Amenaza latente

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  – Taeyong

  Desde atrás continuaba bombeándola mientras sujetaba sus caderas, se mordía su labio inferior y sonreía viendo al techo tratando de aguantar lo más que podía, no era fácil para él el ver como ella movía esas caderas y sus nalgas rebotaban cuando chocaba contra él, las ecuaciones, las raíces cuadradas no lo estaban ayudando, la concentración estaba por perderse de lo bien que se sentía. Su miembro llegaba hacia el final de su camino y cada vez que se topaba con ese muro blando y caliente, la escuchaba gritar....

Cada vez más fuerte...

Cada vez más rápido...

Cada vez más excitante...

  Su voz retumbaba en toda la habitación y se mezclaba con los gruñidos que él soltaba. Sus besos eran tan apasionados que ambos sentían que sus labios se derretirían con esos intensos roces.

  Ella gozaba al sentir como él tenía un desempeño tan vigoroso y haciendo uso de sus brazos la levantó entrando en ella nuevamente, a medida que profundizaba sus penetraciones ella se vio obligada a sostenerse de una baranda pero él lo hacía tan intenso que no podía sostenerse por más tiempo. Taeyong era el único hombre que la había hecho sentir mujer y estaba muy feliz de estar a su lado. Ambos sonrieron y en ese momento ella se levantó procediendo a retirar el protector de su pareja desechandolo en la papelera.

— ¿Te quedarás a dormir hoy?

— Claro pero mañana salgo de viaje para ver a los posibles donantes. — Ambos estaban felices. — Mi jefe pagará la operación, no sabes lo agradecido que estoy con él.

—  Ah... Tú jefe — Se sintió incómoda con ese cometario pero solo se quedó callada nunca quiso preguntar y tenía miedo de saber la verdad pero lo más importante era que la abuela tendría una segunda oportunidad de vivir otros años más. — Que bueno amor, espero que sean compatible.

Taeyong le comentó que cuando su abuela estuviera en condiciones les daría un pasaje para que se fueran del país, estaba gestionando todo para que se fueran a Corea del Sur y al escuchar la noticia ella estaba muy emocionada creyendo que irían de vacaciones.

– No creo que pueda...

– ¿Tú no vendrás con nosotros?

–  Más adelante quizás, por los momentos debo trabajar pero mientras tanto hoy solo quiero amarte completamente — La jaló por sus tobillos y acomodó sus piernas dejándole ver su intimidad expuesta. De los labios del él unos hilos viscosos descendían y chorreaban por su entrada lubricando la zona.  —  Espero que tengas ganas al igual que yo T/n. — Dando unos lamidas circulares alrededor de clitoris mientras ella sus dedos se aferraba a las sábanas . — Por que yo aún tengo energías y la voy a gastar complaciéndote hasta hacerte desfallecer.

  A la mañana siguiente ella despierta felíz al saber que amaneció junto a él por primera vez, verlo dormir tan plácidamente era algo nuevo para ella.  Taeyong rodeó su cintura y la volvió a acostar diciendo que aún era temprano. Más tarde ella despertó con un aroma muy estimulante, al llegar a la cocina se encontró con una sorpresa, Lee Taeyong le había hecho el desayuno y con ello un ramo de flores.

– Espero te guste, nunca tuve la de hacer algo por ti.

— Ahora que lo pienso solo venías a cogerme y luego te ibas.

— No lo digas de esa forma suena un poco  — Taeyong se acercó y la abrazó. — ¿Quieres que te confesé algo? — Ella asintió — Cuando estoy contigo puedo olvidar todo y ser felíz, tú eres la razón por la que sigo siendo un ser humano.

— ¿Dices que sin mi eres un monstruo? Estás cosas no son propias de ti...

— Estoy siendo sincero, tú y mi abuela son la única familia que tengo y si algo les llegara a pasar yo mataría a todo el mundo.

— No digas esas cosas porque eso no va a pasar....

  Esa misma tarde Taeyong salió de viaje y días después ella recibió la noticia, el riñón era compatible con el de la abuela e iban a proceder a operarla en otra ciudad. T/n le deseó la mejor de la suerte.


++++++++++

  En un galpón Yuta permanecía encerrado e irreconocible, si estaba vivo aún era un milagro desafortunado. Ya habían pasado varios días desde su captura y la estaba pasando muy mal.

  Su destino era la muerte de todas maneras o moría a manos del cartel Neo Culture por venganza ya que él fue uno de los que asesinó aquellos delincuentes o lo mataría el cartel 127 junto con Taeyong por traición.

 Todos los días era la misma rutina, lo estaban haciendo lentamente para que agonizara por más tiempo, el rubio ya no podía soportar y en un momento a otro moriría desangrado.

— Queremos información de TY-Track y YG... dinos y quizás te perdone la vida. — Negocio Sooman el líder del cartel.


"¿¡Buscan a Taeyong?!"

— ¡¡¿NO QUIERES HABLAR?!! ¡¡PERO QUE HERMOSA LEALTAD TIENES!! ¡¡DAME ACÁ ESE CUCHILLO!! - Tomó la mano de Yuta y la esposaron a la mesa sin posibilidad de moverla.

— ¡¡Te puedo decir todo sobre YG pero yo no se nada de TY-Track no he visto su rostro nunca!!

  El rubio comenzó a decir todo lo que sabía de YG, era información muy valiosa que de seguro le sacaría provecho, pero no era suficiente aún quería saber sobre TY-Track  ¿Qué lugares frecuentaba?  ¿Cuál es su punto débil?

— ¡¡No sé nada de sus movimientos!! — Sooman tomó el cuchillo y procedió a cortar sin anestesia unos dedos de su mano.

  Las lágrimas salieron, ojo por ojo y diente por diente, ese era el famoso refrán que recitaban en el 127 cuando tenían un ajuste de cuenta, él vivía en carne propia lo que le hizo a muchos delincuentes.

— ¡¡NO SÉ NADA, LO JURO!! — Cuando trajeron el hacha para cortar su brazo, confesó. — ¡¡ÉL TIENE UN PUNTO DÉBIL!! 

— ¡¡HABLA!! —  Sooman buscó una silla y prendió un cigarrillo fumando delante de él.

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  Desde lo más alto los postes de luz alumbran de forma intermitente el lugar, un bombillo explotó y la cuadra quedó a oscuras, Taeyong desesperado corría por las calles, siguió y le dio vuelta a la manzana varias veces pero no había ningún rastro.

Estaba muy preocupado.

 Se detuvo frente al pequeño local en el centro de la ciudad pero estaba cerrado. No había ni un alma en esa zona, estaba parado sobre un charco de agua y solo pudo escuchar el sonido del silencio.

  No estaba en su casa ni en los lugares que frecuentaba, simplemente se había esfumado, había desaparecido.

Taeyong se fue de allí con el corazón en la boca sin saber que pasado. La última vez que habló con ella todo estaba bien así que desesperado mandó a todos los hombres de su cuadrilla a buscarla dando órdenes de no lastimarla y traerla con vida, algo le decía que ella estaba en problemas cuando se enteró que los padres de ellas habían sido asesinados dentro su automóvil.

 

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"Los amigos se cuentan dos veces.
En las buenas para ver cuantos son y en las malas para ver cuantos queda"
Pablo Escobar.


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Continuará....


Notas de la autora

Espero que no me odien por como va saliendo la historia, ya de por si estoy sufriendo solita al escribir esto.

Mi bubu 😭😭😭

El Cartel 127 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora