— Mejor no bebas más, mañana te vas de viaje— Él comenzó a limpiar la mesa y t/n solo se levantó.
— Iré a dormir...
— No te preocupes, cerraré y apagaré todo antes de irme—. Ella subió las escaleras y se sentó en silencio mientras escuchaba como Taeyong terminaba y poco a poco la planta baja de la casa quedaba a oscuras.
Su respiración se detuvo por un momento al pensar que quizás él subiría para despedirse pero, eso fue algo que nunca pasó.
Y en el fondo de su corazón sintió como si algo le faltara.
Taeyong salió de la casa y todo quedó en silencio. El sonido del motor le dio a entender que aún estaba en el estacionamiento, así que se asomó lentamente por la ventana y pudo verlo por última vez, él estaba sentando frente al volante, llorando...
"¿Qué debo hacer?"Al cabo de unos minutos él daba marcha atrás al auto y al ver como se iba t/n salió corriendo.
"Esto es lo que dicta mi corazón"Estaba descalza corriendo por el rústico asfalto en medio de la noche gritando su nombre una y otra vez, pero Taeyong ya se había ido. Sus piernas tropezaron cayendo de rodillas y al no poder alcanzarlo se echó a llorar, porque fue allí que entendió... que ya todo había acabado.
Así ella lo había decidido cuando le pidió que no le hablara, que no la tocara, de como le echó en cara que lo odiaba y de como lo responsabilizaba de su mal estado físico y emocional así como la pérdida de sus padres...
Ella solo estaba cansada de todo lo vivido y quería irse muy lejos...
Pero....
De esa forma...No quería terminar las cosas....
Ella quería hacer un cierre a su relación con Taeyong porque solo así podría pasar la página y tener la paz que tanto necesitaba para empezar hacer feliz y así terminar con esa relación tan tormentosa, pero ya era tarde.
Un auto se acercaba por detrás de ella y se detuvo al tocar la bocina, un hombre se bajó.
— ¿Porqué tú.... estás....
— Creí escuchar que me llamaban, así que le di vuelta a la manzana y ver que... ¿t/n?
Ella se levantó y corrió hacia él abrazandolo fuerte, el pelinegro no entendía que pasaba así que solo la dejó ser... porque al fin y al cabo él también deseaba sentir ese abrazo que tanto anhelaba.
— No quiero estar sola esta noche....
—¿Quieres.... que me quede a acompañarte? —Ella asintió y ambos entraron a la casa, Taeyong vio sus rodillas aporreadas y procedió a curarla—. Listo, ahora ve a dormir que yo dormiré en el sofá.
Inesperadamente ella tomó su brazo y así quedaron unos diez minutos, viéndose sin saber que hacer.
Taeyong suspiró y sujetando aún su mano subió las escaleras guiándola hasta la habitación.
—Es tarde, debes descansar...— Ella bloqueó su paso y al levantarse de puntilla se aferró a su cuello atrayéndola hacia él — ¿Qué haces? ¿Estás segura?— Pero ella nunca respondió a sus preguntas.
Solo quería sentirlo una última vez...
Taeyong se dejó llevar y lentamente la despojó de su ropa. Al ver como él miraba su cuerpo t/n comenzó a perder confianza en sí misma y a tener un ataque de ansiedad, corrió desesperadamente para cubrir sus cicatrices hasta que Taeyong la tomó de sus muñecas y ambos cayeron en la cama.
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El Cartel 127
ActionLee Taeyong y Nakamoto Yuta se conocen de la forma más desafortunada y debido a su vivencia forma un gran lazo de hermandad pero con el tiempo todo cambia cuando ambos toman decisiones personales por separados, originando situaciones trágicas como c...