Salomé: La historia de un amor inconsciente.

Capítulo II: El encuentro

Al siguente día las clases iniciaron nuevamente, Salomé estaba sentada en su escritorio con la pierna cruzada muy provocadora cuando Gael un joven tímido y fuera del mundo, estudiante algo sobresaliente y que pasaba a Salomé por 25 centímetros, tenían hijos claros de un color peculiar.

- Hola Salomé. Dijo con vos tenue
- Hola, Ga..., Se paralizo su mundo al ver sus ojos, ella quebró la voz y termino el saludo, ...el.
- ¿Cómo estás?
- Bien y ¿tú?

Ha ambos se les cortaba la voz, pero ella volvió, en su papel, y con voz seductora siguio.

- Cuéntame, ¿Cómo estás?
- Pues bien Salomé.
- Que alegre, que bonitos ojos tienes te lo habían dicho.
- jeje si, creo no se.
- Te queda bien el uniforme, mentía estaba desaliñado.
- Gracias, tu también te ves linda.

La charla fue así de filtro de Salo y temblores de vos de Gael.

- Pues venía a saber si tienes crayones, no acabe un trabajo.
- Solo esto tengo, ¿Te sirve?
- Si creo que será suficiente.
- Que bien me alegra que te sean útil, con vos seductora.
- Si, gracias.

Mientras trabajaba en lo que debía siguió la conversación.

- Te escuche tocar en la disco del colegio, fue grandioso.
- Gracias Gael eres muy amable.
- Te gusta la música mucho la música ¿Cierto?
- La amo con todo mi corazón.
- Excelente, acá están los crayones muchas gracias.

Al retirarse Salomé se quedó pensativa y con una sensación extraña. Cómo de paz pero con mucha energía a la vez. En es momento se acerco Julieta

- ¿Qué haces?
- ¿De que hablas Julieta?
- Salo, que hablabas con ese
- Me pidió crayones.
- Pero eso no quiere decir que tenías que dirigirle la palabra. Él es un cero.
- Eso es un buen punto.
- Estás rara ¿algo pasó?, Está bien Salomé.
- Si claro, lo estoy.
- Ya viste a Joaquín se te queda viendo.
- Si claro, hablamos luego llegó la maestra

El día termino, Salomé vio de reojo un par de veces a Gael y el devolvía las miradas, pues eran las miradas de Salomé. La duda y el sentimiento extraño se quedo con ella todo el día, se preguntaba a si misma que era eso y porque Gael causó esa sensación.