Decisiones

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  TY-Track hizo una reestructuración e implementó nuevas reglas dentro del 127, estaba prohibído asesinar, secuestrar y agredir a mujeres, ancianos y niños menores de 18 años y la violencia sexual hacia a cualquier género sería penado.

  Estaba prohibido reclutar mujeres y niños menores de 18 años, solo hombres.

  Suavizó los castigos a los nuevos reclutas. El canibalismo en los entrenamientos estaba prohibído.

Nadie tenía permitido ejecutar a alguien sin su permiso y a los traidores dependiendo del grado de vinculación no tocarían a sus familiares.

 Con esos pequeños cambios se notaba una grandísima diferencia en el 127,  TY-Track caminaba por las calles y nadie se atrevía hacerle algo cuando más bien era amado por el pueblo, irónico pero cierto, el cartel 127 hacía mejor su trabajo que el de la misma policía al bajar el índice de criminalidad dentro de la ciudad puesto a que todos los delincuentes comunes que hicieran algo dentro de sus territorios serían agarrados y castigados.

  Pero la realidad no se podía ocultar, era imposible, así de imposible como intentar tapar el sol con un dedo, el 127 al igual que los otros carteles en todo el mundo tenían sus manos llenas de sangre y eso lo sabían todas las víctimas vinculadas a ellos, por más que trataran de hacer buenas acciones no podían ocultar sus aberrantes acciones pasadas y lamentablemente todas esas almas que murieron en sus manos aún esperaban nunca tendría su justicia.


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  Al saber la noticia de la muerte de Sooman,  Yuta se llevó a t/n a un lugar más seguro y cuando despertó estaba sola y muy confundida... ¿Había sido un sueño?  Sacudía su cabeza.

— Ayer yo estaba — Y en ese momento entró Taeyong con una bandeja con comida, ella no pudo ocultar su disgusto al verlo y como hizo con Yuta empezó con sus ataques verbales. —  Como no pudiste matarme  ¿Ahora vienes a matarme envenenando la comida? — Taeyong estaba avergonzado y cabizbajo, dejó la comida en la mesita y se acercó a ella lentamente. — ¡¡No me mires así, lo odio!!.... — Ella se volvió a acostar y se cubrió con la frazada, odiaba que la miraran con lástima ya que ese era un recordatorio de todo lo que ella pasó.

— La última vez que supe de ti fue cuando te llamé para despedirme y llevé a la abuela para su operación... — Se sentó al lado de ella y tocó su hombro con suavidad. — Cuando regresé te busqué por todos lados, te busqué..... te busqué t/n.... — Mientras su voz se quebraba tratando de explicarle la angustia que sufrió al no saber de ella. —  Pero no te encontré..... -—T/n se revolvía debajo de las sábanas aferrándose a la almohada. — Pregunté a todas las personas y nadie sabía de ti, solo desapareciste... estaba como loco, moví cielo y tierra durante meses pero nunca.... te encontré... hasta que entendí que quizás tu no volverías jamás... T/n yo no sabía nada de lo que te había pasado, ¡¡lo juro por mi vida!!.... - Taeyong golpeaba la pared tantas veces que sus dedos sangraban por la frustración que tenía.

— ¡NADA DE ESTO HUBIESE PASADO SI TU Y YUTA HUBIESEN SIDO SINCEROS!

— Nunca supe hasta que te encontré por medio de Yuta, ni siquiera sabía que Yuta estaba en el Neo Culture.... — Ella se sentó y secó sus lágrimas.

— ¡MATARON A MIS PADRES POR CULPA DE USTEDES!

  Nadie había preparado a Taeyong para este momento, ella lo odiaba y no era para menos, su relación no solo se había roto sino que sería imposible volverla a unir, el corazón del narco se agrietaba lentamente y se odiaba a si mismo porque en el fondo de su ser, el sabía que ella tenía razón. Ellos fueron los causante de todos.

El Cartel 127 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora