Parte XII. Buen progreso

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Mía

Al principio no entendía que es lo que Andrew estaba haciendo, pero no me tomó mucho entender que quiere hacer pública nuestra relación. No dudé en mi respuesta, yo sé lo que quiero y eso es estar junto a él. Me acerco a su oído y le susurro

- Yo también pienso que ya es hora de hacerlo oficial.

Se levanta y nos unimos en un beso, alrededor de nosotros de escuchan aplausos pero no son solo para nosotros, ese lunes fue inolvidable ya que más de 10 hombres se declararon al mismo tiempo.

Salimos del restaurante tomados de la mano, los medios de comunicación habían aparecido para ver el increíble acontecimiento que en el restaurante había sucedido. En un instante nuestros teléfonos empezaron a sonar. Los pusimos en modo avión y fuimos caminando hacia la casa de mis padres para contarles de una vez lo que pasaba entre nosotros.

Andrew

Decir que estaba nervioso es poco, hace mucho que conozco a sus padres y realmente les caigo bien pero creo que siempre me han visto como el amigo que siempre le traía algo cuando ella se le olvidaba. Siento que para ellos será un cambio demasiado grande saber que el amigo de la infancia de su hija ahora es su novio.

Aunque creo que su madre ya empezó a sospechar de nuestra relación, incluso antes de que existiera algo entre nosotros. Su mirada de aceptación cuando me tuve que ir del quinceañero me da la sensación de que a ella será la que menos le impactará la noticia.

Durante todo el recorrido hasta su casa, ambos estuvimos callados. Cada uno pensando con preocupación de que manera explicarle a sus padres que ahora estamos juntos, dejaré de pensar en eso. Yo considero que soy bueno cuando se trata de improvisación pero trabajo pésimo bajo presión.

Mía

Llegamos a mi casa finalmente y mis padres ya estaban esperándonos en la puerta. Ambos me reciben entre abrazos y sonrisas. Andrew se queda parado dándonos espacio, pero mi padre se le acerca y estrecha su mano, luego se dan un corto abrazo.

- Me alegro que hayas sido tú, hijo.

Esta última palabra que salió de mi padre me tomó por sorpresa ya que se lo tomó perfectamente bien. Mi madre se les une y no necesitaba nada más para saber que este es un momento perfecto.

Nos cuentan que ya sabían porque nos vieron en el noticiero por el suceso del restaurante. Finalmente Andrew se despide de nosotros y se va luego de darme un beso y decirnos que hablaros mañana.

Andrew

Eso salió mejor de lo que esperaba, camino bajo la oscuridad de la noche con una enorme sonrisa en mi rostro. Nunca sospeche que sería tan feliz después de todo lo que he sufrido. Río levemente. Sigo con mi camino con las manos dentro de los bolsillos. Nunca he entendido bien el amor, pero esta vez demostré que podía llegar lejos... Y yo sé muy bien que pienso en ella todo el tiempo y no quiero estar con nadie más.

Llego a mi casa que está raramente vacía, sin nada más me tiro sobre mi cama y ahí mismo caigo dormido al instante.

Al día siguiente  me despierto a la 1 de la tarde, lo cuál no es normal viniendo de mí. Pero ayer llegué a las 5 am, recibo una llamada de mi mejor amigo Sebastián.

- ¿Que pasa? - digo aún adormilado.

- Espera... ¿Recién te despiertas?

- Ayer cené con Mía.

- Ah cierto las noticias, bueno ¿estas libre a las 2.30? Vamos a jugar una pichanguita con el resto de la banda.

- ¿Mismo lugar de siempre?

- Sí, estaremos todos. Sólo faltas confirmar tú.

- Ahí les caigo - le colgué después de decir esto.

Dejo el teléfono, tomo una ducha y me preparo el desayuno. Llamo a Mía y le pregunté si quería ir a vernos jugar y dijo que ahí estaría. Me pongo ropa para salir a jugar fútbol con los panas y en menos de 10 minutos ya estamos todos, Mía llega cuando ya estamos jugando, la llego a ver en las gradas mandándome un beso volado, le envío uno de vuelta y luego me concentro en el partido.

El marcador terminó 20 - 13, en la calle los partidos siempre tienen más goles, recién pude saludar a Mía y después de decirle a  mis amigos que los alcanzo en un rato la acompaño a su casa.

- Jugaste bien

- Gracias

- Debo hablarte  de algo - dice con tono serio -.

- ¿Es algo malo?

- Nonono, nada de eso. Es que pensé que deberíamos organizar una cena familiar.

- Hmmm - lo pienso un rato - La verdad no es mala idea.

- Entonces esta bien - dice con tono alegre -.

-Sep, ya veremos que piensan nuestros padres.

Llegamos a la puerta de su casa y la despido con un beso. Y vuelvo con mis amigos.

- Parece que las cosas van bien entre ustedes - dice uno -.

- Me alegra que alguien te quiera sabiendo lo pendejo que eres - dice Sebas en un tono amistoso -.

- ¿Que puedo decir? Me gané la lotería.

- Nos alegra verte feliz después de verte como zombie y sin salir de tu casa si no es para ir al colegio.

- Pues como dice el dicho ya lo pasado pasado - digo confiado -.

- Oye ¿y no tendrá amigas por ahí?

Todos explotamos en risas tras el comentario.

- Hey, que estoy desesperado.

Dejamos el tema después de varios comentarios y nos fuimos a un bar donde supuestamente solo íbamos a tomar un trago, pero como era de esperarse tomamos más de un trago y salimos solo cuando ya estuvimos totalmente bajo los efectos del alcohol. De los 10 terminamos siendo los cuatro mejores amigos. Sebastián, Renato y Michael. Poco a poco cada uno terminó yéndose por si camino hasta que quedé solo y cuando crucé la calle pude ver a alguien esperando en frente de mi departamento, no se pueden imaginar cuan grande fue mi sorpresa al ver que Olivia se encontraba mirándome fijamente mientras se me acercaba lentamente, en ese momento supe que no iba a terminar bien.

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Hey!!! He vuelto mis queridas criaturitas y he vuelto con un final picante. A Andrew le espera algo muy malo JAJAJA

La Ley del Corazón RotoWhere stories live. Discover now