Capitulo III: El poeta

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Muy lejos del colegio donde estudiaba Salomé, había un centro comercial, ahí estaba un hombre de 23 años cabello despeinado, anteojos negros y algo sucios, delgado con una portafolios en la mano caminado. El hombre se preparaba para una presentación y en el colegio donde se graduó, así que buscaba nueva corbata que combinará con un traje viejo que su madre le consiguió.

Luego de horas de de caminar encontró una corbata negra sencilla, que combinaba bien con su demás ropa. Salió y se preparó para su charla, luego de cuarenta y cinco minutos de camino llegó.

- Hola Dr. Pereira, ¿Cómo está?
- Muy bien, llegó a tiempo para uso presentación.
- Muchas gracias.
- Si tiene éxito, quizá podamos tener un club de poesía dirigido por usted.
- Sería un honor.
- Ya le llamaron, vaya.

Dejando el portafolios en el suelo y parado en el andén en medio del escenario empezó a hablar.

- Hola ya escucharon mi nombre no hay necesidad de repetirlo, estoy acá para hablarles de poesía esta hermosa forma de comprar historias...

La charla fue amena y entretenida, termino y bajo por las escaleras.

- Dr. Pereira ¿Qué le pareció?
- Magnifica, creo que habrá club.
- magnífico.
- Es grandioso.
- Si les encantó creo que tendremos varios participantes.
- Debo irme, me manda los detalles por mail.
- Claro pase por acá.

Al caminar por el pasillo se topó con Salomé que venía distraída, la cual salió tirada y quedó sentada en la primer grada, de donde venía bajando.

- Lo siento tanto.
- Descuide, fue mi culpa.
- ¿Está bien señor?...
- Si Dr Pereira, descuide. Y ¿Tú, estás bien?
- Si... Dijo Salomé
- ¿Salome?. dijo el hombre al reconocer a la joven.
- ¿Quien es?, Y ¿porqué sabe mi nombre?
- No te recuerdas, soy ...
- Claro el conferencista.
- No, bueno si, pero me refería a que fui tu tutor de ciencias cuando tenías 11 años recuerdas.
- El profe. Raro, claro me recuerdo
- Has cambiado poco, fue un gustó verte. Espero te unas amo club.
- Si sueñe, con eso.
- Bueno me despido, gracias de nuevo, lamento haberte tirado Salomé, y gracias por recibirme Dr. Pereira.

El poeta se fue y Salomé siguio su día normal en el colegio, un poco adolorida pero siempre bella.

Salomé: La historia de un amor inconsciente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora