Ryan se encuentra aquí, mi amigo ha venido, aunque Ryder está que explota y la verdad aunque le apuesto a la valentía del pelirrojo, el moreno da miedo. De repente todos se mueven y quedan callados, giro la vista entonces visualizo a Natalla, o para todos "La Reina". Haciendo su acto de presencia, nadie se moviliza ni Ryder, solo Ryan la mira de arriba abajo y le pego en el hombro.
―¿Qué te pasa? ―Se ríe y soba en donde lo golpee ―¿Es tu chica? ―Mueve las cejas.
―Cállate, imbécil ―Se enfada el morocho.
―¡No! ―Me sonrojo al responderle a Ryan.
―Pillín ―se burla el pelirrojo ―. Te gusta.
―No... no es momento de esto, Ryan.
―¿Quieres que lo golpee? ―Señala a Ryder quien lo mira de muy mala manera al escuchar tal acotación.
―Nadie va a pegarle a nadie ―declara Natalla.
Se nota su aire de superioridad, como de una jefa dando órdenes a los presentes. Esa personalidad no es de ella. Esa, es la cual le impuso Lissa. Me duele que nuestra salida no haya cambiado nada, es tan triste.
―Amor ―El moreno se acerca a su "novia" y la toma de las manos. A diferencia de a mí la trata bien, a pesar de que ella también estaba en las fotos ―. Por favor, no me abandones ―le ruega y luego me señala, frunciendo el ceño ―¿En serio me vas a dejar por este?
Ryan chifla.
―Sí, sí, muy pillín, robándole la novia a otro ―El pelirrojo me mira y mueve las cejas ―. Te tenías bien guardado ese lado malvado, ¿eh?
―¡No, no es cierto! ―grito avergonzado ―¡Y no es su novio, es toda una fachada que armó una loca, ella ni lo quiere! ―declaro y se escucha un "Oh" como de sorpresa por parte de todos ante tal confesión.
―¡¡No digas mentiras!! ―Llega Lissa de repente.
Mierda.
―N... no miento, todo es falso.
―Natty, dile ―le exige la morocha a la cobriza con ese gesto de angelito que nunca más le creeré ―. Pienso que Estuh está confundido, ayúdale, me preocupa.
―¿Lo trataste de tonto, yegua? ―La ataca Ryan verbalmente y luego sonríe ―No, cierto, los caballos no merecen que los insulten con tu nombre.
―¿Quién eres tú? ―exclama fingiendo miedo.
―¿Por qué la asustas, imbécil? ―Se pone en medio Slash, el chico alto que me persiguió la otra vez, cuando descubrí las artimañas de ella.
Está atrapado en sus redes, engañado por la falsa angelita.
Mierda, hay tantas personas aquí que se entrometen, me gustaría hablar con Nat para aclarar las cosas, sin que Lissa logre manipularla otra vez.
―Se ve que necesitas pensar ―me dice Ryan ignorando la agresión del castaño ―. Déjamelo a mí ―Me guiña.
Cielos, ya va a empezar con una de las suyas.
―Tengo un dilema ―El pelirrojo se acerca a una chica y la toma de las manos ―. Me enamoré de ti a primera vista.
―¡¿Qué?! ―chilla la de al lado ―¡¡Eso mismo me dijiste a mí en la entrada del colegio!! ―se queja.
―Y a mí ―expresa una tercera.
―¿Qué? ¿No eras tú? ―Finge señalando a una ―Pero estaba tan seguro, ¿me engañaste acaso? ―Y hace como que sufre.
―¡¿Cómo te atreves a engañarlo, perra?!
Las mujeres comienzan a pelearse y el pelirrojo me empuja para salir corriendo, pero no sin antes agarrar el brazo de Natalla, mientras todo el mundo se encuentra distraído por el revuelo de las chicas. Y por esto señores, Ryan es el mujeriego más manipulador de todos. Salimos fuera del establecimiento y ella se suelta de su agarre.
―¡¿Qué pretendes, loco?! ―le grita molesta ―¡¡No me metas en tus ideas, me caen mal los chicos como tú!! ―exclama indignada y él se ríe.
―¿Y por eso salías con ese fortachón? ―le pregunta burlándose sobre Ryder y luego me señala ―Tranquila, bonita, ya noté que entre ustedes hay química. Ahora si me disculpan, los dejare a solas para que hagan sus cochinadas, mientras yo hago las mías.
―¡¡Ryan!! ―grito sonrojado mientras se retira.
―¡¡No oigo!! ―Se va.
―¿Qué clase de amigos tienes? ―expresa molesta.
―No es malo ―Hago puchero y me toco el cabello ―. Solo un poco alto de ego, lo que me falta a mí ―Me río ―¡Es mi ídolo! ―Levanto los puños y ella me mira extrañada.
―Vale, como sea, cámbiate de curso ―sugiere de repente ―. Tu idea es buena, acéptala y deja de provocar a Lissa ―me pide.
―Pero... ―Bajo las manos despacio y triste ―nosotros...
―No hay un nosotros ―me interrumpe ―. Lissa hizo esto porque estaba enfadada, pero sabe que Ryder se tira a mis pies sin importar lo que haga, así que ella no destruyó su propio plan, solo dio una advertencia.
―¡Pero la pasamos bien! ―Le recuerdo.
―Sí, pero no es suficiente ―Se gira en dirección a la academia ―. Hablaré con Lissa para que no te haga nada y...
La detengo sosteniendo su mano y me mira.
―No me voy a cambiar de curso ―digo determinado ―. Sé que quieres ser tú, abandonar esta mentira, pero tienes miedo y lo entiendo, sin embargo sino arriesgas nunca vas a saber que se siente ser libre, porque si sigues así, solo quedaras encerrada en ti misma, ¿entiendes?
Sus ojos se humedecen.
―Estuarth...
―Créeme, te duele ahora, pero te dolerá más.
Se suelta.
―Tengo que irme ―me aclara.
―Por favor, piénsalo, y si te decides, mándame un mensaje, busquemos la solución, estaré esperando tu contestación esta noche.
Se muerde el labio y acto seguido asiente, lo que me provoca alivio, luego se gira para entrar corriendo al establecimiento. Necesito encontrar la forma de ayudarla, una en que ella este cómoda, en la que el miedo no la aterre. La ayudaré, cueste lo que me cueste.
___
Primero que nada, al fin Natalla está cediendo ❤
Por otra parte y por las dudas, recuerden que esta historia es antes de que ocurrieran las acontecimientos del libro 2, así que Ryan no está engañando a Lilith ni nada, este es el Ryan que conocimos en el libro 1, el insoportable y mujeriego Ryan jajaja
Sé que en el epilogo de Ryan esto se sobreentiende cuando pongo "un año antes", pero por las dudas, ya que ha pasado tiempo, quería aclararlo.
Y el que no ha leído su libro, si les cayó bien Ryan, los invito a leerlo, su libro esta completo. Tiene algunas faltas, pero son pasables jeje
Volviendo a Estuarth ¿Creen que Natalla le mande el mensaje?
Atte: Vivi.
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De popular a solitario (C.G #3)
Roman pour AdolescentsSoy Estuarth. Sí, como el ratón de la película. Nunca me afectó llamarme así hasta que... Fui a otro país, cambié de escuela, cambió mi mundo. Solía ser un chico popular en mi antiguo colegio. No estoy alardeando ni nada, tampoco sé cómo pasó. Pues...