VII

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Dejó una nota en la mesa y salió de casa camino a la casa de Moira, al otro lado de la ciudad. Vestía una genial remera, aunque con el logo gastado, de Metálica y un pantalón suelto negro. Como siempre, su cabello estaba atado en una coleta alta, con su flequillo cubriendo su frente.

Esa noche estaba hermosa, no hacía ni frío ni calor, la verdad, era fantástica.

La zona donde se encontraba viviendo Moira en esos momentos era una algo peligrosa, pero ignoraba este hecho ya que estaba muy confiada. Y ciertamente nada le pasó. Llegó al lugar y golpeó suavemente la puerta.

Una joven de cabello corto la recibió sonriendo.

  - ¡Papá, ha llegado! -se hizo a un lado para dejarla pasar.

  - Hola, Moira. -saludó sonriendo.

  - Hola. ¿Cómo estás?

  - No puedo quejarme.

  - Pasa, pasa...

Seguida de la pelirroja, la joven fue hasta la cocina, donde su padre, Barry Burton, cocinaba pizzas de distintos tipos. El hombre vio a la recién llegada de reojo y sonrió.

  - Buenas... Claire Redflield, ¿verdad?

  - Así es señor, buenas noches. -saludó sacándole una risa al adulto.

  - Llámame Barry, por favor.

  - Claire, mi padre dice que trabaja con tu hermano. -dijo Moira tomando asiento en la mesa.

  - ¿Enserio? -preguntó sentándose frente a su amiga.

  - Sí, así es... ¿sabes? No me sorprendió que te invitara a venir este mismo día, Moira siempre fue muy sociable.

  - Lo he notado.

La verdad, sí había pasado muy rápido, incluso se sorprendió a sí misma aceptando sin pensarlo dos veces. Pero necesitaba divertirse un poco, ¿no? Después de todo, a penas sí había socializado con... bueno... con cualquiera perteneciente a la institución...

Cuando la comida estuvo lista, Barry sirvió en un plato pedazos de pizza de muzzarella, de cebolla, de huevo, de tomate, de palmito y de salchica. Ese día había aprovechado a cocinar tanto así porque su esposa, fan de la comida sana, se había ido a comer a un restaurante.

Claire se divirtió mucho, de verdad necesitaba algo así para relajarse.

  - Y entonces Chris salió corriendo de regreso a casa...

  - ¡Ja! -soltó con tono de burla el adulto- No lo tenía así a Chris.

  - Sí, parece muy valiente pero le teme a muchas cosas. -rió la joven pelirroja.

  - Papá -se quejó Moira-, es mi amiga, yo la invité, no me la robes...

El padre soltó una risa negando. Dijo que mejor comenzaba a limpiar, así que levantó las cosas y las llevó al lavabo. Claire y su nueva amiga hablaron de cosas sin importancia, descubriendo que tenían bastante en común.

Pero se hizo tarde y la pelirroja ya debía regresar. Barry se ofreció a llevarla, pero se negó comenzando a caminar de regreso. Iba pensando en cuándo podrían repetir la "reunión", como Moira la llamaba, sólo que esta vez en su casa.

Detuvo su caminar escuchando una voz conocida en la esquina cercana.

  - ¡Entonces deja de molestarme, deberías buscar tú un trabajo! -ese grito fue seguido de un portazo.

Caminó con cautela hasta ver al joven de aquella tienda fumando en la vereda, con el brazo apoyado en la reja. Se sorprendió un poco e intentó ignorarlo, pero volvió a mirarlo. Suspiró y continuó su camino a casa, pensando que debería haberle dicho algo reconfortante a pesar de no conocer la situación del chico.

Lo Que Chris Le Ha HechoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora