Tres años han pasado desde aquel suceso, lleno de muertes, peleas, amoríos y todo lo que conlleva ser un equipo para salvarse a si mismo y a los demás.
Solo un intento fue suficiente para llenar de esperanza a todos, la esperanza de que sus amigos y personas importantes regresaran del más allá, de volver a tenerlos en este mundo.
Y todo comenzó en la cena de año nuevo, la puerta principal siendo abierta bruscamente, y seguidamente entrando hacia la cocina, el signo más impactado de todos.
Escorpio- ¡Creo que están vivos! -gritó, mostrando una carta hacia los demás-.
Ninguna palabra, ningún gesto, ni siquiera un respiro.
Aries- Que rápido te pusiste borracho -soltó entre risas-.
Escorpio- ¿Borracho? ¡Mentira! Libra tú sabes de esto, diles.
Él mencionado habló, con todas las miradas pegadas en él.
Libra- Creemos que, hay una posibilidad de que revivan, las piedras, el sistema, hay esperanza.
Tauro- Si claro, y cómo se supone que lograremos eso -contestó con cierto toque de burles-.
Se reunieron, como hace tres años, tomaron su tiempo y llegaron a un acuerdo que muchos creían era su última oportunidad, y era, creer, confiar en que podrían seguir con vida y si no es así, traerlos desde la muerte.
Piscis- Eso quiere decir que...
Escorpio- Voy a recuperarla... -susurró, luego su voz se convirtió a un grito- ¡Voy a recuperar a Acuario!
Cáncer- Capricornio, Sag, volverán -añadió con una mano sobre su pecho-.
Leo- Pero no entiendo, ¿Cómo van a volver?, ¿Cuándo?.
Todos se miraron entre sí, y rápidamente corrieron al sistema que estaba en el pequeño armario, lo sacaron con cuidado del cuartel y lo colocaron en el suelo, justo enfrente de todos, en él volvieron a colocar las piedras de los signos muertos, las únicas piedras que quedaban bajo su posesión, ya que las demás se habían ido junto con alguien más, y esta vez añadieron lo que era mover de alineación los planetas que los regían, era su única esperanza.
El fuerte aire daba a la cara de todos, algunos optaban por tapar sus rostros.Una tormenta se acercaba, rayos y más rayos caían sobre el bosque, un rayo, que el fue el más fuerte y más cercano a ellos, los hizo alejarse rotundamente, prácticamente a muchos los mandó volando lejos.
La tormenta desapareció, el aire dejó de mover a los árboles, y el rayó había dejado un gran hueco enfrente de todos, demasiadas rocas y restos de madera del suelo lo tapaban.
Géminis- ¿Qué mierda pasó? -preguntó cubriendo a su hija por completo, Leo las cubría a las dos por igual-.
Aries- Sea lo que haya pasado, no se descuiden -se acercó poco a poco a la grieta- Tauro, las rocas.
No tomó mucho para que se acercara por igual a hacer el intento de levantar toda roca, cuando todas ellas salieron volando hacia arriba, escombros hacia el aire y polvo ocultando lo que había debajo.
Voces tosiendo se escuchaban desde abajo.
-Jamás... Nunca, dejemos que Sagitario nos traiga desde el más allá- la presencia de esa voz femenina tan peculiar salió, junto con una mano tratando de salir de la grieta.
-¡Oh, vamos! ¡Fue espectacular!- ahora apareció la segunda voz.
Y rápidamente, salieron de los escombros hacia la luz de la luna, llenos de rasguños, tierra, ropa y cabello desordenados, la misma ropa que tenían el día en que se fueron.
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La Batalla Continúa (C.D.Z #2)
FantasyTodo acabó. Todo terminó. La guerra de hace años finalizó, vidas lamentadas de por medio. Pero qué pasaría, si esas vidas pudieran regresar... Peor aún, qué pasaría si la batalla no ha acabado. (Para entender esta historia es necesario leer la prime...