Capítulo 22

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Cuando cambias la manera de ver las cosas, las cosas que ves cambian.


Tengo tantas preguntas rondando mi cabeza que no puedo evitar ponerme a buscar por "San Google" algo relacionado con lo que me está pasando. No sé si alguien alguna vez ha tenido la sensación de ver que no está sola en algo, que no es la única que le pasa tal cosa o que sienta X emoción. Así que me pongo a leer varios foros donde chicas cuentan su experiencia con otras chicas. Paso casi dos horas leyendo y leyendo todo, a todas parece haberles pasado lo mismo, tienen cosas en común. Y me alivio al ver que es lo mismo que me está pasando a mí ahora. Todas ellas coinciden en, como de buenas a primeras, se acabaron enamorando de una chica cuando llevaban toda su vida saliendo con chicos. Algunas dicen que nunca llegaron a tenerlo claro y desde entonces se consideran lesbianas. Otras, en cambio, dicen ser bisexuales porque les siguen gustando ambos sexos después de haber tenido diferentes experiencias.

Sin embargo, mi situación se podría decir que es más complicada, nunca me han gustado chicas, y a pesar de que me gusta Ezra, no me siento atraída por ninguna otra chica, pero sí por los modelos buenorros que salen en los anuncios. Al principio, dudo de si entrar en el foro y comentar este detalle, y cuando finalmente lo hago, me sorprende ver cuántas respuestas positivas recibo. Es lo más normal, me dicen la mayoría de ellas. Se empieza así, me dicen otras. A partir de ahora, verás la vida de otra manera, me dice una chica que ha contado su experiencia muy parecida a la mía.

"Si te gusta, lánzate cuesta abajo y sin frenos, al fin y al cabo, es lo que harías si fuera un chico". Este comentario me recuerda mucho a los típicos que me suele hacer Ezra y, aunque me cueste admitirlo, lleva razón. Si me gusta, qué más da que sea una chica en vez de un chico, lo importante es que me gusta.

Miro desesperada el whatsapp constantemente, esperando una respuesta de Ezra que no llega. Ya es tarde, el reloj marca las doce de la noche y ella no es muy de trasnochar, lo he notado porque nunca está conectada a esta hora, así que, si me llega a hablar, será ya mañana. No tengo nada que hacer despierta, mi hermana aún no ha vuelto, supongo que habrán salido de fiesta aprovechando que es el último día del fin de semana, por lo que no puedo hablar con ella como quisiera, en persona, sin dejarme detalles de nada. Tendré que esperar a mañana y, por una vez, me fastidia tener que ir a clase.





LIMERENCIA: Estado mental involuntario, de la atracción romántica por parte de una persona hacia otra.
Buenos días, leoncita!!!! No sabes lo mucho que te he echado de menos, estoy deseando saber qué decisión has tomado. Yo también necesito verte!! <3

Al leer el mensaje de Ezra, disimulo una sonrisa y guardo el móvil rápidamente al ver a Maite e Isabel acercarse. Aún no quiero decirles nada hasta saber en qué situación me encuentro con Ezra, porque aún no somos nada. Por suerte, las chicas no parecen acordarse de ella, ya que se ponen a comentar lo mucho que echaban de menos volver a verme todos los días en clase. La semana pasada solo vine tres días porque hacía los turnos con Penélope, pero ya mi abuela se encuentra bien y mi padre se ha encargado de ponerles una enfermera para que mis abuelos no se queden solos.

 -¿Cómo estás? -me pregunta Isabel al notarme distraída.

Tengo la cabeza en la conversación pendiente con Ezra, no puedo dejar de darle vueltas a lo que tengo que decirle y a cómo voy a hacerlo. He pensado en varias maneras, pero ninguna me convence. Creo que improvisaré, como de costumbre.

 -Bien, tranquila -le digo dándole una palmada en el hombro.

Además, no veo el momento de quedarme sola para escribirle dónde y cuándo nos vemos, quiero que sea cuanto antes, pero ella tiene su vida, así que tendremos que ponernos de acuerdo.

Yo te vi pasar...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora