Géminis
Nadie de aquí podía entender el sentimiento que tengo de separarme de mi hija, nadie iba a comprenderlo, pero no podía quejarme, porque no lo harían hasta que cada uno tuviera a sus propios hijos.
Pero también entendía, que éramos un equipo, siempre lo fuimos, separados o no. E iba a ayudar a mis amigos, no quería que se fueran de nuevo.
En un abrir y cerrar de ojos, con ayuda de Virgo, ya estábamos enfrente de la casa de un viejo amigo, Leo y yo, apunto de alejarnos de nuestra hija.
Géminis- Házlo -ordené, y mi novio tocó el timbre de la casa, literalmente habíamos venido hasta Alemania desde Estados Unidos-.
Esperamos un poco, yo me mantenía viendo a Sagi entre mis brazos, esta niña era única, yo lo sabía bien, no por ser su madre, algo dentro de mi sabía que ella era especial, infinitamente.
-¡Hey! Gusto en verlos- lanzó Andrés, una amigo mayor que nosotros -feliz año nuevo.
Nos abrazó y miró a la pequeña sonriendole, Andrés había sido un gran amigo en mucho tiempo, tuvimos suerte de encontrarlo, nos ayudó bastante en muchas cosas, y esta sería la vez que más ayuda necesitaríamos.
Luego de preguntar sobre nuestras familias, decidimos poner las cartas sobre la mesa, claro que, con una ligera mentira.
Leo- Nos alegra que estés bien, y nos da mucha pena pedirte esto pero, queríamos saber si podías cuidar a Sagi algunos días, estamos en algo importante ahora, y considerando que no habrá pasarelas ni sesiones con revistas, solo nos preguntábamos si podrías hacernos ese favor.
-Pero claro, yo encantado de tener a la pequeña conmigo- posó una sonrisa haciendo que mi hija igual sonriera, a ella le gustaba estar con él.
Géminis- Tengo entendido que vives solo, ¿Verdad?
Asintió. -No hijos, no esposa, mis padres lejos, así que sí, estoy solo, ella estará bien aquí, se los prometo.
Géminis- Gracias, te dejamos una maleta con todo lo que necesitará, y dentro hay dinero, para que no gastes en comida para ella -agregué mientras me despojaba de la maleta-.
La recibió con gusto y la puso sobre su hombro izquierdo.
-No es necesario el dinero, podrían necesitarlo ustedes- opinó.
Leo- No te preocupes, de eso ya nos encargamos -habló- todo estará bien, pero ya tenemos que irnos.
Géminis- Adiós, prometo que vamos a volver por ti, te quiero mucho -le hablé a mi hija y dejé un beso en su frente, luego Leo la tomó en sus brazos-.
Leo- Solo espero no olvides quién es tu padre -le dijo- si regreso juro por mi vida comprarte lo que quieras si no me olvidas -le susurró en juego y también le dió un beso en la cien- eres mi pequeña, Sagi.
Le entregó mi hija a Andrés y ella fue a sus brazos sin problema, incluso pareciera que ya quería irse.
Dimos una última mirada antes de volver con nuestra amiga que estaba más alejada que nosotros.
No iba a llorar, aunque quisiera, pero dejar a tu hijo con el misterio de si volverás a verlo o no, era algo que no podía expresarse a menos que no fueran padres.
Andrés entró a su casa sin problema, jugando con ella, estaba feliz de que no se pusiera a llorar.
Fuimos rápido a dónde Virgo estaba, en el piloto de nuestro auto.
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La Batalla Continúa (C.D.Z #2)
FantasyTodo acabó. Todo terminó. La guerra de hace años finalizó, vidas lamentadas de por medio. Pero qué pasaría, si esas vidas pudieran regresar... Peor aún, qué pasaría si la batalla no ha acabado. (Para entender esta historia es necesario leer la prime...