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Ya era el tercer mes de embarazo, y hacía poco un científico había ido para hacerle análisis. Aunque aún se preguntaba en qué universo que lo tocara se consideraba un análisis.

El hombre y ella estaban en la habitación, había sacado lo necesario para comenzar a trabajar, pero sólo era un pervertido que, luego de obtener lo que sus superiores demandaban, se aprovechó de la joven y la obligó a complacerlo, aunque no pasó más de la masturbación, había quedado perturbada.

Ya tenía dos malas experiencias en eso y comenzaba a cansarse de la vida...

Cuando el científico se había ido, fue a quejarse con Chris a pesar de no esperar que hiciera mucho. "Eres una maldita hipersensible", le había respondido, "no aguantas nada".

...

Intentaba no pensar mucho en el tema, a veces, para lograr esto, se encerraba en su mundo de música y siestas largas. En ciertas ocaciones, miraba mucho sus muñecas pensando en acabar con todo, pero siempre retiraba esas cosas de su cabeza, recordando que debía seguir por sus padres, que ya no estaban allí para defenderla.

Debía cuidarse sola, y ahora sí estaba muy sola...

No podía confiar ni en su hermano, siendo esto un terrible dolor en el pecho. Así que, esa tarde, para alejarse de lo malo, salió de casa. Caminó en dirección al parque y se sentó bajo un árbol con sus auriculares puestos.

Se había quedado con los ojos cerrados hasta que sintió que un auricular fue retirado. Miró a quien se lo había sacado.

- ¿Te gusta el rock? -preguntó el pelirrojo escuchando la música.

- Hey, regrésamelo. -le dijo un tanto enojada por el exceso de confianza del chico, ¡solo se habian visto dos veces!

- Tranquila, a mí también me gusta. -sin devolverle el auricular, se sentó junto a ella.

Permanecieron en silencio un buen rato nada incómodo, en realidad, era agradable. Luego de esto, Steve le invitó un helado. Camino a la heladería, Claire preguntó:

- Cuando fui a devolver la ropa, no te vi. ¿Estás de vacaciones?

- ¿Devolviste la ropa? -confundido- ¿Por qué? Si seguro te quedaba hermosa.

- Mi hermano me lo ordenó... -bajó la cabeza.

- Oh...

- ¿Estás de vacaciones?

- No... me despidieron... -le restó importancia levantantando los hombros.

- ¿Por qué? -lo miró.

- No pude terminar de pagar la chaqueta, así que me despidieron cuando intenté tomar prestado un poco al gerente.

- ¡Steve! ¡Eso no se hace!

- Perdón... es que... no sabía qué hacer... -la joven lo miró ahora con intriga- el hijo de puta me quitó todo lo del mes y no me pagó... y necesito el dinero, ¿sabes? Así que entré en pánico.

- Podrías haber pedido ayuda a alguien.

- ¿A quién? No tengo a nadie... además... dijeron que no querían a un adolescente.

Claire se sintió de dos maneras diferentes: mal, por ser la causante del despido de Steve junto con la reciente noticia de que no tenía a nadie, y sorprendida por lo de "adolescente".

- ¿Cuántos años tienes? -preguntó.

- Diecisiete...

- Pareces más grande. -murmuró desviando la mirada, sacándole una risita al otro.

- ¿Y tú? ¿Cuántos tienes?

- Diecinueve.

- Toma ahí... pareces de mi edad...

No pudo evitar sonreír ante esto. Comenzaba a sentirse cómoda, y el otro no estaba muy lejos de esto tampoco. Habían decidido que se juntarían más seguido, para así conocerce mejor y entablar amistad.

Esa noche se verían en el parque y comerían juntos, lo cual emocionaba a Claire.

Lo Que Chris Le Ha HechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora