No entendía sus palabras, pero según me dijo, esa era la idea, que nunca entendiera del todo su forma de ser. La verdad no tenía mucho sentido, pero así era Bryan Rogue, podías analizarlo una y otra vez durante toda tu vida y nunca llegarías a comprenderlo del todo. Pero yo de verdad quería saber por qué rayos se había arriesgado de esa forma.
— ¿Qué tal si los policías te hubiesen disparado? —le pregunté.
El clavó sus ojos de color verde sobre mí, su mirada pasiva me escudriñaba el rostro, una sonrisa se dibujo en su rostro tranquilo y simplemente abrió la boca para hablar:
— hay tres posibilidades a mi parecer:
1) Sus balas no me hubiesen alcanzado y estaríamos aquí teniendo una discusión muy similar a esta.
2) Alguna de sus balas me hubiese herido y entonces ahora estuviésemos en el hospital o en la cárcel. Quizás ambas.
Y.
3) Todas sus balas me hubiesen alcanzado y de seguro habrían acabado con mi corta, pero divertida vida y ahora estuviesen haciendo los preparativos para mi funeral.
Después de decir esto; Bryan Rogue simplemente se quedo en silencio sin inmutarse, como si su muerte no importara lo suficiente como para preocuparse, como si la muerte no fuera más importante que la aventura.
— ¿De verdad pensaste todo eso antes de lanzar la botella? —le pregunté confundido.
— ¡Por supuesto que no idiota! —esa fue su respuesta—. No había tanto tiempo como para pensar en algo tan complicado —dijo y nuevamente no le daba importancia a aquello.
El enojo se hizo presente en mí, estuve a punto de golpearlo en la cara, pero Wilson y el Topo intervinieron.
— ¡Ese es tu maldito problema! —le grité. Wilana Lana se asustó, lo pude ver reflejado en su hermoso rostro que se volvió más pálido al ver mi enojo—. ¡Tú nunca piensas en las consecuencias de tus actos! ¡No piensas en el futuro! ¡No aprendes sobre tus actos del pasado! ¡Nada te importa Bryan Rogue!
— ¡Es ese tu problema Ps3! —me dijo con el mismo tono de voz con el que yo le estaba hablando. Charlotte, Cara y Ámbar intentaron hacer que se callara pues sus palabras de seguro empeorarían las cosas, pero ninguna de ellas pudo detenerlo. Cuando a Bryan Rogue se le metía algo en la cabeza no había nadie que lo detuviese—. Eres un esclavo del tiempo. Por lo tanto eres esclavo de lo relativo ya que el tiempo es relativo.
— ¡Te voy a matar! —le grité pues ahora estaba más enojado que antes, mucho mas. Me solté del agarre de mis amigos y me abalancé sobre Bryan Rogue, pero él simplemente me tomó por la cintura y me lanzó sobre el asfalto de golpe. El golpe me raspó la espalda y removió mis órganos. Yo estaba a su merced. Ahora el estaba encima de mí y yo tendría que escuchar lo que él tenía que decirme quisiera o no quisiera.
Bryan Rogue abrió su boca y a continuación sus palabras salieron:
— El pasado es recordar, el futuro imaginar. Solo el presente es algo concreto, pues el tiempo no es más que un producto de nuestros pensamientos.
Él tenía razón. Por más que añoremos nuestro pasado o planeemos como será nuestro futuro, es en el presente que viviremos por siempre. Entonces, si bien es cierto que hay que velar por nuestro bienestar, también debemos disfrutar los momentos en que somos felices pues nunca sabremos lo que nos queda de vida.
Seguimos caminando en silencio por las calles de una ciudad que parecía muy quieta en las noches, al parecer muchas personas temían a los horrores de la noche. Muchas, pero no nosotros. Nosotros disfrutábamos de la noche tanto como se puede disfrutar del día.
ESTÁS LEYENDO
Cómo Estáticas Estrellas Fugaces.
Ficção GeralPs3 añora los días en que fue feliz en compañía de sus dos mejores amigos, Bryan Rogue (su primo) y Wilana Lana (su eterna enamorada en secreto). Aquellos días parecen ficticios. Aquella amistad que alguna vez los había mantenido unidos, se vio frus...