Una tarde con Los Coleman

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Me levante por la mañana de un glorioso sábado y estaba muy feliz de que lo fuera, ya que era mi día libre y lo aprovecharía al máximo, había pasado casi una semana de ir a trabajar al bar y ya que Bill había contratado a Gaby, la nueva mesera por que el bar se llenaba demasiado en estos días y Jane y yo estábamos totalmente de acuerdo, no es que nuestra opinión importara pero era fantástico tener a alguien más ayudando y sobre todo si se trataba de Gaby ya que era un gran chica, muy linda y amable, Jane, Gaby y yo pasábamos muy ocupadas en el bar pero cuando teníamos el tiempo hablábamos de cualquier cosa y era súper divertido estar con ellas.

Por otro lado desde la pelea con Aaron hemos estado totalmente distantes o bueno más por mi parte siempre que él me habla o me mira lo ignoraba es más me compre unos audífonos así no tengo que molestarlo con mi música y sobre todo cuando me habla me los pongo o finjo no escucharlo si los tengo puestos aún que no esté escuchando nada mientras vamos de camino al instituto y bueno también luego del trabajo porque por más que quiera alejarlo de mi no puedo ya que vivimos en la misma casa, su habitación está al lado de la mía y al parecer es como mi conductor personal o algo por el estilo ya que iba y venía con él a todas partes desde el instituto hasta el trabajo y luego estaba el instituto en el cual compartíamos 2 clases juntos y día de por medio tenía que pasar los recesos con los chicos, no era como si pudiera sacar a Aaron Coleman de mi vida tan fácilmente.

Por otra parte Beth y yo seguíamos con nuestros planes de descubrir quien realmente son los Coleman, aún que nuestro plan se había visto afectado ya que ahora Beth pasaba más tiempo con Elliot porque eran novios y completamente inseparables así que no podíamos confabular cerca de él y Beth me había cancelado el día de hoy para ir con Elliot de picnic porque el día estaba jodidamente hermoso, estaba soleado y hacía un poco de calor y yo no tenía ni la más remota idea de que hacer.

Baje a desayunar y mire a Gina muy apurada en la cocina con el desayuno, aún traía puesta la toalla de baño en la cabeza así que fruncí el ceño sin entender porque aún la llevaba puesta

-Buenos días- dije y ella me miro rápidamente y luego sonrió

-Buenos días- dijo rápidamente para seguir con sus deberes y sentí extraño que no me dijera cariño como siempre pero lo comprendí ya que estaba muy atareada

-¿Donde está...?- empecé a preguntar

-Gabriel está arriba terminando de arreglarse para el trabajo- dijo ella interrumpiéndome y yo abrí los ojos con sorpresa, Gabriel era el primero siempre en llegar a la mesa y era súper puntual y relajado esperando su desayuno

-Owwww!!!- dije y ella me sirvió mi desayuno

-Espero que no te moleste comer pan tostado hoy- dijo y mire el plato, eran huevos revueltos y pan tostado, no me molestaba es más me gustaba mucho pero para ser uno de los desayunos de Gina se quedaba corto, este era más del tipo que mi madre solía hacer cuando tenía que trabajar e iba tarde, me trajo muchos recuerdos de ella y mire el plato con nostalgia, aún la extrañaba, cada segundo sin ella era tan difícil pero prácticamente estaba acostumbrada a no verla desde que estaba en el internado, a veces pensaba que aún seguía en ese lugar y que mi madre vendría a verme cada mes

-¿No te gusta?- preguntó Gina mirándome afligida y yo agite mi cabeza expulsándome de mis pensamientos y evitar no llorar

-No... no... digo si, si me gusta es más me encanta es tan... mi mamá- dije sonriendo forzadamente y Gina me sonrió compasiva y amorosa como lo hacía siempre

-¡Oh cariño!- dijo ella y empezó a acercarse a mi pero un Gabriel muy apurado atravesó la habitación interviniendo su paso y haciéndola detenerse

-¡Buenos días!- dijo exaltado casi con falta de aire y abrazo a Gina y le planto un beso apresurado

-Wow...- dije admirada este Gabriel no era el Gabriel de todas las mañanas, siempre tan sereno e impecable y este era apresurado y un tanto desalineado, Gabriel tomo asiento en la mesa en su lugar de siempre como la cabecilla de la familia y Gina le sirvió el desayuno apresuradamente y él comenzó a devorarlo

Los ColemanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora