Capítulo 9

520 69 12
                                    

POV Katniss

Astoria, Oregón 1998.

— Estás fumando de nuevo, enano.

Marvel me sonrió y apagó el cigarrillo antes de acercarse a mí. Se sacudió su hermoso traje de domingo y luego me miró con la tristeza bailando en sus ojos.

Llevas más maquillaje que la semana pasada. — dijo tocándome el rostro.

Quise evitar con todo lo que tenía hacer una mueca de dolor, pero no pude. Gale había sido un troglodita y me había golpeado muy fuerte esta vez. Dejándome muy morada y adolorida.

— Deja de preocuparte por mí.

Marvel bufó y esta vez sin importarle nada, encendió el cigarrillo dándole calada tras calada hasta acabárselo. Me preocupaba que hiciera eso, odiaba con toda mi alma que él viera una salida en algo que tarde o temprano iba a matarlo. Pero era en vano que yo intentara cambiarlo, que intentara hacerlo ver el mundo infernal en el que habíamos nacido como un cielo.

Quiero matarlo. — Me miró con los ojos heridos de un niño y luego continuó. — Debería matarlo.

Negué y mis ojos se llenaron de lágrimas. Marvel tiró el cigarro al suelo y lo pateó antes de abrazarme. Él tan solo tenía diez años y joder, casi era tan alto como yo, casi era tan maduro como yo.

— Un día seré un hijo de puta millonario y te daré el mundo.

Me hizo reír y limpie mis lágrimas diciéndole

Tienes que dejar de gastar lo que papá te da en cigarrillos si quieres ser ese hombre.

Asintió hacia mí y me sonrió.

— Lo prometo —dijo chocando su puño contra el mío.

Actualidad...

—¿Entonces tú ves normal que te traiga girasoles y chocolates? —preguntó Cecelia tomando un chocolate de mi caja

Rodé los ojos y tomé uno yo también. Hacia tanto tiempo que no comía uno que probarlo para mí era el cielo. Suspiré e intenté moverme sin lastimarme mucho. Estaba pronta a que me dieran el alta pero aun me tenían conectada a varios aparatos y moverme era como estar quemándome por dentro.

— Es mi abogado. — fue mi única respuesta.

La única respuesta lógica que no me hacía querer pensar demasiado. Hacía mucho tiempo yo había dejado de ser una mujer que pensaba y me había convertido en alguien que solo vivía un día a la vez. Cecelia encogió un hombro y suspiró:

— Uno muy guapo.

Rodé mis ojos y miré el morete que tenía en la muñeca con más atención que a ella. No había pensado en nadie como atractivo desde hacía demasiado tiempo, los hombres guapos esconden monstruos.

—Séneca Crane dijo que era casado.

Cecelia bufó y luego pareció rendirse antes de sacar una preciosa cadena de su bolsillo.

— Bonnie vendrá en la próxima visita y quiero darle esto por su cumpleaños.

Sonreí hacia ella tomándola en mis manos, era delicada y bonita.

—No es un poni —dijo Cecelia llamando mi atención con sus ojos llorosos.

Negué antes de tomar su mano y decirle

—Y gracias al cielo que no es un maldito poni, ella va a amarlo Cecil.

Cecelia sonrió y lo guardó de nuevo.

Asesina De Creencias 🌟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora