IV

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Estaba embarazada. ¿Qué pasaría con ella ahora? Intentaba no pensar en lo que Chris podría hacerle, pero esperaba cualquier cosa.

Tiró la prueba a la basura, lavó sus manos, luego su cara, y se dirigió a su habitación. Se acostó de lado, con las sábanas se tapó hasta arriba y permaneció mirando la ventana.

Esa noche no pudo dormir...

Al otro día, tenía leves ojeras y, casada, se estiró aún acostada. Se sentó en el centro de la cama mirando al frente, pensando en qué era lo que debía hacer ese día.

"Comprar ropa", pensó, "La semana que viene es el cumpleaños de Chris".

Flexionando sus piernas y abrazándolas, se había encorvado y bajado la cabeza. Últimamente era una acción que repetía cada mañana. Le ayudaba a pensar en las actividades del día, cómo pasaría la tarde y qué haría en la noche.

Lo primero, era desayunar. Pero esta vez sí lo haría por mucha nausea que sintiera, necesitaba que esa pequeña vida fuera fuerte, que naciera sana. Y también se decidió a ser más fuerte emocionalmente, no quería transmitirle malas sensaciones.

Suspiró. Se levantó, con lentitud se dirigió al guardarropa, buscó con qué vestirse y encontró una remera mangas largas blanca, una mangas corta morada, unos jeans y, luego de mirarlo, decidió ponerse esa ropa.

Se miró al espejo desconforme, pero de todos modos salió al comedor. Chris se había ido ya, y le había dejado el desayuno en la mesa. Esto sucedía normalmente, su hermano trabajaba temprano en la mañana, regresaba para almorzar, se volvía a ir y luego estaba en casa para las 7pm.

Tomó el sandwich y lo mordió a penas. Miró a su alrededor mientras comía, notando que había un papel escrito enganchado al refrigerador. Dejó la comida en la mesada, tomó el papel y lo leyó:

"Luego hablaremos de la prueba de embarazo, ni bien nos veamos. ~Chris~"

Tiró el papel a la basura y siguió desayunando como si nada. Mirando su reloj de muñeca, fue hasta la puerta, terminando de comer, y salió. Se encaminó a la facultad deseando que nadie, nadie le hablara.

Que no le hablara en la calle algún "conocido", que no le hablara la recepcionista de la facultad, ni sus compañeros, y por sobretodo, que los profesores no le hicieran responder preguntas. Era algo que odiaba con todo su ser.

Pero, cuando dejó de mirar al frente para ver el suelo, chocó con la misma chica de la otra vez. Esta vez, estaba vestida con el uniforme de los STARS y tenía su boina puesta.

  - Oh, lo siento de nuevo -se disculpó Jill al reconocerla. Se le quedó mirando y dijo-. ¿Vas a la facultad?

Claire sólo asintió.

  - Puedo llevarte, ¿sabes? Me queda de paso.

Luego de pensarlo, aceptó para no ser descortés. Valentine la guió hasta su moto, le alcanzó un casco y luego se puso el suyo. Claire se subió tras ella pensando que al menos llegaría rápido a clase.

La mayor le iba hablando en el camino, mayormente cosas sin importancia, puesto que Claire a penas le respondía, dándole a entender que no sentía deseos de hablar.

Una vez en frente a la facultad, Jill frenó y la pelirroja bajó quitándose el casco. Lo extendió para devolvérselo, la otra lo tomó y le sonrió. Luego de quedar en que pasaría por ella cada mañana para llevarla a la facultad, para facilitarle el camino a la estudiante, se despidieron y cada una fue por su lado.

Ingresó a la institución con la mirada fija en el suelo, lo suficientemente lejos para no chocarse a alguien. Aún estaba shockeada por la noticia de la noche anterior y, por mucho que quisiese, no podía dejar de pensar en todo lo que la atormentaba.

Negó para retirar esos pensamientos de su mente, sin mucho éxito, y miró al frente.

La facultad parecía cómoda, a decir verdad, le gustaba estar allí, a pesar de todos los contras que esta tenía, como profesores malhumorados y estudiantes aún más malhumorados.

Ya frente a su casillero, suspiró por enésima vez en el día, antes de abrirlo con su llave y sacar los libros para la materia de ese día.

Lo Que Chris Le Ha HechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora