La Batalla Continúa (C.D.Z #2)

15.- "Descarga"

Tauro

En muchas ocasiones, creí que lo que pasó hace tres años, solo habría de pasar en ese momento.

Me convencí a mi misma de que lo malo ya había ocurrido.
Pero, parece que la vida está llena de sorpresas.

Justo ahora, no sabía en qué preocuparme ya.
Mi atención estaba esparcida en saber qué le pasó a Aries, qué podía estar sintiendo o sufriendo ahora, en qué iba a pasarnos a nosotros, cuál era el desenlace de esto.

Y entonces, recordé a otras personas.

Tauro- ¿Dónde están los tres? -pregunté a las personas que permanecían atados a las sillas como yo-.

Libra- De nuestro lado no creo -contestó con enfado, y cómo no, es el único con una pierna rota-.

Fue tanto su dolor al estar aquí, que incluso se acostumbró.

Un corto en la luz se hizo presente, duró pocos segundos, pero no habíamos visto uno antes cuando llegamos.
Solo que este corto de luz, era una marca del chico que podía manipular la electricidad a su antojo, porque era un corto largo y luego uno más breve.

Piscis- Jamás sabré cómo es que nos hicieron esto, el peor error que cometimos fue traerlos, ¿Por qué lo hicimos?

Escorpio- Ellos no quisieron hacer esto -opinó bastante seguro- sería muy idiota pensar que ellos regresaron para hacernos daños.

Cáncer- Pero tampoco es nada imposible, ¿O acaso fue coincidencia que en cuanto llegaron actuaron de formas extrañas? Todo para irse después.

Libra- No me digas que no notas que todo lo que dice es para defender a Acuario -añadió aún más quejumbroso- no importa qué pase, siempre querrá justificarla.

Escorpio- ¿Y eso está mal? -lanzó- para ti defender a quién quieres está mal, pues déjame decirte algo, ella puede venir y matarnos a cada uno, pero yo jamás voy a verla como la mala. Yo la conozco, ella no haría eso por voluntad propia.

Libra- Comprende que ella no es un ángel lleno de pureza.

Escorpio- No sé qué te hace creer que alguien de aquí lo es -concluyó- como si no hubiéramos hecho cosas peores.

Antes de que ambos siguieran con su discusión, la puerta de la habitación donde estábamos fue abierta lentamente, y la primera persona que apareció fue Arvid.

Mi alma se llenó de felicidad y paz al ver que Aries entró por igual, y que no estaba tan herido como creí.

Solo que al verlo detenidamente, me di cuenta de algo raro, ya que Aries, no veía muy feliz, estaba dando miradas amenazantes, eso no era lo raro, lo raro era que esas miradas iban a nosotros, no a Arvid.

Se acercó a nosotros, viéndonos uno a uno, la única mirada que me dió a mi, fue de completa frialdad y odio, algo dentro de mi se rompió, pero comenzaba a entender que algo le hizo a su mente.

Luego de rato de inspeccionarnos, volvió a alejarse.

Aries- ¿Qué debo hacer con ellos? -preguntó neutral-.

-No mucho, solo quería que conocieras a los culpables de todo- contestó Arvid -pero mientras ellos estén aquí, traeremos a padre de regreso.

Aries- ¿Vas a dejar vivos a estos asesinos?

Negó riendo. -Claro que no, solo que los estoy reservando para quien tanto ha deseado matarlos, sería una falta de respeto hacer lo que él no pudo hasta ahora.