―¡¿Cómo que no hubo sexo?! ―grita Ryan mientras caminamos en dirección a la casa de Lissa.
A la tarde se irá al aeropuerto, pero insistió en acompañarme.
―¡Deja de pensar con tu entrepierna y ayúdame!
Se carcajea.
―Ja, ja, vale ¿A dónde?
―Nat dijo que pasando esta cuadra debía estar la casa de Lissa.
Damos unos pasos más y efectivamente esta es la dirección, Ryan quiere entrar como si nada pero yo toco el timbre, entonces él me mira mal, así que me río. De manera cordial la ama de llaves nos abre sin ningún problema y nos deja pasar así de fácil, no es hasta después que me doy cuenta que hay una fiesta en la piscina, así que entiendo la actitud de la señora. Nos dirigimos allí y no tardamos mucho en encontrar a Lissa, ella se levanta de la reposera, se baja un poco los lentes para mirarnos, nos sonríe y se nos acerca. Ryan se relame los labios viendo ese bikini provocador blanco, que tiene dibujos de besos y para nada la hace parecer un ángel.
En su casa es lo que es, una arpía, o mejor dicho un demonio.
―Qué hermosa sorpresa ―exclama la morocha ―¿Cómo supieron que estábamos de fiesta? Los invito a unas copas ―Señala al camarero.
―Ryan no ―le digo a mi amigo que ya está por agarrar una y luego la miro a ella ―. Vinimos aquí porque necesitaba conocer a la verdadera tú.
―No sé a qué te refieres, pero aquí estoy ―Se ríe.
―Y qué buena que está ―recalca el pelirrojo.
―Mm me agrada tu amigo.
―Eso no dijiste en tu escuela ―le aclara.
―Ah ya entiendo a qué se refieren con mi verdadero yo, pero tranquilos, todas soy yo ―Agarra una copa y bebe.
―Voy a desenmascararte ―le advierto mientras Ryan graba con su celular la piscina ―. Todos van a saber qué clase de persona eres.
―Ni aunque enviaras ese video te creerían, siempre puedo decir que me obligaron, además soy la pobrecita amiga de La Reina, soy intocable.
―Tiene más ego que tú ―opino mirando al pelirrojo.
Él hace una carcajada.
―Nadie puede ganarme ―expresa Ryan ―. Ni este mujerón ―Se muerde el labio inferior y la mirada de arriba abajo ―¿Qué dices preciosa? Tú y yo, un poco de acción ―Mueve las cejas, la agarra de la cintura y se acerca a su rostro ―. No te arrepentirás.
Apoya sus dedos en la chaqueta de él y lo aleja.
―Aunque la oferta es tentadora, estoy muy ocupada en este momento.
―Es buena ―La señala ―. Sabe cómo rechazarme sin que me ofenda.
Manipuladora experta, pero no va a poder conmigo.
―Escúchame ―le llamo ―. Ryder ya sabe quién eres, que has hecho, así que ya no puedes manipular a Nat con él, tu plan fracaso.
―Natalla es... ―Se toca el cabello la morocha ―una hermosa pieza de ajedrez, yo la muevo para donde se me antoje, de hecho puedo conseguirle otro novio en un dos por tres y convertir a Ryder en un marginado, por obvias razones, es un cabeza hueca.
―¿Cómo puedes hablar así de las personas? ―expreso indignado.
―Porque así son, inútiles sin cerebro que solo siguen a las masas, todo se resume en para que lado es más cómodo guiarse, entonces yo solo les digo a donde ir y lo hacen.
―Eso no es...
―¿No me crees? Entonces por qué eres el desesperado intentado encontrar mi punto débil y yo la chica que disfruta en la piscina ―Sonríe ―. Me agradas Estuh, todavía tienes tiempo de estar del lado del equipo ganador. Llegaste a la escuela en el momento equivocado, pero soy capaz de arreglarlo, puedo encontrarte un lugar, dejarías de ser el solitario, serías otro.
―Wow es una mente maestra ―opina Ryan, lo veo tomando una copa y ella se ríe ―. Aunque calculo que no te quiere con tu chica.
―Calculas bien ―le responde ―. Natalla ya tiene un lugar en mi escuela, ella es la jefa y tiene que estar con alguien rudo, quizás la junte con Slash, me parece un buen partido para ella.
Frunzo el ceño.
―No puedes elegirle sus parejas o su manera de actuar ―le recrimino ―. Además Slash gusta de ti, o es lo que entendí ―digo confundido.
Se ríe.
―Sí puedo y ya lo hago, deberías aceptarlo ―Ella me aclara con aire de superioridad ―. Con más razón lo controlo, los niños enamorados son más fáciles de manipular. No estés celoso Estuh, puedo conseguirte a alguien más.
―No, gracias, no quiero entrar en tu juego.
―Ya estás dentro, pero al enfrentarme te encuentras en una mala posición, por eso me necesitas de aliada.
―No vas a convencerme, voy a lograr que desistas de todo esto.
Hace una carcajada.
―No lo conseguirás, ya ha habido otros que lo han intentado y no pudieron conmigo ¿Qué puede hacer un niño tímido e indefenso como tú? Te diré, nada ―Mira a su mayordomo ―. Dile al guardia que los saquen de aquí, ya me están fastidiando.
―Tranquila belleza ―aclara el pelirrojo ―. Ya nos vamos ―Apoya la copa en la bandeja y lo sigo cuando se retira hacia la salida.
Rápido nos abren las puertas y nos vamos de allí. Caminando por la acera, nos mantenemos en silencio sin decir nada. Ryan pone las manos en los bolsillos mientras yo doy varios suspiros sin decir ni una palabra.
―Qué pérdida de tiempo, ¿no? ―exclama él de repente ―Hubiéramos intentado meternos por la ventana.
―¿Intentar? ―Reacciono.
―¡Sí! Ya sabes, subimos por...
―No, no, Ryan, no entiendes ―Sonrío dándome cuenta ―. Ella dijo que otros intentaron ¿No lo ves? Si tenemos testigos, habrá más palabras contra ella, entonces sí nos creerán. Nat podría desmentir el video con la influencia de Lissa, pero si encontramos personas que la apoyen no lo hará ¡Eso es! Masas, ella sigue siendo la jefa, alguien más debe enterarse de que no es, porque tampoco es quien dice ser, ¿me entiendes?
―Espera que te sigo ―expresa analizándolo ―¿Quieres encontrar a las personas que son amenazadas como Natalla?
―¡Exacto!
―Eso sí que es inteligente ―Me sonríe ―¿Estás seguro que puedes con esto o quieres que me quede? ―Me da dos golpecitos en el hombro.
―No te preocupes, yo puedo y ya sé cómo.
___
¡¡Nos acercamos al final, qué nervios!!
¿Creen que Estuh logrará concretar su plan? ¡Qué miedo!
Atte: Vivi.
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De popular a solitario (C.G #3)
Ficção AdolescenteSoy Estuarth. Sí, como el ratón de la película. Nunca me afectó llamarme así hasta que... Fui a otro país, cambié de escuela, cambió mi mundo. Solía ser un chico popular en mi antiguo colegio. No estoy alardeando ni nada, tampoco sé cómo pasó. Pues...