
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because of miss brown; fillie
RomanceA veces encuentras el amor en el más inesperado de los lugares... Esta no es una de esas veces.