12 años después...POV Kat.
- Y de pronto la vi, tan hermosa como siempre y tan deslumbrante como todos los días....
- Sabes que mamá es mía, ¿cierto?
Me reí al escuchar a Evan, hablar con tanta seguridad mirando a su padre, con los ojos entrecerrados y los brazos cruzados, mientras Peeta, sostenía a nuestras dos princesas, Casey y Carlie, en sus piernas y nuestro pequeño Ethan, los miraba sin entender nada chupando con ansias su biberón.
- ¿Por qué mami tiene que ser siempre tuya?
- Soy su primogénito, Casey.
- Y yo su gemela favorita.
- Niños... - dije caminando hasta ellos.
Peeta, pareció aliviado de verme aparecer y yo les di a cada uno un plato con fruta antes de besar la mejilla de Peeta, quien me atrajo hasta sus piernas.
- Tarea, ahora.
Todos gimieron y se levantaron para caminar hasta la mesa. Peeta, suspiró y susurró:
- Estoy muy viejo para esto.
- Bueno, tu hijo parece muy seguro de que seré suya siempre -indiqué dejando un beso en su mejilla.
Habían pasado exactamente 12 años, siete días y diez horas desde que Peeta, y yo nos habíamos casado y enterado que íbamos a ser padres por primera vez.
Finnick, tenía el rostro ceniciento al día siguiente de mi primer desmayo y yo estaba tan segura de que iba a ser una mala noticia lo que iba a decir que solamente había cerrado los ojos y visto mi vida arruinada de nuevo.
Hasta cierto punto mi mente funciona diferente ahora. Aprendí a mirar al frente sin miedo a mi pasado y con esperanzas del futuro. Me convertí en lo que jamás creí ser: una madre, libre de amar a su familia e hijos, una esposa, loca de amor por el maravilloso hombre que tenía a mi lado, y, sobre todo, una mujer capaz de ver la vida a través de los ojos de su familia llena de esperanza y fe.
Fe que había perdido por malentender el hecho de que todos somos libres de creer en Dios a nuestra manera o no hacerlo. Mi reconciliación con Dios había estado alejada de todo lo que tenía que ver con la religión. Un día me desperté con mi pequeño Evan, tan enfermo que me puse de rodillas y le pedí y puedo prometer que él me había escuchado. Así que ahora teníamos una tregua sin incluir una iglesia y yo tenía mi familia fundamentada sobre una roca.
No era la mujer más preparada del mundo, pero había logrado culminar mi carrera, después de muchos altibajos, y convertirme en psicóloga y ahora tenía un consultorio propio en el edificio de Clove, donde ayudaba, junto a mis amigos, a descubrir mujeres que eran abusadas y daba mi consejo para ayudarles a salir de ese infierno.
Johanna Mellark y Effie Mellark eran mis manos derechas. Y todos podrían creer que era una broma, pero éramos las mejores en nuestro trabajo. Habíamos empezado un proyecto que habíamos llamado "Un disparo de escopeta".
No asesinábamos bastardos o algo así. Solo ayudábamos a las mujeres a dar un paso fuera de su infierno y cada año yo contaba mi vida mes a mes frente a mujeres abusadas que decidían por sí solas empezar una vida diferente.
Todos habíamos logrado cerrar el ciclo del pasado y abrirnos al futuro. Pensando diferente.
Marvel, había encontrado su camino en los brazos de una chica que ahora estaba esperando un hijo suyo y, aunque había sido difícil para mí aceptarla como familia, porque me sentí celosa, ya que cuidé de mi hermano como no lo hizo mi madre jamás, ella se había ganado su lugar. Y ahora éramos amigas y familia.
No había vuelto a ver a mis padres aunque sí sabía que Paula, había muerto y Brutus, la había enterrado, dándole el final que se suponía que merecía.
Peeta, no había logrado ganar las elecciones para ser un fiscal de distrito, pero era un reconocido abogado a la fecha y seguía haciendo cosas buenas para ayudar a los demás. Cada año como iniciativa propia revisaba casos perdidos en el tiempo y luego de conocer a esas personas las defendía pro-bono, pero solo si estas eran inocentes o víctimas de la vida.
- Mamá... -me llamo Evan sonrojado.
Yo fruncí el ceño levemente preocupada por él. Mi hijo tenía casi doce años y todos podrían pensar que sería un hijo que odiaría la atención de su madre, pero él amaba que yo lo besara. Se sentía orgulloso de que lo abrazara y declaraba frente a sus amigos que estaba tan orgulloso de mi y que yo era suya. Y yo como toda mamá gallina hinchaba mi pecho orgullosa de eso.
Miré al frente al cuadro de nuestra chimenea. Habían unos cuadros que nadie tocaba, eran fotos viejas de mi adolescencia y Evan llevaba una hoy en sus manos.
Cuando Peeta, y yo cumplimos 6 años de matrimonio él había hecho que un amigo suyo, que era retratista hiciera algo para mí. Habían dibujado a un chico adolescente sonriendo como si fuera la última vez y este tenía mi fisionomía.
- Así se vería Nick... - había dicho Peeta, y a veces soñaba con que esa sería la mirada de mi hijo mayor si estuviese vivo.
Había contactado al amigo de Peeta, después y él hacia un retrato por año para mí y cada año yo los guardaba celosamente en una caja fuerte que era solo mía y luego iba a su tumba y dejaba flores allí.
- ¿Quién es él? -la pregunta me trajo de vuelta a mi hogar y Peeta, pareció desorientado y preocupado por la pregunta.
La última vez que yo había hablado de mi hijo mayor fue cuando súbitamente él me había regalado ese dibujo que parecía tan real y luego había entrado en depresión antes de quedar embarazada de nuevo.
La vida no era fácil.
Y mi vida no había sido un dibujo lleno de nubes y rosas.
- Él es tu hermano Nick - le respondí. Cogí fuertemente la mano de Peeta, antes de que mis hermosas hijas se sentaran al lado de su hermano y le dieran un vistazo a la fotografía.
- Él no se parece a papá -dijo Evan, con los ojos entrecerrados hacia mí. Yo miré a Peeta, quien respondió a la pregunta no formulada de nuestro hijo.
- Bueno hijo, eso es porque él es solo mi hijo del corazón. No de sangre.
- ¿Significa que tú eres el otro? - preguntó Evan, molesto para luego agregar. - En mi clase de natación hay una niña llamada Lucie, y ella tiene dos papás uno del corazón y otro de sangre... ¿Soy tu hijo de sangre o de corazón?
Silbé como camionero hasta que mis hijo guardaron silencio.
- Voy a contarles una historia. La historia de una mujer que era joven e ingenua, que cometió errores pero encontró su camino. Voy a contarles la historia de la asesina de creencias.
Está es mi historia ....
-*-*-*-*-*-Y con esto llegamos al final de esta historia 😢
¡Pero calma!
Sé que aún quedan cosas al aire...
Pero eso se aclara en los siguientes outtakes. 😉
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Asesina De Creencias 🌟
FanfictionKatniss lleva once años pagando una pena en la cárcel por un delito que sí cometió, pero ¿Por qué? Nadie se ha atrevido a preguntar hasta que su hermano decide cumplir su promesa e intentar sacarla en libertad Pero la pregunta principal es: ¿Será e...